Por Zhu Junqing
BEIJING, 9 jul (Xinhua) -- Con la puesta en marcha del Nuevo Banco de Desarrollo del grupo BRICS (NBD), el mecanismo de este bloque de economías emergentes ha alcanzado un progreso sustancial en la cooperación pragmática.
En el pasado, el grupo BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) no solo ha impulsado el crecimiento económico en sus Estados miembro, que juntos generaron alrededor de un quinto del producto interior bruto mundial, sino que también aportaron nuevas ideas y estrategias a la gobernanza global.
Así pues, se espera que este bloque de economías emergentes y países en desarrollo juegue un rol mayor en la gobernanza global en el futuro. El nacimiento del NBD es un buen ejemplo de ello.
El NBD, que comenzará a operar a finales de este año o a principios del próximo en Shanghai, celebró su primera reunión este martes en Moscú para nombrar a los miembros del comité de dirección y administración. Además, está previsto que el Mecanismo sobre Reservas de Contingencia (MRC) comience a prestar en 2016.
La creación del NBD y del MRC prueba los esfuerzos, la influencia y la vitalidad de los países del grupo BRICS y, más importante, demuestra su actitud coordinada hacia la reforma de la gobernanza económica global.
A diferencia de otros bancos de desarrollo, el capital inicial del NBD, que asciende a 50.000 millones de dólares estadounidenses, fue aportado de manera equitativa por cada uno de los miembros fundadores, que también tienen un poder de voto igual.
Esta práctica igualitaria contribuye a intensificar la cohesión entre todos los Estados miembro. Además, podría servir como ejemplo de una idea innovadora y de un modelo de mecanismo creativo que puede impulsar la reforma de la gobernanza económica global.
Desde la crisis financiera de 2008, el panorama económico del mundo ha cambiado dramáticamente con el rápido desarrollo de las economías emergentes, lo que implica que los países en vías de desarrollo juegan los papeles que les corresponden en el escenario mundial y los países desarrollados se coordinan y cooperan con las economías emergentes.
En correspondencia con esta tendencia, la representación de las economías emergentes en el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, siglas en inglés) ha crecido y nuevas instituciones, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII) y el NBD, han nacido.
El NBD representa una contribución concreta del grupo BRICS a los desafíos sistémicos relacionados con el desarrollo internacional, en especial con respecto a la mejor integración entre las economías emergentes y en vías de desarrollo.
No obstante, dado que la financiación en materia de infraestructuras es inadecuada en todo el mundo, se necesitan más fuentes para cubrir estas diferencias, incluyendo el establecimiento de una nueva plataforma financiera, las asociaciones público-privadas y otras fórmulas.
En definitiva, es relevante que nuevas instituciones como el NBD puedan complementar el actual orden económico internacional, pero no desafíen o reemplacen al viejo.