BEIJING, 11 jun (Xinhua) -- El hambre y la pobreza son lacras de un mundo cada día más dinámico y rico, y su erradicación ha sido la tarea más significativa de toda la humanidad.
La comunidad internacional nunca ha cesado en sus esfuerzos para erradicar ambos fenómenos y reducir a la mitad la proporción de personas desnutridas desde 1990 hasta la fecha límite de 2015 es uno de sus objetivos más valientes.
La ambiciosa meta, conocida como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), se fijó en la Cumbre Mundial de los Alimentos (CMA) en 1996 y, desde su origen, ha provocado muchas dudas y preguntas.
China, el país más poblado del mundo, cuenta con un gran número de personas pobres y su empeño por sacarlas de la pobreza supone una gran contribución a los esfuerzos conjuntos del mundo.
GRAN EXITO EN EL PAIS
China ha dedicado grandes esfuerzos al fomento de sus políticas agrícolas y la mejora de la infraestructura, la tecnología y los equipos en la agricultura, para fortalecer el apoyo a los campesinos y la productividad.
Todo esto ha conducido a una mejora significativa de la seguridad alimentaria mundial.
Según las más recientes estimaciones de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), China fue capaz de reducir el porcentaje de desnutrición en su sociedad del 23,9 por ciento en 1990-92 al 9,3 por ciento en 2014-16.
Durante igual periodo, China bajó el número absoluto de personas afectadas por el hambre de 289 millones a 133,8 millones.
El éxito ha sido reconocido por la ONU. China recibió el pasado domingo un diploma de reconocimiento en la sede de la FAO en Roma por cumplir los ODM, o reducir a la mitad el número absoluto de personas afectadas por el hambre para 2015.
Garantizar la seguridad alimentaria siempre ha sido una prioridad del gobierno chino, manifestó el vicepremier chino, Wang Yang, tras recibir el diploma en nombre de su país.
CONTRIBUCION MAS ALLA DE SUS FRONTERAS
El alivio del hambre y la reducción de la pobreza, dos grandes desafíos mundiales, son responsabilidades compartidas de toda la comunidad internacional, afirmó el primer ministro chino, Li Keqiang, en su discurso en la sede de la FAO la víspera del Día Mundial de la Alimentación en octubre pasado.
Más de 800 millones de personas en el mundo sufren aún de la falta de alimentos o malnutrición, advirtió Li, instando a la comunidad internacional a profundizar la cooperación agrícola y conceder gran atención a los países en vías de desarrollo, particularmente a los menos desarrollados.
El premier anunció entonces la decisión de China de donar 50 millones de dólares estadounidenses en los siguientes cinco años a la FAO para apoyar a los países en vías de desarrollo en la creación de sistemas de alimentación sostenibles y cadenas de valores agrícolas inclusivas.
El pasado domingo, al margen del encuentro de reconocimiento de la FAO, China y el organismo de la ONU firmaron formalmente el acuerdo relacionado con los 50 millones de dólares.
Esta nueva contribución china al Fondo Fiduciario FAO-China para la Cooperación Sur-Sur apoyará el intercambio de expertos agrícolas chinos con países en las zonas de bajos ingresos y deficiencia alimentaria en Asia Central, las islas del Pacífico, Africa y América Latina, durante un periodo de cinco años.
"China ha logrado grandes progresos en la reducción del hambre y usado su propia experiencia para ayudar a otros países a hacer lo mismo", destacó el director general de la FAO, José Graziano da Silva, durante la ceremonia de firma del acuerdo.
"Está claro que mientras tengamos el poder de poner fin al hambre en nuestra vida, solo tendremos éxito si trabajamos juntos, y que los países del Sur se ayuden unos a otros mediante el intercambio de conocimientos y herramientas es una parte clave para ello", reconoció da Silva.
FORTALEZAS DE BASE
Como mayor país en desarrollo del mundo, China será siempre una fuerza activa a la hora de mantener la seguridad alimentaria y está preparada para trabajar con otros países a fin de crear un mundo sin hambre ni pobreza y con un desarrollo sostenible, aseguró Li.
Desde 1981, China ha conseguido sacar a 550 millones de ciudadanos de la extrema pobreza, afirmó por su parte Helen Clark, administradora del Programa de Desarrollo de la ONU (PNUD) en 2011.
Esto, precisó, supuso "el ritmo de desarrollo más rápido en la historia de la humanidad".
"El mundo entero ha estado siempre interesado en la experiencia e inspiración que supone el alivio del hambre en China", añadió.
Según explicó el premier, la reforma china comenzó, hace tres décadas, con un sistema de contratos para la agricultura familiar en las áreas rurales que ha alimentado a la mayor parte de los ciudadanos chinos y ha ayudado a varios cientos de millones a salir de la pobreza.
Un informe publicado en la web de la ONU asegura que la experiencia del país asiático es especialmente relevante debido a que "el mayor segmento de pobres en el mundo corresponde a mujeres, niños y hombres que viven en el entorno rural".
"Fortalecer a la población rural es un primer paso esencial para erradicar la pobreza", subraya el documento.
Y esto es exactamente lo que China ha estado haciendo. El Gobierno chino siempre ha concedido gran importancia a la agricultura y su desarrollo sostenible, dijo Li.
China ha utilizado su propia tierra de cultivo y recursos hídricos, que cuantitativamente están por debajo del nivel mundial, para sostener al 20 por ciento de la población mundial, resumió el primer ministro chino.