BUENOS AIRES, 15 may (Xinhua) -- El entrenador del equipo argentino de fútbol Boca Juniors, Rodolfo Arruabarrena, admitió hoy sentir "vergüenza" por la agresión a los jugadores de River, en el suspendido partido por los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
Además, reconoció que el encuentro "se debió haber suspendido de inmediato" tras cometido el ataque, ya que "la decisión se postergó bastante".
"Este es un club que siempre ha tenido como anhelo que la familia venga al estadio y lo que estamos haciendo es ahuyentarla. Siento mucha vergüenza", dijo.
En conferencia de prensa junto al presidente de la institución, Daniel Angelici, Arruabarrena lamentó que "acá sigue ganando la gente que no quiere que este fútbol mejore".
"Fue un hecho bochornoso que perjudica al club y, sobre todo, al fútbol argentino", expresó el ex futbolista, de 39 años.
También aseguró que tendrá que aceptar lo que dictamine la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), que le dio plazo hasta este sábado al club para hacer un descargo.
"Si le da el partido por ganado a River hay que acatarlo. Acá hubo una agresión a jugadores, que implica vergüenza para el fútbol argentino, para nosotros mismos (...) Si hay sanción, vendrá la sanción. No es algo que tenga que pensar mucho, hay que acatar".
La agresión fue cometida cuando los futbolistas pasaban por la manga ubicada para que ingresaran al campo de juego.
El partido, disputado el jueves por la noche en "La Bombonera", estaba igualado 0-0, y a los "millonarios" les bastaba un gol para clasificar a los cuartos de final, por el 1-0 logrado la semana anterior en el Monumental.