Por Ma Mengli
BEIJING, 3 abr (Xinhua) -- Este jueves se alcanzó un acuerdo marco nuclear entre Teherán y seis grandes potencias mundiales, un paso decisivo hacia un pacto integral que sería histórico y que pondría fin a una parálisis de 12 años.
El acuerdo, logrado con gran dificultad después de ocho días de maratonianas conversaciones en Lausana, Suiza, es el resultado de la fuerte voluntad política y de los esfuerzos persistentes de todas las partes involucradas.
Más importante, se trata del resultado de una decisión sabia: asumir y adherirse al camino de la negociación y el diálogo en la búsqueda de una solución para la cuestión.
La historia ha mostrado que los recelos, las sanciones económicas y las amenazas de la fuerza solo conducen al callejón sin salida en el que se encontraba el asunto nuclear iraní, mientras que una mejora de la confianza mutua y el diálogo son la única salida del, por lo visto, círculo vicioso de sanciones y provocaciones.
A la vez, el avance solo fue posible a causa de la sinceridad y la buena voluntad de todas las partes, que han demostrado creatividad y han aprendido a adaptarse a las preocupaciones de los otros en lugar de solo tener en cuenta sus propios intereses, lo que habría convertido las conversaciones nucleares en juego de suma cero.
Durante la negociación, los delegados chinos han apelado repetidamente a que todas las partes ejerciesen una mayor voluntad política, para así buscar un paquete de soluciones que tomase en consideración las preocupaciones de todas las partes.
Como ha dicho el canciller chino, Wang Yi, es necesario "mantener la compostura y llegar a un punto intermedio" para, de esta forma, evitar un fracaso en la última etapa.
A lo largo de muchos años, la parte china ha participado activamente en las negociaciones como un actor importante y ha planteado propuestas constructivas en muchos momentos críticos de las conversaciones.
Tras defender continuamente una solución pacífica al asunto nuclear de Irán a través de medidas diplomáticas, China ha hecho su contribución al progreso del proceso negociador.
El acuerdo marco que "corta todas las vías que Irán pueda tomar para desarrollar un arma nuclear", como declaró el presidente estadounidense, Barack Obama, tendrá un impacto positivo sobre la situación de la seguridad en el Medio Oriente. De hecho, supone un gran progreso, ya que la comunidad internacional nunca ha estado tan cerca de un acuerdo que evite que Irán tenga armas nucleares.
Pero a pesar del avance, todavía quedan por delante muchas tareas y desafíos duros, con el 30 de junio como fecha fijada para un acuerdo final y a la espera de muchas e intensas discusiones antes de esa jornada.
Todavía es necesario resolver un gran número de detalles, y no se puede descartar completamente la posibilidad de que el histórico entendimiento alcanzado pueda colapsar entre hoy y el 30 de junio, especialmente teniendo en cuenta la desconfianza profundamente arraigada entre Irán y Occidente.
Como se ha dado un paso significativo en la correcta dirección, es imperativo ahora no perder tiempo para impulsar las negociaciones y demostrar la máxima sinceridad con el fin de lograr un acuerdo final que ofrezca una solución integral y definitiva.