BEIJING, 13 abr (Xinhua) -- Según una declaración del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el organismo simplificará el proceso de repatriación de los ciudadanos chinos fugitivos y garantizará vuelos chárter regulares para devolverlos a su país.
Considerando que no existe tratado de extradición entre los dos países, China deberá acoger con agrado la noticia calificándola como un paso positivo en su lucha contra la corrupción.
Las cifras relativas al número real de funcionarios chinos fugitivos y de los bienes que han transferido al extranjero no son claras, pero indudablemente son de considerable cuantía.
Debido a las diferencias en los sistemas judiciales y en la aplicación de la ley, los encargados de perseguir la corrupción en China se han encontrado con las manos atadas a la hora de conseguir la repatriación de los fugitivos.
Los principales destinos de los funcionarios chinos huidos -- EEUU, Canadá y Australia -- son desde hace mucho tiempo los favoritos de los funcionarios corruptos.
Por su parte, el éxito de aquellos que huyeron en primer lugar ha animado a muchos funcionarios "desnudos", aquellos que han enviado a sus familias al extranjero.
Sin embargo, ahora se han vuelto las tornas con la campaña anticorrupción Red del Cielo, que ha visto como se impulsaba la cooperación entre China y otros países en materia de repatriación o investigación. Pronto no habrá refugios seguros para los funcionarios chinos fugitivos.
La declaración de EEUU no ha dado detalles sobre el acuerdo, y muchos países que han firmado acuerdos de cooperación judicial con China todavía requieren pruebas de actividad criminal o de que los activos hayan sido obtenidos de manera ilegal.
Por otro lado, la sentencia en rebeldía no se aplica en China, por lo que los tribunales no pueden declarar culpables a los sospechosos fugitivos in absentia.
China tiene que hacer más por contribuir al éxito de los esfuerzos internacionales, reforzando los trabajos combinados del personal anticorrupción del Partido Comunista de China, la policía, los tribunales, los fiscales y los reguladores financieros encargados de la detección del lavado de dinero.
No resulta fácil conseguir la cooperación de EEUU, pero podrá ser considerada como una señal de lo que va a ocurrir en términos de cooperación internacional.