COMENTARIO: Prejuicios occidentales contra BRICS reflejan pensamiento de suma cero

Actualizado 2015-02-04 17:49:40 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 4 feb (Xinhua) -- A lo largo de los últimos meses, el tema de las perspectivas de los países del grupo de los BRICS ha sido intensamente tratado por algunos medios de comunicación occidentales, que han ofrecido una imagen sombría del desarrollo de los BRICS e incluso han predicho la desintegración de esta asociación.

Esta opinión negativa refleja el pensamiento de suma cero de Occidente.

Esta visión prejuiciosa y de miras cortas, obviamente ha desatendido algunos asuntos clave.

Los medios occidentales han resaltado las dificultades económicas de los países del BRICS, confundiendo el ciclo de crecimiento con la tendencia general.

En los últimos seis meses, los precios de las mercancías han caído en picado, la Reserva Federal de Estados Unidos ha retirado la política monetaria expansiva, la demanda externa ha permanecido alicaída. Estos factores han supuesto un impacto negativo en algunos países del BRICS.

Sin embargo, los medios occidentales no deben tomar esas dificultades económicas como una excusa para hacer la vista gorda a los siguientes hechos:

El crecimiento económico en los países desarrollados promedió en torno a un 4 por ciento de 2007 a 2013, mientras que los países del BRICS crecieron un 37 por ciento.

En 2014, la escala económica de los BRICS se emparejó en gran medida con la del Grupo de las Siete naciones más industrializadas, al tiempo que China sola contribuyó con un 27,8 por ciento a la economía global.

En otras palabras, las economías emergentes, representadas por los países del BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) fueron una gran fuerza impulsora del crecimiento económico global en un momento en el que los países occidentales se deslizaron hacia la recesión.

Las adversidades actuales no implican que se revierta la tendencia general de crecimiento de aquellos países, dado que son resistentes y tienen suficiente margen para el ajuste, con en torno al 40 por ciento de la población mundial, sobre el 26 por ciento de su territorio y más del 20 por ciento del PIB mundial.

Los medios occidentales también ignoraron tanto las reformas internas en los países del BRICS como la complejidad de la situación económica global.

Frente a las turbulencias económicas, los países del BRICS están avanzando reformas estructurales para promover el crecimiento y reducir la dependencia de los mercados exteriores. También están incrementando la demanda interna, actualizando sus infraestructuras, impulsando la conectividad regional y promoviendo la cooperación comercial y financiera.

Estos esfuerzos de los citados países no solo beneficiarán a ellos mismos, sino también a las naciones occidentales.

La afirmación de los medios de Occidente sobre la falta de solidaridad de los miembros del BRICS debido a divergencias carece de fundamento.

En la era de la globalización, las diferencias no solo no han impedido su cooperación, sino que, por el contrario, se han convertido en un plus en su cooperación de beneficio mutuo, ya que sus economías son altamente complementarias. Los hechos demuestran que los BRICS y los países occidentales también han llevado a cabo una cooperación recíprocamente beneficiosa.

Las interacciones entre Occidente y las economías emergentes no son, de ningún modo, un juego de suma cero y es insensato demonizar a este grupo.

Desde el comienzo de la crisis financiera en 2008, las economías más grandes, que pueden diferir ideológicamente, han llevado a cabo programas de rescate y han coordinado políticas a nivel macro.

La desaceleración del crecimiento económico global ha puesto en claro que solo a través de la unión los países pueden sobreponerse a los tiempos difíciles. El mundo tendrá un futuro mejor si Occidente abandona el pensamiento de suma cero y busca una senda mutuamente beneficiosa con las economías emergentes.

010020070760000000000000011105031339702931