BEIJING, 29 mar (Xinhua) -- Los informes que aseguran que China está perdiendo su atractivo como un importante destino de inversión parecen fuera de lugar, ya que el país sigue siendo uno de los favoritos de los inversores extranjeros.

Aunque los costos laborales han subido y el ritmo del crecimiento económico se situó en el nivel más bajo de los últimos 24 años en 2014, China superó a Estados Unidos al ocupar por primera vez desde 2003 el primer lugar en términos de inversión extranjera directa.

La estabilidad política y económica, el desarrollo de infraestructuras, la disponibilidad de sustanciosos recursos, la productividad y la mano de obra calificada son todos factores con una influencia positiva.

Ninguna compañía global puede permitirse ignorar a China, puesto que su economía, la segunda mayor del mundo detrás de EEUU, se está expandiendo de forma constante a un ritmo que excedió al de los principales países desarrollados.

El gobierno está persiguiendo el crecimiento impulsado por el gasto interno y las fuerzas del mercado, gracias a lo cual la economía es menos dependiente de las exportaciones y la inversión dirigida por el Estado.

Muchos fabricantes que emplean mano de obra intensiva pueden haber optado por trasladarse a países de bajo costo, pero esto supone que la inversión se ha desplazado a sectores más sofisticados.

Como la economía continúa prosperando y evolucionando, industrias como la atención médica, las tecnologías de la información, los seguros y la ingeniería pueden ganar un mayor apoyo.

Los costos laborales han subido en las regiones costeras desarrolladas, sin embargo, esto ha abierto oportunidades para las provincias interiores y las ciudades más pequeñas, donde los costos son bajos.

La época dorada para las multinacionales en China no ha terminado, sino que las oportunidades atractivas permanecen y emergerán más con las medidas de reforma comenzando a dar frutos. Además, un mayor acceso al mercado y un mejor entorno regulatorio ayudarán a garantizar una competencia más justa.

Lo que ha cambiado para los inversores extranjeros es que las oportunidades fáciles pueden haber comenzado a desvanecerse. Como la economía se ha venido reestructurando y el mercado está madurando, los ganadores de ayer deben ajustarse.