BRASILIA, 5 ene (Xinhua) -- Joaquim Levy, quien asume hoy como ministro de Hacienda en el segundo mandato de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, es un economista que pregona un rígido control de los gastos públicos y la disciplina fiscal.

Levy tiene una larga experiencia en instituciones financieras internacionales y privadas, y en el sector público.

Doctor en economía por la Universidad de Chicago, Levy se desempeñaba como director del Bradesco Asset Management.

Formado inicialmente en ingeniería naval, inició su carrera como economista en 1987 con una maestría en Economía en la Fundación Getulio Vargas, y dos años más tarde obtuvo el doctorado en Chicago.

De 1992 a 1999 trabajó en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de 1999 a 2000 fue economista visitante del Banco Central Europeo.

En el gobierno del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) fue secretario adjunto de la Secretaría de Política Económica del Ministerio de Hacienda, en el año 2000, y al año siguiente, se desempeño como economista jefe del ministerio de Planeamiento.

De 2003 a 2006 fue secretario del Tesoro en el primer mandato del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), quien apoyó activamente su designación para integrar el gabinete de Rousseff.

Luego de dejar su trabajo en el gobierno federal, Levy asumió la vicepresidencia de Finanzas y Administración en el Banco Interamericano de Desarrollo, en 2006.

En 2007 fue secretario de Hacienda del estado de Río de Janeiro, y desde 2010 actuaba en el banco Bradesco.

Durante su participación en la gestión de Lula da Silva, sl ex secretario de Hacienda de Río de Janeiro se le conoció con el apelativo "manos de tijera", por su rigor en el control de gastos

La designación de Levy es interpretada como una fuerte señal dirigida a los mercados, en el sentido de una decisión política para equilibrar las cuentas públicas brasileñas como base para retomar el crecimiento.

Completan el nuevo equipo económico Nelson Barbosa, quien asumió el viernes el Ministerio de Planeamiento, mientras que el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, continúa en el cargo.