BUENOS AIRES, 22 ene (Xinhua) -- La presidenta Cristina Fernández, a través de una extensa carta que publicó esta mañana en su cuenta Twiter (@CFKArgentina) aseguró estar "convencida" que "no fue suicidio" lo que el domingo pasado causó la muerte del fiscal Alberto Nisman quien la había denunciado por "encubrimiento" de los sospechosos autores del ataque terrorista contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) el 18 de julio de 1994.
"Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio", sostiene la mandataria en la misiva que tiene seis páginas.
Afirmó también que la denuncia del fiscal Nisman, que ayer hizo pública oficialmente el juez federal Ariel Lijo, "no sólo se derrumba, sino que constituye un verdadero escándalo político y jurídico."
La jefa de Estado lugo, preguntó: "¿Por qué se iba a suicidar alguien que el sábado a las 18:27 horas (2127 GMT) le envió una foto a un Wolff, miembro de la DAIA (Delegacoión de Asociaciones Israelitas Argentinas), de una imagen de su escritorio donde se ven papeles y resaltadores, y le aseguraba que se estaba preparando para la reunión del día lunes en diputados?"
"El propio Wolff expresa textualmente: 'Le escribí para consultarle sobre quién debía levantar el secreto de sumario sobre los miembros de los servicios de inteligencia. El me respondió que quien lo tenía que hacer era el Secretario de Inteligencia, Oscar Parrilli y me envió una foto del escritorio en el que estaba trabajando'", escribió después la presidenta Fernández.
En el siguiente interrogante, plantea: "¿Por qué se iba a suicidar si no sabía que era falsa la información que estaba en el informe?" y, sigió: "Estas respuestas seguramente las podrán dar quienes lo convencieron de que tenía en sus manos 'la denuncia del siglo' proporcionándole datos falsos".
"Pero además, si hubiera tenido sospechas de falsedad de información o de falta de sustento (de su denuncia) en el supuesto de que se lo habían escrito 'otros' ¿Por qué se iba a suicidar alguien que ya había sido acusado por numerosos familiares de las víctimas del atentado en la AMIA o directamente lo habían recusado? ¿En qué hubiera cambiado su vida si el informe no tenía sustento y el juez a cargo, como es común, corriente y sucede a diario, le dicta un 'téngase presente y resérvese hasta que se adjunte más prueba'? ¿Por qué se iba a suicidar alguien que siendo fiscal gozaba, él y su familia, de una excelente calidad de vida?"
La jefa de Estado argentina continúa: "Pero además ¿Por qué (el fiscal Nisman) iba a pedir prestada un arma (a un colaborador) para suicidarse cuando el Fiscal tiene registradas dos armas a su nombre en el RENAR (Registro Nacional de Armas)? Una pistola semiautomática marca Bersa calibre 22 plg largo rifle (similar a la que fue hallada junto a su cuerpo) y un revólver acción doble marca Rossi calibre 38".
La presidenta Fernández concluyó que "Resulta imposible no observar que en cualquier lugar del mundo, si alguien aparece muerto por un arma que está registrada a nombre de otra persona y esa misma persona resulta ser la última que estuvo con él en vida, le entregó el arma en el mismo lugar del hecho, su casa, y es un íntimo colaborador suyo especialista en informática que trabaja también en la causa AMIA desde el año 2007, resulta cuanto menos raro. Muy raro. Por eso es más que conveniente que se le otorgue mucha protección al Sr. Daniel Angel Lagomarsino."
Otro fragmento de la carta que Fernández publicó en su cuenta Twitter sostiene que al fallecido fiscal Alberto Nisman: "Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible."