SANTIAGO, 25 may (Xinhua) -- Para la economía mundial resulta preferible que China crezca entre un 6 y un 7 por ciento anual y siga avanzando en sus reformas a que continúe haciéndolo al 10 por ciento de las décadas pasadas, con su secuela de desequilibrios.
Esta valoración la hizo la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su documento "América Latina y China: Hacia una nueva era de cooperación económica", editado con ocasión de la visita que realiza a la región el primer ministro chino, Li Keqiang, quien se encuentra en Chile y hoy dictó una conferencia en este organismo.
China lleva 37 años de expansión ininterrumpida desde 1978, cuando se inició el período de apertura y reforma, creciendo a un promedio de 10 por ciento anual, afirma la CEPAL.
"Una economía china que desmonta gradualmente sus desequilibrios económicos, financieros, sociales y ambientales, y que genera los empleos necesarios para no afectar la tasa de desempleo, asegura mantener el momentum de la economía mundial, a la espera de la recuperación de la economía europea", destaca.
En su informe ante la Asamblea Popular Nacional el pasado mes de marzo, Li Keqiang dijo que las presiones descendentes sobre la economía seguirán operando en 2015, coincidiendo con una insuficiente recuperación de la economía mundial y con las contradicciones propias de un proceso de reformas que intenta gestar nuevos motores de crecimiento.
Por ello, la CEPAL indica que hay ciertos avances en la llamada "nueva normalidad" del crecimiento, como menos énfasis en el PIB como indicador casi unívoco del progreso económico; y el cambio en la estructura de la oferta (más servicios avanzados y menos manufactura).
Además, hay modificaciones en el gasto (más consumo y menos inversión); reducción en la emisión de gases de efecto invernadero; logros en materia de eficiencia energética y en la distribución del ingreso.
"Los resultados de 2014 mostraron un crecimiento del 7,4 por ciento, una inflación de 2 por ciento y una creación de 13,2 millones de empleos. Este último dato es relevante, pues indica que cada punto de crecimiento generó 1,78 millones de empleos", apunta el informe.
A juicio del organismo de la ONU, "probablemente, esto se relaciona con el mayor peso en el PIB que vienen adquiriendo los servicios (48,2 por ciento), desplazando a las manufacturas (42,6 por ciento)".
Seguidamente, recuerda que "si hasta hace cinco o siete años la economía china necesitaba crecer al 10 por ciento para generar 10 millones de empleos, hoy, con la actual estructura de la oferta productiva, puede conseguir el mismo número de empleos con un crecimiento del 5,6 por ciento".
Indica que, en línea con los objetivos de las reformas, en 2014 la contribución del consumo al crecimiento del PIB aumentó tres puntos porcentuales, llegando al 51,2 por ciento.
El crecimiento en las regiones centrales y occidentales, las de menor ingreso, superó el de las regiones orientales; el consumo de energía cayó un 4,8 por ciento; el aumento en el ingreso disponible rural (9,3 por ciento) superó al urbano, mientras el gasto en investigación y desarrollo sobrepasó el 2 por ciento del PIB y el número de empresas aumentó en un 46 por ciento.
También señala avances en la reforma fiscal y tributaria; mayor flexibilidad en la tasa de interés y el tipo de cambio; reformas tarifarias en energía, transporte, telecomunicaciones y protección medioambiental; y avances en la simplificación administrativa y la descentralización en la toma de decisiones.
Igualmente, destaca la expansión de la red social de apoyo, particularmente en lo relativo al seguro de vejez y la pensión básica de vejez para jubilados de las empresas.
La CEPAL valora que las obras hidráulicas, vías férreas y carreteras rurales han contribuido a un aumento de la producción y los ingresos de la población rural, indicando que "los desafíos siguen siendo significativos".
Por eso, recuerda lo dicho por el primer ministro chino en cuanto a que "la inversión no repunta, la innovación es insuficiente; la base agrícola es débil y hay exigencias por mayor asistencia médica, la atención a la tercera edad, así como en vivienda, transporte, educación, distribución del ingreso".
También considera que las metas del Gobierno chino para 2015 "son ambiciosas y serían desafiantes para cualquiera de las principales economías del mundo".
Esas metas son alcanzar un crecimiento cercano al 7 por ciento y una inflación no superior al 3 por ciento; crear 10 millones de empleos en zonas urbanas; mantener el desempleo urbano bajo el 4,5 por ciento, elevar las exportaciones e importaciones cerca del 6 por ciento, y reducir un 3 por ciento la intensidad del consumo de energía.
También, la CEPAL reconoce la decisión del Banco Popular (central) de China de reducir gradualmente su control sobre las tasas de interés y señala que "el gran desafío es frenar la expansión excesiva del crédito, sin afectar en demasía a la inversión y el crecimiento".
El Programa Manufactura China 2025 apunta a reforzar la informatización de la industria manufacturera, a promover el desarrollo de las redes digitales y a la reconversión tecnológica de las industrias tradicionales.
A su vez, el programa "Internet Plus" busca combinar internet móvil, computación en la nube, big data e internet de las cosas con la industria manufacturera moderna.
Otro tema relevante en la reestructuración sectorial en el país es reducir el exceso de capacidad productiva en 15 ramas prioritarias, incluyendo la siderurgia y el cemento.
Ya se han establecido normas para las reformas en el futuro: profundizar la reforma administrativa y descentralizar la toma de decisiones; reformar el régimen de inversiones y financiamiento dando más espacio al sector privado; y seguir avanzando en la reforma del sistema de precios, así como en las reformas fiscal, tributaria y financiera.