Texto íntegro del registro de derechos humanos de EEUU en 2014

Actualizado 2015-06-26 11:12:39 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 26 jun (Xinhua) -- A continuación presentamos el texto íntegro del Registro de los Derechos Humanos en Estados Unidos en 2014, publicado el 26 de junio en Beijing por la Oficina de Información del Consejo de Estado (gabinete de China):

Prólogo

El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó el 25 de junio el Informe por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos una vez más, haciendo comentarios sobre la situación de los derechos humanos en muchos países sin mostrar un mínimo de arrepentimiento o de intención de mejorar su propio terrible registro en materia de derechos humanos. Abundantes hechos muestran que en 2014 EEUU, defensor autoproclamado de los derechos humanos, no experimentó ninguna mejora en sus cuestiones de derechos humanos y, por la contra, registró numerosos nuevos problemas. Al tiempo que la situación de los derechos humanos en Estados Unidos se volvía cada vez más grave, violó los derechos humanos en otros países de una manera más descarada y recibió más "tarjetas rojas" en el campo de los derechos humanos internacionales.

EEUU es una nación que se ha visto perseguida por la propagación de las armas de fuego y los frecuentes delitos violentos, que amenazaron los derechos civiles de los ciudadanos. Estadísticas mostraron que el uso de armas de fuego en Estados Unidos estuvo detrás del 69 por ciento de los asesinatos, mientras que en el caso de los robos, la cifra fue del 40 por ciento y en el de los asaltos agravados, del 21,6 por ciento (edition.cnn.com, 24 de septiembre de 2014). El uso excesivo de la fuerza por parte de agentes de policía ha conducido a varias muertes, desencadenando fuertes protestas de la ciudadanía. Michael Brown, un joven afroamericano de 18 años de edad que iba desarmado, murió por los disparos de un agente de policía blanco llamado Darren Wilson en Ferguson, una pequeña localidad de Missouri. Después de que el gran jurado tanto de Missouri como de Nueva York decidiese no presentar cargos contra este policía blanco, estallaron multitudinarias protestas en más de 170 ciudades (cn.nytimes.com, 25 de noviembre de 2014).

Estados Unidos utilizó crueles torturas de forma indiscriminada, en especial aquellas aplicadas por la Agencia de Inteligencia Central (CIA, siglas en inglés). Para obtener información de los sospechosos de terrorismo y extremismo, la CIA empleó métodos brutales, como la privación de sueño, la asfixia simulada por agua, el confinamiento en soledad durante largos periodos de tiempo, golpear contra un muro a los prisioneros, los latigazos, las amenazas de muerte e incluso la hidratación rectal o alimentación rectal. Instituciones emanadas de tratados sobre derechos humanos de las Naciones Unidas, como el Comité de Derechos Humanos de la ONU y el Comité contra la Tortura, han manifestado su preocupación sobre estas cuestiones en EEUU, incluyendo las terribles condiciones de reclusión de los convictos a la espera de ser ejecutados, el abuso de métodos brutales, las detenciones secretas, las detenciones arbitrarias indefinidas y las escuchas ilegales que infringieron la privacidad de la ciudadanía. Estas instituciones instaron a EEUU a realizar una investigación "rápida, efectiva e imparcial" sobre todos los comportamientos brutales y los abusos de la fuerza del cuerpo policial (www.un.org).

EEUU es un país con serios problemas de discriminación racial. La discriminación institucional de las minorías étnicas continuó. Graves prejuicios raciales persistían en los sistemas de la policía y de la justicia. Los grupos minoritarios y los pueblos indígenas están expuestos a injusticias en el medio ambiente, las elecciones, la atención sanitaria, la vivienda, la educación y otros campos. En agosto de 2014, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de las Naciones Unidas, criticó a Estados Unidos en sus conclusiones en el informe periódico sobre el país norteamericano relativo a la implementación de convenciones relevantes por violar los derechos de las minorías étnicas, los pueblos indígenas, los inmigrantes y otros grupos minoritarios. Censuró el hecho de que los miembros de minorías raciales y étnicas seguían siendo arrestados, detenidos y condenados a sentencias más duras de forma desproporcionada (tbinternet.ohchr.org).

El dinero es un factor decisivo en las políticas estadounidenses y los derechos políticos de los ciudadanos de EEUU no fueron protegidos de una forma adecuada. Pese a haber realizado el mayor gasto de la historia en unas elecciones a mitad de mandato, la participación de los votantes en los comicios de 2014 fue la más baja desde la Segunda Guerra Mundial. Se produjo un flujo de dinero de origen oscuro hacia las elecciones y los derechos electorales de las minorías raciales y otros grupos fueron suprimidos de forma intencionada. Unos pocos grupos de interés con poder tuvieron la capacidad de influir en la toma de decisiones del gobierno. Tal y como un renombrado experto destacó, el sistema democrático estadounidense está experimentando una crisis de representatividad. "Los ciudadanos comunes sienten que su supuestamente democrático gobierno ya no refleja realmente sus intereses y está bajo el control de una variedad de élites oscuras" (Foreign Affairs, septiembre/octubre de 2014).

A pesar de que EEUU es el país más desarrollado del mundo, es difícil que los derechos económicos y sociales de sus ciudadanos estén garantizados con solidez. En el proceso de recuperación económica, la desigualdad de los ingresos continuó aumentado, las condiciones básicas de vida de las personas sin hogar se deterioraron, el sistema de atención sanitaria funcionó de forma terrible y el derecho a la educación de los ciudadanos ordinarios fue violado. En octubre de 2014, investigadores especiales de la ONU criticaron que los cortes de agua sin precedentes en Detroit afectaron de forma desproporcionada a la gente más vulnerable y pobre, con lo que se violó su derecho a tener acceso a agua potable y otros derechos humanos internacionales.

Los derechos de las mujeres y los niños estadounidenses no están plenamente protegidos. Las mujeres sufren discriminación en los lugares de trabajo y la violencia doméstica sobre ellas está extendida. Cada año una media de 2,1 millones de mujeres estadounidenses son agredidas sexualmente por hombres. Tres mujeres son asesinadas por su pareja cada día y cuatro fallecen como resultado de los malos tratos cada 24 horas. En el ejército estadounidense, las denuncias de mujeres soldado que están siendo acosadas van en aumento y crece el número de las que se enfrentan a represalias por informar de agresiones. Millones de niños en EEUU no tienen hogar. Tres niños mueren cada día a consecuencia de los malos tratos. La violencia y las agresiones sexuales en las escuelas están extendidas y ocasionalmente se registran tiroteos.

La Agencia de Seguridad Nacional y otros órganos de inteligencia de EEUU espiaron durante mucho tiempo a líderes mundiales y a civiles. Estados Unidos no ha ratificado la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres ni la Convención para los Derechos de los Niños. El gobierno estadounidense a menudo adopta actitudes evasivas o de no cooperación respecto a las críticas del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, los grupos de trabajo del Consejo y los investigadores especiales.

I. Sobre los derechos civiles

En EEUU, los problemas relativos al respeto y la protección de los derechos civiles todavía son serios. La nación se ve afectada por la propagación de las armas, los frecuentes casos de crímenes violentos, un uso excesivo de la fuerza por parte de la policía que infringió los derechos individuales de los ciudadanos, así como por amplias críticas a las escuchas ilegales que vulneraron el derecho a la privacidad de los ciudadanos.

Los derechos civiles están amenazados por los delitos violentos incontrolados. De acuerdo con "El crimen en Estados Unidos", publicado por el FBI, se denunciaron una cantidad estimada de 1.163.146 delitos violentos ante las fuerzas de seguridad en 2013, de los cuales 14.196 eran asesinatos; 79.770, violaciones; 345.031, robos, y 724.149, asaltos agravados (http://www.fbi.gov). Se produjo una cantidad estimada de 367,9 delitos violentos por 100.000 habitantes en 2013. Market Watch anunció cuáles son las 10 ciudades más peligrosas del país (www.marketwatch.com, 20 de noviembre de 2014). En 2013 la última de las 10 fue Birmingham, en Alabama, en donde se denunciaron 1.345 delitos por cada 100.000 habitantes; mientras que en Detroit la cifra fue de 2.072 crímenes violentos por cada 100.000 residentes, la más alta de la nación ese año. En 2014, el total general de delitos violentos de Los Angeles se había incrementado un 7,6 por ciento hasta principios de octubre, en comparación con el mismo momento de 2013 (Los Angeles Times, 4 de octubre de 2014). Se registraron en torno a 1.500 delitos violentos al mes en 2014. Entretanto, la violencia de las bandas registró su máximo histórico en Estados Unidos. Había en ese momento una cantidad estimada de 1,7 millones de miembros de bandas por todo el país (www.insidermonkey.com, 1 de noviembre de 2014).

El incontrolado uso de armas no se contuvo. Pese a que el FBI había puesto en marcha comprobaciones federales del historial para impedir a grupos como fugitivos y criminales comprar armas de fuego, las fuerzas de seguridad locales no informaron de órdenes de arresto a la base de datos que se utiliza para examinar a los compradores de armas (USA Today, 23 de abril de 2014). En consecuencia, decenas de miles de fugitivos, incluidos aquellos que se enfrentan a graves cargos, lograron pasar los controles del historial y compraron armas de fuego. Las estadísticas mostraron que el uso de este tipo de armas estuvo detrás de en torno al 69 por ciento de los asesinatos en Estados Unidos, mientras que en los robos la cifra fue del 40 por ciento y en los asaltos agravados, del 21,6 por ciento (edition.cnn.com, 24 de septiembre de 2014). Un total de 2.215 personas habían recibido disparos en Chicago en los primeros 10 meses de ese año (www.insidermonkey.com, 1 de noviembre de 2014). Se informó de 30 casos de tiroteos en tres días en una semana (projects.aljazeera.com, 19 de noviembre de 2014).

Las fuerzas de seguridad estuvieron dirigidas con un control laxo y algunas de ellas incluso hicieron la vista gorda con los fugitivos. Los agentes de policía hicieron caso omiso de seis crímenes sexuales sobre una base regular. Un informe publicado en noviembre por el inspector general de Nueva Orleans descubrió que, de 1.290 llamadas de ayuda por crímenes sexuales asignadas a cinco detectives de la policía de Nueva Orleans entre 2011 y 2013, un total de 840 fueron calificadas como misceláneas y no se hizo nada. De las 450 llamadas que llevaron a la creación de un informe inicial de investigación, en 271 de los casos no se encontró documentación posterior (The New York Times, 13 de noviembre de 2014). La policía y los fiscales estuvieron permitiendo que decenas de miles de criminales en búsqueda y captura escapasen de la justicia simplemente cruzando la frontera de un estado (USA Today, 12 de marzo de 2014). Una base de datos confidencial del FBI registró 186.873 de estos casos, incluidos más de 3.300 acusados de delitos sexuales. Un total de 78.878 sospechosos de haber cometido crímenes graves no serán extraditados desde estados vecinos (USA Today, 12 de marzo de 2014). La policía indicó que no gastaría tiempo ni dinero para recuperar a los fugitivos que se encuentran en otro estado.

Hubo un uso excesivo de la violencia por parte de la policía. El Wall Street Journal informó el 3 de diciembre de 2014 de que varias de las agencias encargadas de hacer cumplir la ley no habían presentado ante el FBI las estadísticas sobre muertes a manos de agentes en el ejercicio de la aplicación de la ley. La información descubrió que se produjeron al menos 1.800 casos de muertes a manos de agentes en 105 departamentos policiales entre 2007 y 2012. La agencia Associated Press publicó el 7 de diciembre de 2014 que al menos 400 muertes ocurrieron cada año como resultado de las actividades de aplicación de la ley por parte de agentes de la policía estadounidenses, la mayoría de los cuales no fueron procesados. Y a algunos agentes les constan repetidas muertes, a pesar de que fueron investigados por cada caso. Había 55 policías del Departamento de Policía de Nueva York que fueron demandados al menos 10 veces y uno de ellos lo fue en 28 ocasiones. Los Angeles Times informó el 14 de septiembre de que, desde 2004, un comité revisó 809 quejas por uso excesivo de la fuerza o malas conductas en la frontera suroeste, pero ningún agente ha sido castigado.

El 17 de julio de 2014, el residente afroamericano Eric Garner murió asfixiado cuando varios policías blancos de Nueva York lo estaban arrestando. Garner, que no iba armado, levantó las manos durante el proceso y manifestó que no podía respirar en muchas ocasiones. Entonces fue agarrado por detrás con una llave de estrangulamiento que está prohibida, hasta que perdió la consciencia (edition.cnn.com, 3 de diciembre de 2014). Darren Wilson, un agente blanco, hirió mortalmente al dispararle a Michael Brown, un afroamericano de 18 años que no llevaba armas, el 9 de agosto de 2014 en Ferguson, una pequeña localidad de Missouri. Los tiroteos habían generado continuas protestas en Ferguson (The New York Times, 25 de noviembre de 2014). Después de que el gran jurado tanto en Missouri como en Nueva York decidiese no presentar cargos contra el agente de policía blanco, estallaron multitudinarias protestas en más de 170 ciudades (www.mirror.co.uk, 25 de noviembre de 2014). Las protestas fueron reprimidas por las autoridades y la policía arrestó de forma agresiva a ciudadanos en las calles. Algunos residentes de Ferguson fueron detenidos por la policía de forma ilegal y simplemente estaban tratando de regresar a casa cuando fueron arrestados y llevados a una cárcel (www.reuters.com, 2 de diciembre de 2014). Desde agosto de 2014, aproximadamente 300 personas, incluidos residentes locales y activistas, así como organizadores y periodistas que viajaron a Ferguson, habían sido arrestados en medio de las protestas (Chicago Tribune, 1 de diciembre de 2014). El "incidente de Ferguson" fue un amargo resultado del excesivo uso de la fuerza por parte de la policía al aplicar la ley. El New York Daily News publicó el 8 de octubre de 2014 que dos agentes de policía golpearon a un adolescente de 16 años de edad, Karhreem Tribble, con la culata de armas de fuego. El joven tenía varios dientes rotos y la boca hinchada. En otra información al día siguiente, el periódico indicaba que un policía se quedó con 1.300 dólares de un hombre tras darle el alto y cachearlo. Cuando el hombre y su hermana protestaron y trataron de saber su número de placa, el agente roció a ambos con espray de pimienta. Y lo que es más preocupante, el otro policía permaneció alrededor mirando. El 23 de noviembre de 2014, la policía de la ciudad estadounidense de Cleveland, en Ohio, disparó y mató a un niño de 12 años de edad que estaba en un patio agitando en el aire lo que resultó ser una réplica de una pistola (www.foxnews.com, 23 de noviembre de 2014).

Las fuerzas de seguridad desarrollaron escuchas ilegales con las que vulneraron la privacidad de los ciudadanos. El Consejo de Supervisión de las Libertades Civiles y la Privacidad, un órgano independiente federal que vela por la privacidad, concluyó que el programa de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) para registrar masivamente llamadas telefónicas era ilegal (The New York Times, 23 de enero de 2014). El Huffington Post informó el 27 de febrero de 2014 de que el juez de distrito William Martini desestimó un pleito presentado por ocho musulmanes, ratificando el derecho del Departamento de Policía de Nueva York a espiar a las comunidades musulmanas en New Jersey, provocando el enfado de varios grupos de derechos humanos, incluido American Civil Liberties Union. El caso Prism continuó revelando que la NSA espió a los bufetes de abogados estadounidenses mientras representaban a un gobierno extranjero en disputas comerciales con Estados Unidos. El 16 de julio de 2014, la entonces alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, manifestó, en una rueda de prensa sobre el derecho a la privacidad en la era digital que los programas de vigilancia masiva y las políticas relacionadas por parte de "cietos países" no fueron transparentes, creando una interferencia con la privacidad. De acuerdo con Pillay, coaccionar a los proveedores privados para que proporcionen información personal masiva y bases de datos sobre clientes sin que estos sean advertidos o sin su consentimiento fue contra las reglas establecidas en documentos entre los cuales se incluye el Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos (www.ohchr.org, 16 de julio de 2014).

Las cárceles de EEUU estaban saturadas y la violencia y el número de muertes en las mismas fue en aumento. De acuerdo con un informe titulado "Los presos en 2013" del Departamento de Estadísticas de la Justicia, las instalaciones correccionales estatales y federales de Estados Unidos acogían a un número estimado de 1.574.700 presos hasta el 31 de diciembre de 2013, un incremento de 4.300 reclusos en comparación con el cierre de 2012 (www.bjs.gov, 16 de septiembre de 2014). En algunos lugares, las cárceles recurrieron a liberaciones anticipadas debido al incremento de internos. En California, más de 13.500 presidiarios fueron puestos en libertad de forma anticipada cada mes para aliviar la saturación de las cárceles locales, lo que supone un incremento del 34 por ciento sobre los últimos tres años. En el condado de Los Angeles, con una cuarta parte de la población reclusa de toda California, los presos de las prisiones de hombres fueron puestos en libertad a menudo después de cumplir tan solo el 10 por ciento de la condena y las mujeres, tras el 5 por ciento (Los Angeles Times, 17 de agosto de 2014). Debido a una gestión laxa, la violencia en las cárceles brotó con frecuencia. En 2012, 4.309 internos murieron mientras estaban bajo la custodia de cárceles locales o prisiones estatales (www.bjs.gov, 9 de octubre de 2014). El número de muertes en los correccionales locales aumentó desde 889 en 2011 hasta 958 en 2012. En Rikers Island, un extenso complejo carcelario de la ciudad de Nueva York, el uso de la fuerza por parte de los funcionarios de prisiones se disparó casi un 240 por ciento en la última década desde 2004 (The New York Times, 19 de marzo de 2014). En la prisión de mujeres Julia Tutwiler, en Alabama, se produjo una enorme cantidad de quejas por abusos y acosos sexuales con supervisores y guardas implicados. No obstante, los investigadores clasificaron una y otra vez las denuncias como "injustificadas" o "carentes de fundamento" y a menudo recomendaron que se cerrasen los casos sin adoptar más acciones (The Washington Post, 6 de octubre de 2014).

II. Sobre los derechos políticos

Tal y como un renombrado experto en ciencias políticas ha apuntado, el sistema político de los Estados Unidos se ha degradado con el paso del tiempo y, en un ambiente de acusada polarización política, este sistema descentralizado concede demasiada representación a las opiniones de los grupos de interés y las organizaciones activistas (Foreign Affairs, número septiembre/octubre 2014). El antiguo presidente estadounidense Jimmy Carter ha dicho que el mundo ve "una democracia que no funciona" (www.usatoday.com, 11 de octubre de 2013). Esto muestra la raíz institucional por la cual los derechos políticos de los ciudadanos de EEUU no se han protegido de manera efectiva.

El dinero sigue siendo un factor decisivo en la política de EEUU. Se estimó que el gasto total en las elecciones a mitad del mandato presidencial alcanzó casi los 4.000 millones de dólares en todo el país norteamericano, lo que convirtió el proceso electoral en el más caro de su tipo en la historia (www.latimes.com, 28 de octubre de 2014). Grupos externos con agendas políticas se están haciendo con una porción más grande del cheque. Una cantidad de dinero mayor que nunca proviene de fuentes secretas. La influencia del estadounidense común y corriente está disminuyendo (www.usatoday.com, 2 de noviembre de 2014). "K Street", en Washington D.C. y ubicada entre Capitol Hill y la Casa Blanca, se ha convertido en el cuarto centro de poder de los Estados Unidos tras la administración, la legislación y la justicia. Detrás de los grupos de cabildeo legalizados está la manipulación política por parte del dinero y el capital. Las donaciones políticas que las corporaciones realizan sin trabas se han convertido en "sobornos legales" (www.usatoday.com, 11 de octubre de 2013). De acuerdo con un informe de USA Today del 10 de septiembre de 2014, el "dinero negro" ha estado fluyendo en las elecciones desde que una decisión del Tribunal Supremo de 2010 abriera las compuertas a las donaciones políticas. En la temporada de campaña de 2014, se han gastado más de 53 millones de dólares, en comparación con los 16 millones que se gastaron en 2010 (www.usatoday.com, 10 de septiembre de 2014). Todo lo equivocado de las campañas electorales -las grandes sumas de dinero, los intereses especiales y los anuncios publicitarios en que se atacan unos a otros en televisión- han infectado asimismo las campañas judiciales. El gasto por parte de grupos externos para elegir jueces se ha multiplicado por ocho en 2012 en comparación con hace diez años (www.usatoday.com, 28 de octubre de 2014). Según un académico del derecho, los grupos de interés pueden influir en los miembros del Congreso legalmente simplemente a través de donaciones y esperando a que les hagan favores sin especificar. El proceso democrático ha sido corrompido o secuestrado. En los Estados Unidos de hoy en día, las élites hablan el idioma de la libertad, pero están perfectamente encantados de acomodarse en el privilegio (Foreign Affairs, número septiembre/octubre 2014).

Los derechos al voto de las minorías raciales y otros grupos están siendo reprimidos. Los sondeos a pie de urna preliminares para las elecciones a mitad del mandato presidencial de 2014 muestran que los votantes negros supusieron el 12 por ciento, un descenso con respecto al 13 por ciento de las elecciones presidenciales de 2012. Los votanes hispanos cayeron desde un 10 por ciento en 2012 a un 8 por ciento y la proporción de votantes asiáticos se redujo igualmente a un 2 por ciento desde el 3 por ciento anterior (www.usatoday.com, 5 de noviembre de 2014). En 2014, el Tribunal Supremo dijo que Tejas podía poner en uso su controvertida nueva ley de identificación de votantes en las elecciones de noviembre. Alrededor de 600.000 votantes, muchos de ellos negros o latinos, podrían ser rechazados en las urnas por carecer de identificaciones aceptables (www.dailymail.co.uk, 18 de octubre de 2014). Los defensores del derecho al voto se han alzado en armas contra los factores socioeconómicos y raciales de estas nuevas restricciones (www.upi.com, 3 de noviembre de 2014). Además, la inhabilitación criminal aparta a enormes franjas de la sociedad del proceso democrático como consecuencia colateral de las condenas criminales. Unos 5,85 millones de estadounidenses no pueden votar debido a una condena criminal anterior. Muchos ciudadanos inhabilitados viven en Iowa, Kentucky o Florida, los tres estados con políticas extremas de inhabilitación de por vida de cualquier persona condenada por un delito (www.aclu.org, 17 de noviembre de 2014).

Los ciudadanos estadounidenses han perdido confianza en las políticas electorales. De acuerdo con la mayoría de las encuestas, los estadounidenses contemplaron las elecciones de 2014 con un estado de ánimo decaído. Dos tercios dicen que el país ha tomado el rumbo equivocado (www.usatoday.com, 2 de noviembre de 2014). Según un reportaje del Huffington Post del 2 de diciembre de 2014, solo un 9 por ciento de los estadounidenses le daba un aprobado al Congreso en las semanas previas a las elecciones de mitad del mandato presidencial (www.huffingtonpost.com, 2 de diciembre de 2014). En contraste con el elevado coste, la tasa de votación de las elecciones de mitad de mandato presidencial en 2014 fue el más bajo que se ha registrado en cualquier proceso electoral desde la Segunda Guerra Mundial. A fecha del 3 de noviembre de 2014, únicamente el 36,4 por ciento de la población en edad de votar ejercía su derecho. Indiana registró el resultado más bajo, con una participación de solo un 28 por ciento de los ciudadanos con derecho a voto (www.washingtonpost.com, 10 de noviembre de 2014).

III. Sobre los derechos económicos y sociales

A pesar de la gradual recuperación de la economía estadounidense en 2014, el desempleo y la pobreza todavía amenazaron el derecho básico a la supervivencia de las personas en EEUU. Las condiciones de vida de la gente sin hogar se han deteriorado de manera continua; la brecha de ingresos y propiedades causada por la desigualdad distributiva ha seguido ampliándose; los derechos de las personas corrientes a la salud y la educación no estaban bien garantizados, ya que los recursos se pusieron más frecuentemente al servicio de los ricos.

El desempleo supuso una amenaza al derecho básico de las personas a la supervivencia. De acuerdo con las cifras dadas a conocer por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, siglas en inglés), la tasa de desempleo en enero de 2015 en EEUU se situaba en el 5,7 por ciento, con alrededor de 9 millones de personas sin trabajo y 2,8 millones de ellas sin haber estado empleadas por un plazo de 27 semanas o más. La tasa de desempleo entre los jóvenes, del 18,8 por ciento, se incrementó en enero (www.bls.gov). Aunque el desempleo en general descendió en los Estados Unidos en 2014, 7 millones de ciudadanos solo pudieron encontrar trabajos a tiempo parcial. El número de personas trabajando a tiempo parcial de forma involuntaria era más de un 50 por ciento superior a cuando se inició la recesión, y casi el 30 por ciento de los trabajadores a tiempo parcial involuntarios estuvieron desempleados durante tres meses o más a lo largo de un año (money.cnn.com, 20 de noviembre de 2014). El riesgo de desempleo forzó a más gente a trabajar en puestos peligrosos. Los datos del BLS muestran que 734 trabajadores contratados murieron en su puesto en los EEUU en 2013, un incremento del 35 por ciento con respecto a 2011. Desde 2004, se ha presentado repetidamente ante el Congreso una ley de Protección de los Trabajadores de Estados Unidos, pero nunca se ha aprobado (www.wsws.org, 15 de octubre de 2014).

La tasa de pobreza se mantuvo alta. Investigaciones muestran que más del 14,5 por ciento de los estadounidenses (aproximadamente 45 millones) vivía por debajo de la línea de pobreza en 2013, incluyendo un 27,2 por ciento de los afroamericanos (unos 11 millones). Un 42,5 por ciento de las familias afroamericanas de madre soltera, y un 14,6 por ciento de las personas de 65 años o más (alrededor de 6,5 millones) vivían en pobreza (www.huffingtonpost.com, 16 de septiembre de 2014; seniorjournal.com, 17 de octubre de 2014). La elevada tasa de pobreza provocó que uno de cada siete estadounidenses dependiera de los almacenes de comida y los programas de servicios de alimentos para alimentarse a sí mismos y a sus familias (www.usatoday.com, 17 de agosto de 2014). Cerca de uno de cada cinco neoyorquinos, 1,4 millones de personas, dependían de almacenes de alimentos y comedores benéficos en la ciudad para poder comer. La cifra supone un aumento de 200.000 personas en un plazo de cinco años (the New York Daily News, 17 de marzo de 2014). Alrededor de 322.300 personas en 17 condados del nordeste de Florida tuvieron que recurrir a alamacenes de alimentos y programas de servicios de comidas para alimentarse a sí mismos y a sus familias, de los cuales un 29 por ciento eran menores de 18 años (www.feedingnefl.org, 27 de agosto de 2014). El 20 de octubre de 2014, el Relator Especial del derecho de los seres humanos a un agua potable segura y la recogida de basuras y el Relator Especial a una vivienda adecuada de la ONU expresaron sus preocupaciones en relación con el corte del suministro de agua a las familias que no podían pagar el recibo en la ciudad de Detroit, considerando la medida una violación del derecho al acceso a agua potable y de otros derechos humanos básicos internacionales.

Las condiciones de vida básicas de las personas sin hogar se han deteriorado. Según las estadísticas, la población de personas sin hogar superaba los 610.000 individuos en los EEUU en 2014, incluyendo altos niveles de menores, jóvenes y veteranos indigentes (america.aljazeera.com, 28 de mayo de 2014). En los últimos años, la cifra de personas sin hogar en Nueva York ha alcanzado los niveles más altos desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado. En septiembre de 2014, había un número récord de 58.056 indigentes, incluyendo 24.631 menores (www.coalitionforthehomeless.org). Se estima que 850 familias en Washington D.C. pasarían a un estado de indigencia en el invierno de 2014, un aumento del 16 por ciento con respecto al año anterior (the Washington Post, 14 de octubre de 2014). Sin embargo, el número de ciudades que prohibían dormir en vehículos pasó de 37 en 2011 a 81 en 2014 y el de las que prohibía sentarse o tumbarse en espacios públicos se incrementó de 70 en 2011 a 100 en 2014 (www.usatoday.com, 16 de julio de 2014). En los EEUU, 21 ciudades han conseguido aprobar legislaciones prohibiendo o restringiendo la capacidad de las organizaciones para compartir comida con la población de personas sin hogar en espacios públicos, de acuerdo con un informe de la Coalición Nacional para los Indigentes (www.theguardian.com, 30 de noviembre de 2014). La ciudad de San Jose, en California, es conocida como uno de los lugares más opulentos del mundo. Sin embargo, San Jose y el condado de Santa Clara, que lo rodea, calcularon la presencia de casi 7.600 personas sin hogar en 2013. A principios de diciembre de 2014, los funcionarios de la ciudad planeaban comenzar a clausurar los campamentos construidos por los indigentes a lo largo de la ribera de un río. La mayoría de las personas dijeron que no sabían qué iban a hacer (Los Angeles Times, 4 de diciembre de 2014).

La desigualdad de ingresos ha crecido de manera constante. Durante la pasada década, los ingresos de los más ricos de EEUU han crecido en un 86 por ciento, mientras que los del resto de residentes lo han hecho a poco más del 6 por ciento, según un informe de un medio de comunicación (www.aljazeera.com, 8 de enero de 2014). Un estudio del Centro de Investigaciones Pew mostraba que el porcentaje de personas que se clasificaban a sí mismas como clase media se redujo al 44 por ciento en 2014, en comparación con el 53 por ciento registrado en 2008. Al mismo tiempo, la investigación ponía de manifiesto que aquellos que se clasificaban como clase media-baja o baja habían aumentado hasta el 40 por ciento desde el 25 por ciento (www.usatoday.com, 25 de septiembre de 2014). En 2013, la diferencia de ingresos entre los ricos y los pobres del país fue la más alta en casi 80 años (www.washingtonpost.com, 2 de septiembre de 2014). En 2014, el 65 por ciento de los estadounidenses creía que la desigualdad estaba aumentando (www.pewtrusts.org, 11 de junio de 2014).

El sistema sanitario fue incapaz de proteger de manera amplia el derecho a la salud de los ciudadanos. De acuerdo con los más recientes hallazgos del Common Wealth Fund, el sistema sanitario de los EEUU tiene los resultados de salud menos eficientes, menos justos y peores de entre los 11 países encuestados. Los estadounidenses cuentan con la mayor tasa de mortalidad, la más alta tasa de mortalidad infantil y la peor salud a la edad de 60 años. No obstante, los estadounidenses pagan más del doble que los residentes de esas otras naciones (edition.cnn.com, 24 de junio de 2014).

Las estadísticas revelan que cada año, alrededor de 42,5 millones de estadounidenses adultos (o el 18,2 por ciento de la población total de adultos en los EEUU) sufren alguna enfermedad mental, tal como depresión, desorden bipolar o esquizofrenia (www.newsweek.com, 28 de ferbrero de 2014). En torno a 3,7 millones de estadounidenses con graves enfermedades mentales, desórdenes psicológicos o de abuso de sustancias carecen de cobertura sanitaria (www.pewtrusts.org, 8 de abril de 2014). En EEUU se produce un suicidio cada 13 minutos. Las casi 40.000 vidas perdidas cada año convierten al suicidio en la segunda causa de muerte entre las edades de 15 y 34 años (USA Today, 10 de octubre de 2014). A pesar del insuficiente cuidado sanitario, desde comienzos de 2010 se han cerrado 43 hospitales rurales, cada uno de los cuales servía a 10.000 personas, que son los más vulnerables de la sociedad (USA Today, 14 de noviembre de 2014).

El derecho a la educación de la gente común no está protegido de manera eficiente. Un estudio de la New American Foundation descubrió que el 69 por ciento de las universidades privadas pedía en 2012 a los estudianes cuyas familias ganaban 30.000 dólares o menos que utilizaran la mitad de los ingresos en costes de matrícula. Las oportunidades de acceso a la universidad estaban limitadas a quellos que eran suficientemente acomodados para permitírselo debido a los elevados costes de matriculación (www.businessweek.com, 18 de septiembre de 2014). Según las estadísticas, actualmente, el 29 por ciento de los jóvenes estadounidenses tiene menos educación que sus padres. En toda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un promedio del 70 por ciento de los niños de tres años está matriculado en programas educativos, mientras que en EEUU el porcentaje es del 38 por ciento (cn.nytimes.com, 29 de octubre de 2014).

IV. Sobre la discriminación racial

La discriminación racial ha sido durante mucho tiempo un problema crónico en el registro de Derechos Humanos en EEUU. Afrontando la discriminación laboral y salarial, las minorías étnicas están atrapadas en la pobreza más grave. En 2014, los múltiples casos de asesinatos caprichosos de afroamericanos por parte de la policía han desatado enormes oleadas de protestas, poniendo en duda la "igualdad" racial en EEUU y aumentando los factores del odio racial.

Los prejuicios raciales en la aplicación de la ley y el sistema judicial son muy visibles. Comparado con otros grupos étnicos, los afroamericanos tiene más posibilidades de ser víctimas de un tiroteo policial. Los asesinatos policiales de afroamericanos durante la aplicación de la ley se han convertido en "normales" en EEUU. Según un análisis de datos recopilados a nivel federal, los hombres jóvenes negros tienen más en riesgo de ser tiroteados por los cuerpos de seguridad que sus pares blancos, con una probabilidad 21 veces mayor. De los 1.217 casos de tiroteo mortal entre el año 2010 y el año 2012, recopilados a nivel federal, la tasa de asesinados entre los afroamericanos de entre 15 a 19 años fue de 31,17 por millón, mientras que la tasa de asesinados de sus pares blancos, sólo 1,47 por millón. (www.propublica.org, 10 de octubre de 2014). Todas las víctimas de las muertes más sonadas provocadas por la policía en 2014 eran afroamericanas. El incidente anteriormente mencionado de Ferguson expuso la peculiaridad, gravedad y complejidad del problema de los Derechos Humanos en EEUU provocado por la discriminación racial institucional del país. El caso también es una erupción del problema de la discriminación racial en la aplicación de la ley y el sistema judicial. Las protestas sucedidas a lo largo de EEUU estaban dirigidas contra la aplicación de la ley violenta y la injusticia, así como el problema mayor que representa la discriminación racial. Cuando comentaba los casos de Ferguson y otros lugares, un político americano aseguró que el sistema de justicia criminal en EEUU estaba "desequilibrado" (www.washingtonpost.com, 4 de diciembre de 2014). En medio de las protestas generalizadas contra la injusticia judicial en este caso, se produjo el tiroteo mortal de Rumain Brisbon, otro hombre afroamericano, por parte de un policía blanco en Phoenix, Arizona. "Da la impresión de que se ha abierto la veda para matar a hombres afroamericanos", comentaron algunos (www.usatoday.com, 4 de diciembre de 2014).

Las minorías étnicas son el objetivo de las operaciones encubiertas de la aplicación de la ley. El Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) fijó de una forma abrumadora sus objetivos en minorías raciales y étnicas al expandir sus controvertidas operaciones encubiertas al ámbito de la droga. Al menos un 91 por ciento de los detenidos en estas operaciones procedían de minorías raciales o étnicas, y casi todos eran negros o hispanos (www.usatoday.com, 20 de julio de 2014). Cerca de un cuarto de la población de Boston es negra, pero los residentes de color representan el 63 por ciento de los que son parados y cacheados por el Departamento de Policía de Boston (www.washingtonpost.com, 8 de octubre de 2014). Los afroamericanos tienen muchas más posibilidades de ser detenidos que otro grupo racial en EEUU. Más de 1.581 departamentos de policía a lo largo de EEUU arrestaron a afroamericanos un promedio tres veces superior que a la gente de otras razas. Al menos 70 departamentos detuvieron a afroamericanos a una tasa diez veces mayor que a otros. Según los informes enviados por la policía de Dearborn, la tasa de arrestados afroamericanos, comparada con la población de la ciudad, era 26 veces superior que la de otras razas (www.usatoday.com, 18 de noviembre de 2014). Según un estudio del Instituto Vera de Justicia, en Manhattan, la raza es un factor significativo estadísticamente en muchos de los momentos discrecionales que existen en los procedimientos de justicia criminal, desde la fianza, hasta la negociación de cargos y la condena. Un profesor de Derecho en la Universidad de Harvard ha criticado que "los negros no son todavía ciudadanos de pleno derecho" y que "los profundamente arraigados prejuicios han hecho que la gente negra, particularmente los jóvenes, sean considerados presuntos delincuentes fuera de los límites de la plena ciudadanía" (www.ft.com, 17 de agosto de 2014). El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra´ad Al Hussein, ha instado a las autoridades estadounidenses a "que lleven a cabo exámenes profundos sobre cómo los asuntos vinculados a la raza están afectando a la aplicación de la ley y administración de la justicia, tanto a nivel federal como estatal" (www.un.org, 25 de noviembre de 2014).

Las minorías étnicas están afrontando una discriminación laboral y salarial. Los datos del Buró de Estadísticas Laborales revelaron que en octubre de 2014, la tasa de desempleo entre los americanos blancos era del 4,6 por ciento, mientras que la cifra entre los afroamericanos era del 10,7 por ciento (informe USDL-15-0158 del Buró de Estadísticas Laborales www.bls.gov, 6 de febrero de 2015). En Texas, los afroamericanos entre 18 y 34 años cuentan con una tasa de desempleo del 18 por ciento, mientras que la cifra entre los adultos blancos se sitúa en el 7 por ciento (www.houstonchronicle.com, 6 de enero de 2015). La discriminación religiosa en el trabajo es también grave. Los musulmanes eran los que menos posibilidades tenían de ser contactados por los empleadores, y los ateos y de otras religiones también eran poco populares (www.washingtonpost, 18 de junio de 2014). Los trabajadores negros están concentrados en ocupaciones de poco prestigio y bajos salarios (www.msnbc.com, 6 de agosto de 2014). Las principales firmas tecnológicas han comenzado a reconocer el hecho de que los negros e hispanos están enormemente infrarrepresentados entre sus mandos. No aparecen afroamericanos e hispanos en los equipos de gestión de las principales compañías tecnológicas. Un informe encontró que de los 307 altos ejecutivos de 22 compañías, seis eran negros y tres hispanos, lo que supone menos del tres por ciento (www.usatoday.com, 13 de noviembre de 2014). Sólo un 1 por ciento del personal tecnológico de Google es negro (www.washingtonpost.com, 29 de mayo de 2014). Hispanos, asiáticos y afroamericanos también son objeto de frecuentes discriminaciones salariales. Un informe del Instituto Americano de Investigación Económica reveló que los hispanos ganaron de media 16.353 dólares menos al año que sus colegas de otras razas. En los mismos puestos de alta cualificación como programadores y desarrolladores de programas, los asiáticos ganaron 8.146 dólares menos que los blancos, y los negros 3.656 dólares menos que los blancos. "En cada punto del proceso de contratación se deslizan prejuicios ocultos"(www.usatoday.com, 10 de octubre de 2014).

La pobreza de los grupos minoritarios está empeorando. Cerca del 17 por ciento de los americanos son hispanos, pero los hispanos están sobrerrepresentados entre las personas con menos poder adquisitivo, suponiendo el 28,1 por ciento de los más de 45 millones de pobres americanos y el 37 por ciento de los 14,5 millones de niños en la pobreza. Entre el grupo de mayores, más de 65 años, los hispanos copan el porcentaje más alto de pobres de cualquier grupo racial o étnico. Un 20 por ciento de los hispanos en este grupo de edad es pobre, comparado con el 10 por ciento a lo largo de la nación (www.pewresearch.org, 19 de septiembre de 2014). Cerca del 60 por ciento de los residentes de los refugios son minorías, con los afroamericanos teniendo tres veces más posibilidades de no tener techo frente al total de la población de EEUU. Los niños negros de menos de cinco años tienen 29 veces más probabilidades de acabar en un refugio de emergencia que sus pares blancos (www.christianpost.com, 27 de noviembre de 2014).

La discriminación racial planta la semilla de los crímenes vinculados con el odio racial. Según el Centro Legal contra la Pobreza en el Sur, la cifra de grupos de odio en el país ascendió de 602 en 2000 a 939 en 2013. Un informe anual de las víctimas de crímenes del Departamento de Justicia encontró que se cometieron más de 293.000 crímenes de odio en 2012, lo que da una media de 800 al día. Cerca del 20 por ciento de los autores de estos delitos tenían 17 años o menos (www.usatoday.com, 16 de abril de 2014). El 13 de abril de 2014, Frazier Glenn Cross, un supremacista blanco de 73 años, disparó y mató a tres personas en dos lugares judíos de la ciudad de Kansas y su área metropolitana (edition.cnn.com,14 de abril de 2014).

El 2014 marcó el 50 aniversario de la promulgación del Acta de los Derechos Civiles de 1964. Según un informe del Centro de Investigación Pew, sólo un 45 por ciento de los norteamericanos señalaron que EEUU ha hecho progresos sustanciales respecto a la igualdad social desde este evento. Una encuesta de CBS News encontró que un 46 por ciento aseguraron que siempre habría muchos prejuicios y discriminación (www.pewresearch.org, 9 de abril, 2014).

V. Sobre los derechos de las mujeres y los niños

EEUU no respetó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres y la Convención de los Derechos del Niño. En EEUU, la propensión femenina a la pobreza, discriminación en el trabajo, violencia doméstica y acoso sexual fue preocupante. Los derechos de los niños a la vida y a la salud estuvieron amenazados bajo el manto de la violencia escolar, abusos sexuales, violencia con armas y entornos de trabajo peligrosos.

Un gran número de mujeres y niños vivieron en la pobreza. Según las estadísticas, cerca de 42 millones de mujeres (cerca de una de cada tres féminas americanas) y 28 millones de niños vivieron en la pobreza o estuvieron a punto de entrar en ella (www.time.com, 13 de enero de 2014). Uno de cada 30 muchachos americanos no tuvo hogar, y los pequeños sin techo se incrementaron en 31 estados y el Distrito de Columbia, según un informe publicado por el Centro Nacional de Familias sin Hogar (www.theguardian.com, 17 de noviembre de 2014).

Las mujeres afrontaron una discriminación salarial. Cerca de dos tercios de los empleados que percibieron el salario mínimo eran mujeres, y estos trabajadores no recibieron dinero si enfermaban. De media, la mujer ganó 77 centavos por cada dólar que el hombre percibió, y esta cifra fue menor para las negras y latinas. Las mujeres afroamericanas recibieron sólo 64 centavos y las hispanas sólo 55 centavos por cada dólar que le abonaron a un hombre blanco (www.time.com, 13 de enero de 2014). En casi todas las categorías laborales, de media, la mujer ganó menos que su par masculino. Incluso en aquellas labores con bajos salarios con una presencia femenina muy alta, como la enfermería, los hombres cobraron más (www.thinkprogress.org, 8 de abril de 2014).

Los informes de mujeres soldados que sufrieron acoso aumentaron. En un día normal en el Ejército de EEUU se informó de al menos 16 asaltos sexuales. Según un informe de RAND, se registraron 13.000 incidentes de "contacto sexual no deseado" durante los 12 meses anteriores al 30 de septiembre de 2014 (www.usatoday.com, 7 de noviembre de 2014). Según el documento divulgado por el Departamento de Defensa de EEUU, se registraron un total de 5.983 incidentes de asaltos sexuales en el año fiscal que acabó en septiembre de 2014, más de un 8 por ciento frente al año fiscal de 2013 (www.america.aljazeera.com, 4 de diciembre de 2014). El 62 por ciento de las víctimas aseguraron que afrontaron repercusiones por informar de los asaltos (www.bbc.com, 5 de diciembre de 2014).

La violencia doméstica fue frecuente. Según los datos del Buró de Estadísticas Judiciales del Departamento de Justicia, el número estimado de incidentes de violencia doméstica por año fue de cerca de 960.000. Las mujeres supusieron el 85 por ciento de las víctimas. De media, tres féminas fueron asesinadas por sus compañeros diariamente, mientras que cuatro mujeres y tres niños fallecieron cada día como resultado de los abusos. Cada año, un total de 2,1 millones de americanas fueron asaltadas por hombres (www.statisticbrain.com, 5 de septiembre de 2014). Desde 2014, más de 1.000 quejas sobre maltratos a niños en hogares de acogida en California languidecieron tras pasar la fecha final para completar las investigaciones (Los Ángeles Times, 13 de septiembre de 2014).

Los asuntos de violencia escolar con armas y acoso sexual fueron graves. Sólo en las primeras seis semanas de 2014, se produjeron 13 tiroteos escolares, incluido un periodo de ocho días durante el cual se registraron cuatro en escuelas K-12 (www.everytown.org, 5 de febrero de 2014). La tarde del 17 de enero de 2014, un chico y una chica, ambos de 15 años, recibieron disparos en dos refriegas con armas en centros escolares en Philadelphia (Washington Daily News, 18 de enero de 2014). La violencia sexual en las escuelas secundarias americanas fue asombrosa. Según un informe de la Asociación Americana de Mujeres Universitarias, en una escuela cualquiera, cada año el 58 por ciento de las alumnas de 7 a 12 grado sufrió acoso sexual. Una de cada cinco chicas de secundaria aseguró que había sido asaltada sexualmente en el centro y una de cada 8 afirmó haber sido violada. Un experto señaló que el informe reveló la sorprendente generalización de este problema (www.america.aljazeera.com, 14 de noviembre de 2014). Una cultura de violencia sexual se cirnió sobre los campus americanos, pero las instituciones de enseñanza superior americanas fracasaron en tratar con ella apropiadamente (Wall Street Journal, 30 de septiembre de 2014).

Los niños que trabajan estuvieron vinculados a tareas peligrosas. La Ley Laboral americana permite a los jóvenes tener un empleo, siempre que cuenten con el permiso de sus padres y si las tareas no entran en conflicto con las horas escolares. Esto significa que es perfectamente legal que un niño de 12 años trabaje de 50 a 60 horas en las plantaciones de tabaco. Basándose en las entrevistas con 141 niños recolectores de entre 7 y 17 años en los cuatro principales estados productores del país: Carolina del Norte, Kentucky, Tennesse y Virginia, cerca de tres cuartos de los entrevistados aseguraron sentirse enfermos, con náuseas, vómitos, dolores de cabeza, mareos, dificultad al respirar y otras dolencias serias mientras trabajaron en las plantaciones. Muchos de estos síntomas concordaron con la intoxicación aguda de nicotina (www.politico.com, 16 de septiembre, 2014).

VI. Sobre las violaciones de los derechos humanos de otras naciones

EEUU lleva mucho tiempo negándose a aprobar algunas convenciones sobre derechos humanos esenciales de las Naciones Unidas, y ha votado en contra de ciertas resoluciones importantes en materia de derechos humanos. Aún más, EEUU ha llegado incluso a violar los derechos humanos de otros países, incluyendo pinchar los teléfonos de ciudadanos de dichos países, violar su privacidad, asesinar a civiles inocentes en ataques con vehículos aéreos no tripulados autorizados por el gobierno estadounidense, así como incidentes de violaciones y asesinatos cometidos por soldados estadounidenses acantonados en el extranjero.

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha abusado de crueles métodos de tortura. En diciembre de 2014, la prisión militar de la bahía de Guantánamo todavía retenía a 136 prisioneros (www.latimes.com, 8 de diciembre de 2014). Según el informe sobre el programa de interrogación de la CIA elaborado por el Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia y hecho público el 9 de diciembre, la CIA pagó a contratistas 80 millones de dólares para buscar maneras de torturar a las personas. Con el fin de conseguir información de sospechosos de terrorismo y extremismo, la CIA empleó métodos brutales como la privación el sueño, el ahogamiento simulado, el confinamiento solitario a largo plazo, golpear a los prisioneros contra las paredes, los latigazos, las amenazas de muerte e incluso la "rehidratación rectal" o alimentación rectal (www.intelligence.senate.gov, 3 de diciembre de 2014). Khalid Sheikh Mohammed, un prisionero retenido por la CIA en Afganistán, fue sometido 183 veces a ahogamientos simulados (www.foxnews.com, 1 de abril de 2014). Según los registros de la CIA, incluso los propios agentes que llevaron a cabo los ahogamientos simulados no se sentían cómodos, afirmando que casi llegaron a vomitar, quisieron llorar o sintieron asfixia (www.intelligence.senate.gov, 3 de diciembre de 2014). Algunos detenidos fueron sometidos también a abusos sexuales en prisión. Mohamedou Ould Slahi, que fue encerrado en Guantánamo durante 12 años sin juicio y a pesar de la escasez de pruebas en su contra, publicó un diario que escribió sobre sus torturas en prisión. Según lo referido por Der Spiegel, se emplearon contra él métodos de tortura tales como las palizas, el ayuno forzado, la prohibición de rezar y los abusos sexuales (www.spiegel.de, 20 de enero 2015). Como afirmaba el LA Times en un editorial, el informe mostraba la vergüenza de EEUU post 11 de septiembre y repugnantes detalles de torturas. El 9 de abril de 2014, EEUU ejecutó al ciudadano mexicano Ramiro Hernández Llanas sin haberle garantizado el acceso a la asistencia consular de su país, violando así la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares. El portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos criticó a EEUU y dijo que la ejecución de un ciudadano extranjero privado de sus derechos a obtener la asistencia consular constituye una privación arbitraria de la vida, lo que viola la ley internacional, incluido el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

El programa de vigilancia masiva ha violado la soberanía los derechos civiles de otros países. Desde que Edward Snowden denunciara el programa PRISM de obtención de datos de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) en junio de 2013, se han ido revelando más programas de vigilancia y a mayor escala. La NSA interceptó las conversaciones telefónicas de 35 líderes mundiales, incluyendo el secretario general de las Naciones Unidas, la canciller alemana y la presidenta brasileña (www.theguardian.com, 25 de octubre de 2013). Según un reportaje del Washington Post del 2 de enero de 2014, la NSA tenía un proyecto de desarrollo de ordenador cuántico llamado "Penetrando Objetivos Duros" destinado a descifrar cualquier tipo de codificación empleada para proteger registros bancarios, médicos, empresariales y gubernamentales en todo el mundo (www.washingtonpost.com, 2 de enero de 2014). En otro proyecto denominado "Quantum", EEUU colocó tableros de circuito micro o tarjetas de memoria USB en casi 100.000 ordenadores de todo el mundo mediante los canales de "espías, fabricantes de ordenadores y usuarios inconscientes" para obtener los datos de estos ordenadores vía ondas de radio emitidas por estos aparatos, y lanzar ataques cibernéticos contra determinados ordenadores (www.washingtonpost.com, 4 de enero de 2014 y www.huffingtonpost.com, 14 de enero de 2014). Otro programa con el nombre en clave de "Dishfire" recogía más de 200 millones de mensajes de texto al día de todo el mundo, mientras el "Prefer" llevaba a cabo análisis automatizados de estos mensajes para conseguir información sobre la localización, las redes y los detalles de las transacciones con cartas de crédito de los usuarios (www.theguardian.com, 6 de enero de 2014).

El uso frecuente de vehículos aéreos no tripulados ha provocado numerosos civiles muertos y heridos en otros países. Las estadísticas muestran que hasta el 24 de noviembre de 2014, los drones estadounidenses habían causado la muerte de 1.147 personas en los intentos de atacar a sólo 41 hombres, lo que significa que por cada "chico malo" perseguido por EEUU, 28 civiles inocentes, incluidos mujeres y niños, fueron asesinados (www.theguardian.com, 14 de noviembre de 2014). En Yemen, los bombardeos con drones y ataques aéreos de EEUU mataron entre 753 y 965 personas, de los que al menos 81 eran civiles, entre comienzos de 2014 y mediados de abril (www.washingtonpost.com, 11 de septiembre de 2014).

Las tropas estadounidenses en el extranjero violan a menudo los derechos humanos. El 25 de julio de 2014, dos soldados estadounidenses acantonados cerca de la ciudad septentrional italiana de Vicenza, Gray Lamarcus e Ides McCough, fueron acusados de violar y golpear a una mujer embarazada rumana (www.thedailybeast.com, 25 de julio de 2014). La policía de Filipinas también acusó a Joseph Scott Pemberton, un marino estadounidense, de asesinar a un transexual el 15 de octubre de 2014 (www.cbsnews.com, 15 de octubre de 2014).

EEUU sigue su propio camino en lo referente a las resoluciones internacionales sobre los derechos humanos. Hasta ahora, sigue negando que el derecho al desarrollo forme parte de los derechos humanos. Durante la 27ª sesión del Consejo de Derechos Humanos celebrada en septiembre de 2014, cuando fue sometido a votación un proyecto de resolución sobre el derecho al desarrollo, EEUU fue otra vez el único país que votó en contra (www.ohchr.org, resolución adoptada A/HRC/RES/27/2). Aunque EEUU firmó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1977, no lo ha ratificado hasta ahora. A pesar de proclamar que valora los derechos de mujeres y niños, EEUU tampoco ha ratificado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer 34 años después de haberla firmado, ni la Convención sobre los Derechos del Niño19 años después de haberla firmado. Además, EEUU también muestra una actitud inactiva en lo que se refiere a la deuda externa y los derechos humanos para evadir su responsabilidad, votando dos veces contra el proyecto de resolución sobre "los efectos de la deuda externa en el pleno goce de todos los derechos humanos" en las reuniones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo y septiembre de 2014 respectivamente (Documento de la ONU A/HRC/RES/25/16).

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