Por René Quenallata Paredes
LA PAZ, 4 ene (Xinhua) -- El ministro boliviano de Medio Ambiente y Agua, José Antonio Zamora, afirmó que de nada servirá que Bolivia y América Latina dejen de emitir gases de efecto invernadero porque el panorama mundial no cambiará, mientras las naciones desarrolladas no generen las condiciones y persistan en imponer sus condiciones.
Esta es una de las principales conclusiones a las que llegó Bolivia en la Vigésima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas del Cambio Climático (COP20) de Lima, Perú, en la que participaron delegados de 195 países, en diciembre pasado, dijo Zamora en una entrevista con Xinhua.
El ministro boliviano Zamora y el delegado en Medio Ambiente René Orellana lideraron la posición boliviana en la COP20, e incluso del G77+China, evento que se desarrolló por 13 días en la capital peruana (1 al 13 de diciembre).
Tras su participación, conversó con este medio en su despacho ministerial para manifestar los pormenores del encuentro mundial, las perspectivas, diferencias, alcances y lo que representará París 2015, considerado evento clave sobre el futuro del planeta.
A decir del ministro, si bien los informes de las comisiones de científicos son tan apocalípticas, las naciones postergaron temas delicados de la financiación, emisiones de gas de efecto invernadero, adaptación, compromisos vinculantes, entre otros, para que aún se definan en la COP21 de París, a realizarse en diciembre del próximo año.
En su evaluación, el ministro boliviano manifestó que de nada sirve que Bolivia y América Latina dejen de emitir gases, pues apenas suman el 10 por ciento del total mundial, por lo que se requiere que sean los países desarrollados, pero sin condicionamientos.
"Bolivia emite 0,03 por ciento, es decir, si Bolivia dejara de emitir gases de efecto invernadero, no va a cambiar el mundo. Si Latinoamérica baja sus emisiones (10 por ciento) igual no va cambiar el mundo, mientras los poderosos y desarrollados sigan en esa lógica de no cambiar", afirmó.
Consideró que los países desarrollados, que postulan el capitalismo, para mantenerse necesitan generar su producción industrial a toda costa, y eso impide decisiones de fondo.
De algo están seguros en el mundo, que a partir del medio ambiente y el calentamiento global es que se desarrollaran nuevos modelos económicos mundiales; no obstante, se perfilan diferencias marcadas en no asumir responsabilidades históricas por parte de las naciones poderosas e industrializadas, dijo.
Consultado sobre si el futuro del mundo es tan apocalíptico si se acelera el calentamiento global como dicen los científicos, el ministro respondió que pese a esos informes no hay decisiones de fondo.
"Desde 1800 se ha incrementado en un grado centígrado la temperatura mundial y ya hemos tenido serios problemas, si pensamos en más de 2 grados la gente en muchos lugares se va a cocinar, creo que no se está tomando en cuenta lo serio que es el calentamiento global", aseveró.
No obstante, consideró que es clave la reunión París 2015, para que sean vinculantes los acuerdos para enfrentar el cambio climático.
"Sin duda es urgente asumir acciones de hecho, pero con responsabilidad, con voluntad política. En este paradigma que estamos viviendo París será clave.
"Se supone que los acuerdos deben ser vinculantes, pero ése es el terror de los desarrollados, pero lo que van a buscar los poderosos es que todos nos comprometamos a bajar las emisiones y ahí lo van a volver vinculante.
"Esperamos convencer a muchos países para ir en bloque y conseguir los objetivos en favor de los países en desarrollo."
DIVISIÓN - DISCUSIÓN CENTRAL
El ministro dijo que la evaluación de la COP20 no ha sido de las mejores porque no se ha llegado a acuerdos que satisfagan al mundo. "Se ha vuelto a observar la división que existe en el mundo, de los países desarrollados quieren imponer y por el otro lado los países en desarrollo quieren hacer respetar su postura".
Consideró que las conclusiones han sido poco claras en un documento de cuatro hojas que se ha convertido en paso hacia París 2015, "no se han llegado a nada concreto sobre los temas pilares de financiación, adaptación, emisiones, fondos, en fin.
"En realidad se han postergado las discusiones importantes para París cuando se desarrolle la COP21 en diciembre de 2015. Debimos definir muchos temas en Lima, pero la estrategia de los países poderosos ha sido postergar las soluciones y acuerdos para el próximo año".
Sobre cuál ha sido el tema central de la discusión que generó división, dijo que la discusión es que los países desarrollados quieren imponer sus criterios con relación a lo que significa el espíritu del protocolo de Kioto.
"Pero los países en desarrollo, como Bolivia, lo que queremos que se respete el espíritu de Kioto que se refiere a la existencia de responsabilidades comunes, pero diferenciadas; es decir, que todos somos responsables de lo que tenemos en la atmósfera, pero los países pequeños somos menos responsables de esto, por lo tanto ahí está la diferencia.
"En cambio, los países desarrollados deben cumplir esas responsabilidades, incluso históricas, pero no lo aceptaron", aseveró.
TRABAJO EN BLOQUE
Según el ministro Zamora, Estados Unidos, los países europeos, Australia y otros trabajan siempre en bloque, porque dieron a entender que este acuerdo ya lo cerraron con anticipación para no aceptar la deuda histórica.
"Ese bloque es difícil de romper porque no tienen división, lo que no ocurre con los países considerados en desarrollo. Por ejemplo, el G77+China es un bloque muy respetado, pero al interior del grupo hay divisiones como los del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) que tiene una posición, los del Africa otra y también los emergentes", aseveró.
Se le consultó que si en el bloque del G77 hubo diferencias, y el ministro boliviano respondió que no hay un criterio unificador y se generaron diferencias internas.
Puso como ejemplo a los países de la Alianza del Pacífico como Chile, Perú, México, Colombia, Costa Rica y Panamá, que son países que tienen una posición de apoyo a la visión de Estados Unidos.
Además, manifestó que hubo una diferencia marcada ideológicamente, como tema de fondo.
"Por un lado, intentan hacer prevalecer el capitalismo como un sistema de desarrollo y, por el otro lado, las otras visiones donde se ubican la postura del Vivir Bien de Bolivia, está el Buen Vivir de Ecuador, de Bután con relación a la felicidad, que son alternativas al desarrollo", aseveró.
En resumen, dijo que Bolivia considera que la COP20 en Lima del cambio climático ha sido un "show", que es fundamentalmente una discusión ideológica y se está debatiendo cuál es el modelo de desarrollo que se quiere imponer en el mundo; será el capitalismo u otras alternativas.
No obstante, ratificó que París 2015 será clave para el futuro del planeta.