NANCHANG, 15 feb (Xinhua) -- Las autoridades de la provincia oriental china de Jiangxi han prometido realizar una revisión en las prisiones después de que se registrara la muerte de ocho presos entre 2008 y 2014 en la provincia.
Un grupo de investigación, compuesto de funcionarios del departamento provincial de justicia y la administración de cárceles, indicó el sábado que la muerte de los presos ha mostrado problemas en la supervisión.
De los muertos registrados en las prisión de la ciudad de Ganzhou, a uno lo mató otro preso, otro perdió la vida después de caer de un edificio y uno más murió de una alergia a un medicamento, mientras otros cinco fallecieron por enfermedades, según la investigación.
Dos empleados administrativos de la prisión que estuvieron involucrados en el asesinato del preso Liu Hailong en 2010 fueron despedidos de sus puestos, de acuerdo con los investigadores.
La investigación se inició a finales de enero, después de que los familiares de varios presos muertos pidieran conocer la verdad sobre los incidentes.
Los investigadores dijeron que la prisión informó inmediatamente a los familiares de la muerte de los presos y les proporcionó la identificación judicial de las causas de muerte.
Sin embargo, algunos incidentes no fueron grabados debido a la falta de cámaras de vigilancia en la prisión o a fallas técnicas de las cámaras.
Los funcionarios también prometieron mejorar las condiciones de las prisiones mediante el aumento de las instalaciones de seguridad y los servicios de sanidad.
La laxa supervisión de las prisiones chinas se ha convertido en una preocupación de la ciudadanía del país en los últimos años.
En el último escándalo, revelado en enero, se descubrió que un preso de la prisión de Nehe, de la provincia nororiental de Heilongjiang, mantuvo contactos e hizo chantaje a varias mujeres que viven cerca de la prisión mediante la aplicación móvil WeChat, aunque la utilización de los teléfonos móviles está prohibida y las visitas deben ser supervisadas por los guardas de la prisión.