BEIJING, 26 jun (Xinhua) -- Como el mayor país en desarrollo del mundo, no resulta sorprendente que China siga teniendo un gran número de pobres, aunque está haciendo todos lo posible por ayudarlos.
Más de 70 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza en China, el que significa un ingreso anual de menos de 2.300 yuanes (unos 370 dólares). Incluso en las regiones rurales de China, en las áreas subdesarrolladas del oeste y el centro, un dólar al día no da para mucho. Sólo algo más del 7 por ciento de la población rural es oficialmente pobre.
Ayudar a los 70 millones de personas a librarse de la pobreza no será una tarea fácil. Este trabajo no depende solamente de las políticas de gobierno, sino también del cuidado genuino que todos los funcionario a distintos niveles demuestren por los sufrimientos de la gente, dijo a Xinhua en una entrevista Liu Yongfu, jefe del grupo dirigente de alivio de la pobreza del Consejo de Estado, el gabinete chino.
El milagro económico de China ha venido mejorando de manera drástica las condiciones de vida de la población durante los últimos 30 años, con más de 700 millones de personas sacadas de la pobreza entre 1978 y 2014, lo que ha convertido a China en el primer país en cumplir la meta de la ONU de reducir a la mitad la población en situación de pobreza.
A pesar de estos éxitos, la pobreza sigue siendo un tema difícil que afecta a cada aspecto de la vida, particularmente la salud y la educación. Este sector de la población no solamente carece de dinero, dijo Liu, mencionando también como principales problemas de los pobres en China carreteras en malas condiciones, escasez de suministro eléctrico, domicilios destartalados y educación y servicios médicos de segunda categoría.
En 2014, 430.000 funcionarios gubernamentales con experiencia en la materia fueron enviados en 125.000 equipos a pueblos empobrecidos, convirtiéndose en "campeones" en la lucha contra la pobreza, indicó Liu.
El año pasado, el tesoro central asignó 43.300 millones de yuanes para el alivio de la pobreza, en comparación con los 22.200 millones de yuanes de 2010. Aunque los fondos de alivio de la pobreza casi se han duplicado en cuatro años, los resultados están muy por debajo de las expectativas: solamente 12 millones de personas superaron el umbral oficial de la pobreza el año pasado, respecto a los 43 millones de 2011.
Es hora de emplear ese dinero para mejorar las carreteras y viviendas rurales, construir mejores servicios públicos y conceder pequeños préstamos a las nuevas empresas. Los fondos han sido proporcionados anteriormente a regiones pobres para desarrollar sectores específicos como el turismo o la producción de paneles solares, afirmó Liu.
Además de programas a corto plazo, el gobierno está pensando en beneficios de largo alcance. Se ofrecerá cada año educación profesional y capacitación gratuitas a 2 millones de jóvenes en regiones pobres, quienes adquirirán habilidades o técnicas prácticas en dos o tres años, según Liu.
"El alivio de la pobreza solía realizarse según esquemas generales aplicables a todos indistintamente, lo que significaba que cada persona con ingresos por debajo de cierto nivel disfrutaba de los mismos subsidios y prestaciones", dijo Liu, añadiendo que China planea ahora un alivio de la pobreza "preciso" (específico), ofreciendo ayuda diferenciada a personas con problemas diferentes. Una base de datos de todos los ciudadanos pobres establecida en 2014 lo hará posible.
Wang Sangui, especialista en alivio de la pobreza de la Universidad Renmin de China con sede en Beijing, cree que el alivio efectivo radica en identificar con precisión los diferentes grupos necesitados.
"Si los 43.300 millones de yuanes gastados el año pasado fueran distribuidos equitativamente entre los 70 millones de personas en condición de pobreza, la cantidad promedia de 1,7 yuanes al día apenas ayudaría a mejorar la situación de nadie", dijo Wang.
China desea construir una "sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos" para el año 2020, un objetivo que incluye requisitos específicos en ámbitos como el producto interno bruto (PIB), los ingresos per cápita, la tasa de matrícula en las universidades o el número de doctores por cada 1.000 personas, entre otros.
Las zonas rurales requieren los esfuerzos más arduos, especialmente aquellas empobrecidas, afirmó el presidente Xi Jinping este mes en un simposio celebrado en la provincia suroccidental china de Guizhou, la más pobre del país.