Por Pau Ramírez

SANTIAGO, 19 jun (Xinhua) -- El público que abarrotó el Estadio Nacional de Chile le concedió hoy el indulto a Arturo Vidal, tras el accidente de tránsito que protagonizó la noche del martes y que indignó al país, cuando el jugador dio positivo en el posterior control de alcoholemia de la policía.

Desde el martes, los rumores sobre su posible exclusión de la selección o su suplencia en el trascendental partido contra Bolivia se apoderaron de los medios chilenos y las redes sociales, con un amplio debate sobre qué debía hacer el seleccionador Jorge Sampaoli con una de sus dos grandes figuras.

Finalmente, las dudas quedaron despejadas cuando el seleccionador chileno divulgó el once inicial, unos 45 minutos antes del inicio del encuentro, con la presencia del jugador del Juventus en el centro del campo de La Roja.

Faltaba pero, la reacción del público, tras las incontables críticas recibidas por Vidal por su pésimo ejemplo a los más jóvenes al conducir ebrio y por su posterior comportamiento desafiante con los carabineros (policías) que se lo llevaron a comisaría para prestar declaración.

Las pancartas, banderas y cánticos en favor de Vidal antes del partido ya anticipaban un "perdón" de los aficionados al actual máximo goleador de la Copa América, algo que se transformó en fiesta cuando su nombre fue anunciado por mefagonía.

Los 45.601 espectadores que llenaron el estadio corearon su nombre y entonaron cánticos en favor de una de sus dos grandes figuras, junto a Alexis Sánchez.

No fue pero, la mejor noche de ninguno de los dos cracks de Chile, ya con la clasificación garantizada por jugar después del Ecuador-México, las otras dos selecciones del grupo y que no alcanzaron a puntos ni a bolivianos ni a chilenos.

Pensando en el partido de cuartos de final y con el marcador favorable en el descanso (2-0), Sampaoli optó por dejar en el vestuario a Alexis y Vidal. El primero había logrado el segundo gol de los anfitriones, mientras que el juventino jugó un partido prudente, sin arriesgar en las conducciones ni en sus entradas, jugando al primer toque y cediendo la responsabilidad que suele tener en el centro del campo al 'Mago' Valdivia, el conductor de la victoria chilena.

Cuando ya duchado Vidal apareció en la pista de atletismo del estadio para ir al banquillo junto a sus compañeros, el público estalló en aplausos y gritos de apoyo a su figura, que respondió saludando a los espectadores.

Sin sus dos mejores jugadores en el césped, los chilenos tuvieron una plácida segunda mitad ante una Bolivia rendida pero ya clasificada. El famoso cántico del "chichichi-lelele" de los espectadores sólo paró en la segunda parte cuando otro de los emblemas de La Roja, el defensa Gary Medel, anotó a falta de diez minutos el cuarto gol, que con una sutil vaselina dentro del área con el que superó a Quiñonez.

"Garyyyyy, Meeeedel", repitió en varias ocasiones todo el Estadio Nacional, que aún vio como un autogol de Raldes ponía el definitivo 5-0, sellando la paz entre el equipo y la afición, ansiosa para lograr una Copa América que Chile todavía no tiene en su palmares.