COMENTARIO: Rápida reconstrucción postsísmica destaca fuerza de Modelo Chino

Actualizado 2015-06-14 20:30:08 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 14 jun (Xinhua) -- Así como las dificultades pueden probar el verdadero carácter de un hombre, la respuesta de un país a los desastres puede ser un indicador de su fuerza. Con resultados asombrosos en la reconstrucción postsísmica, China ha demostrado la efectividad de su sistema de gobierno.

Puede que el mundo se haya acostumbrado a los milagros chinos, pero apenas puede imaginar que, en localidades lejanas de grandes ciudades como Beijing y Shanghai, se ha llevado una nueva vida a aldeas y pueblos arrasados por los terremotos a la velocidad del crecimiento de la economía nacional, o incluso más rápido.

En el condado suroccidental de Wenchuan, epicentro de un terremoto de 8 grados de magnitud en la escala Richter el 12 de mayo de 2008, el programa de reconstrucción se completó dos años antes del plazo establecido.

En el cercano Beichuan, único condado autónomo chino de etnia Qiang, sus habitantes vivieron la prosperidad de sus negocios gracias a la masiva llegada de turistas a raíz de un programa de reubicación realizado por el gobierno tras el sismo.

El condado de Lushan, sacudido de nuevo por un terremoto de 7 grados el 20 de abril de 2013, presenció la prosperidad de nuevas localidades solo dos años después del desastre.

En marcado contraste, en las prefecturas japonesas de Iwate y Miyagi, asoladas por los sismos, sólo un 15 por ciento de las unidades residenciales financiados por el gobierno se han completado, a falta de solo un año para que concluya el plan oficial de reconstrucción.

Asimismo, en la ciudad italiana de L´Aquila, seis años después de un temblor de 5,8 grados, todavía se pueden ver los escombros por todas partes y muchas localidades se han convertido prácticamente en pueblos fantasmas, a causa de la escasez de fondos para la reconstrucción.

El Lower Ninth Ward, en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans, fue la región más afectada por el huracán Katrina en 2005. Diez años después, más de la mitad de la fuerza laboral, en su mayoría negra, permanece sin trabajo y el pueblo se queja de que nunca ha existido un plan de reconstrucción del Gobierno.

Todos los países son similares en el sentido de que ninguno es immune a los desastres naturales, pero sus diferentes respuestas a estas catástrofes reflejan siempre capacidades de gobierno diferentes.

Quienes se preguntan qué hay detrás de los milagros de reconstrucción china tras los desastres, deben ver un poderoso gobierno central que ayuda al pueblo, una sociedad abierta con gran capacidad de movilizar recursos y políticas orientadas al pueblo. Todos estos elementos constituyen el Modelo Chino.

Como señalan los expertos, para calificar a un gobierno de bueno o malo, hay que ver si tiene la voluntad de ofrecer al pueblo los servicios que necesita y si tiene la capacidad de hacerlo.

Y como prueban los hechos, los gobiernos de países en desarrollo, como China, han hecho un trabajo mejor.

La eficacia de la reconstrucción china tras el terremoto evidencia que el tipo de gobierno occidental, con todo su mérito, no es de ninguna manera superior, como algunos han proclamado.

Los hechos también han probado que elegir un camino que se adapta a la realidad nacional de China es lo mejor para el país y para su pueblo.

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