SANTIAGO, 14 may (Xinhua) -- La próxima visita del primer ministro de China, Li Keqiang, a América Latina será un paso más en el interés del país asiático por establecer "una relación de nuevo tipo con América Latina y el Caribe".
Así lo apreció en una entrevista con Xinhua Osvaldo Rosales, director de Comercio Internacional e Integración de la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), al comentar el viaje de Li a Brasil, Colombia, Perú y Chile, del 18 al 26 de mayo.
"La visita del primer ministro consolida una fase de las relaciones entre China y América Latina y abre una nueva etapa, después de que a mediados de 2014 se reuniesen en Brasil el presidente (chino) Xi Jinping y los líderes latinoamericanos", destacó.
Rosales recordó que este año se celebró en Beijing la primera reunión ministerial del Foro de Cooperación China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), donde ambas partes acordaron que la agenda bilateral se desarrolle en torno a criterios muy pragmáticos y proyectos específicos.
Y recientemente en Quito, Ecuador, se reunieron los coordinadores nacionales del organismo regional con la presencia del subdirector general para la región de la cancillería china, Wang Baodong, donde se avanzó en esa agenda, manifestó.
Esa ciudad será precisamente la sede en los próximos días de la cita de cancilleres de CELAC, donde "uno de los puntos a considerar es la estrategia regional para abordar la cooperación propuesta en el Plan 2015-2019 de China-CELAC".
"En ese contexto la visita de Li da un nuevo impulso a las relaciones bilaterales, expresadas de forma precisa en los temas incluidos en ese Plan, donde hay 13 puntos, de los cuales 8 son económicos", dijo.
Según Rosales, "es el momento de llevar a cabo reuniones técnicas para concretar esas ideas generales en proyectos específicos que permitan que las inversiones se concreten en programas de cooperación subregional en agricultura, industria, infraestructura, energía, educación, turismo, medioambiente, etc."
Por eso, insistió en que "la visita del primer ministro dará un impulso adicional a esta nueva fase, que se abrió con el Foro de Cooperación CELAC-China para el período 2015-2019" .
En este sentido, anotó, el viaje es una oportunidad para que la región actualice su consenso respecto a la agenda de cooperación con China de forma que, cuando se celebre el Foro en 2018 en Chile, "se dé un paso adicional y se profundice, y no sea meramente una ocasión para reiterar las buenas intenciones de lo que ya se dijo en Beijing en enero de 2015".
Rosales destacó que es necesario que "los países de la región sean capaces de definir sus proyectos e intereses específicos, y avanzar en este diálogo de un modo pragmático que ayude no sólo a profundizar el vínculo con China, sino también a mejorar nuestra propia competitividad y a desarrollar nuestro comercio interregional".
A juicio del director de Comercio e Integración de la CEPAL, "la región latinoamericana está comenzando a entender el rol que está jugando China en la economía mundial y hay datos recientes bastante obvios que muestran que las acciones chinas están reconfigurando el mapa de la economía mundial".
Al respecto, citó la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), propuesta por China, y con la adhesión de 13 miembros de la Unión Europea, así como otros de Asia, Oceanía y Africa, y uno de América Latina que es Brasil.
También mencionó "la propuesta de integración más audaz y novedosa en la agenda mundial, que forma una Franja y una Ruta que une a China y Europa, atraviesa Euroasia, se interna en Africa y transita por el Medio Oriente, lo cual es algo apasionante".
Planteó que los fondos de China y de las contrapartes en ese proyecto "constituyen una iniciativa espectacular", puesto que ya funcionan las líneas férreas, que llegan a España y Alemania desde China, y un tren que está siendo usado por las empresas BMW, Mercedez Benz y Hewlett-Packard, desde cerca de Shanghai hasta Europa.
Se trata de megaproyectos que, en términos prácticos, "están demostrando un vínculo creciente de China con Europa que pasa también por Rusia y Ucrania, vinculando de este modo al gigante asiático con Eurasia y Europa".
"Todo esto está reconfigurando el mapa de la economía mundial y el gran temor, como latinoamericano, es que nos quedemos fuera de ese diseño, lo que significaría no tener una propuesta propia de cómo insertarse en esa nueva realidad", explicó.
Rosales reiteró que América Latina "necesita tener un discurso unificado, avanzar en el proceso de integración regional y, en el marco de ese proceso, establecer un diálogo con China para definir los pasos en la cooperación 2015-2019".
En ese contexto, sugirió ir cerrando las brechas latinoamericanas en infraestructura, telecomunicaciones, diversificación exportadora, mayor incorporación de nuevas tecnologías y manufacturas y avanzar en los temas que se aprobaron en el Foro CELAC-China.
"Los proyectos de infraestructura no sólo van a mostrar mayor conectividad con China, sino también con la región, y eso estimula movimientos de la fuerza de trabajo y de los bienes y servicios que terminan generando más actividad económica y mayor empleo", puntualizó.
Resaltó que en el último lustro visitaron la sede de la CEPAL el actual líder Xi Jinping, cuando era vicepresidente de China; el entonces primer ministro Wen Jiabao, y ahora el primer ministro, Li Keqiang. "Es un gran honor y un legítimo orgullo" para la labor del organismo, señaló.
Esto, dijo, "da cuenta de que no hemos sembrado en vano y que hay un reconocimiento a la labor de la CEPAL, lo que nos compromete a seguir trabajando con mayor dedicación en un tema que es fundamental para el desarrollo latinoamericano".
Explicó que la CEPAL sigue colaborando con CELAC en la elaboración de documentos específicos para su agenda 2015-2020, donde hay muchas convergencias con las prioridades de la cooperación China-CELAC.
En los próximos dos o tres años, afirmó, los organismos internacionales prevén resultados económicos modestos en América Latina y el Caribe, debido a la débil situación de las economías de Europa y EE.UU. y a la desaceleración en China.
"En ese contexto de estrechez económica, la relación con China adquiere una importancia adicional porque América Latina necesita, por ejemplo, resolver su brecha en infraestructuras para ser más competitiva, mejorar su comercio interregional y avanzar en su propio proceso de integración", finalizó.