KATMANDU, 24 jun (Xinhua) -- Expertos económicos en Nepal han indicado que el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), propuesto por China, podría ser, cuando esté operativo, la nueva fuente de capital para la reconstrucción de Nepal, país recientemente devastado por un fuerte terremoto.
El capital del BAII en la reconstrucción de Nepal podría ser más importante que el de otras instituciones financieras multilaterales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Asiático de Desarrollo (BAD), opinaron expertos.
Nepal se convirtió en miembro fundador del BAII en noviembre del año pasado.
Expertos explicaron estos puntos de vista en un momento en el que Nepal se está preparando para celebrar el próximo jueves la Conferencia Internacional de Donantes para Reconstrucción de Nepal 2015, cuyo lema es "Hacia un Nepal Resistente".
La conferencia tiene como objetivo recaudar ayuda internacional para reconstruir el país asiático dañado por el terremoto del pasado 25 de abril.
"Como miembro fundador del banco, Nepal debería disponer de más capital para la reconstrucción. El capital del BAII será de importancia vital para nuestro desarrollo económico en un futuro próximo", señaló a Xinhua Hari Roka, experto económico y exmiembro del Parlamento nepalés.
Agregó que Nepal recibirá más apoyo financiero de países vecinos incluyendo China y la India que de los países occidentales, debido al incesante apoyo de estos a Nepal durante años.
"El respaldo a la reconstrucción de Nepal del BAII y del Banco de Desarrollo del BRICS será más importante que el del BM, el FMI y el BAD, aunque estos bancos dominados por Occidente han participado en los esfuerzos por el desarrollo de Nepal durante años", apuntó Roka.
El gobierno nepalés anunció recientemente que tardará al menos cinco años en completar los trabajos de reconstrucción.
"Las nuevas instituciones financieras han otorgado una nueva esperanza para los países en vías de desarrollo como Nepal", indicó Roka.
Nepal no tiene otra opción que solicitar préstamos concesionales de países donantes e instituciones financieras para reconstruir los edificios destruidos y devolver su deprimida economía al camino correcto, según otros expertos.