BUENOS AIRES, 11 feb (Xinhua) -- El jefe del Gabinete de Ministros de Argentina, Jorge Capitanich, destacó hoy miércoles los acuerdos celebrados entre su país y China, entendimientos que consideró una "política de Estado".
"Para nosotros es un acuerdo de carácter estructural y de largo plazo y forma parte de políticas de Estado", subrayó el alto funcionario al comparecer ante la prensa en la Casa de Gobierno.
Capitanich señaló que el viernes próximo recibirá junto a otros funcionarios a representantes de la Unión Industrial Argentina para ofrecer detalles de los acuerdos celebrados con Beijing.
China "tiene demanda de bienes que nosotros producimos y nosotros tenemos demanda de bienes que ellos producen. Eso implica complementariedad de ambas economías", enfatizó el jefe de los ministros argentinos.
El martes, el ministro de Economía, Axel Kicillof, calificó de "históricos" los acuerdos, en una jornada en la que los entendimientos recibieron, además, el respaldo de sectores industriales.
La semana pasada, el presidente de China, Xi Jinping, recibió en Beijing a su par de Argentina, Cristina Fernández, y ambos decidieron fortalecer la asociación estratégica integral entre ambas naciones.
Durante la visita de Estado de la mandataria argentina a China, del 3 al 5 de febrero, los dos países firmaron una quincena de acuerdos, entre ellos algunos vinculados al sector de infraestructura energética, con inversiones por 4.714 millones de dólares para la construcción de dos represas en el sur argentino.
Las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner tendrán un impacto muy significativo desde el punto de vista de la oferta eléctrica, en la generación de empleo y del influjo de divisas para el país, destacó Capitanich.
Argentina, un productor tradicional de productos agrarios primarios y país exportador, mantiene relaciones diplomáticas desde 1972 con China, su segundo mayor socio comercial, al que aspira a exportar más productos de alta tecnología y con valor agregado, dado que busca optimizar su estructura económica.
Beijing ayuda a Buenos Aires en industrias estratégicas como el ferrocarril, la ingeniería hidráulica y la energía nuclear; mientras que el país latinoamericano, que cuenta con una avanzada tecnología en los sectores relacionados con la agricultura, ayuda a China a mejorar su seguridad alimenticia.