BEIJING, 3 feb (Xinhua) -- "Revisar lo que se ha aprendido y aprenderlo de nuevo vuelve a uno apto para ser un maestro", decía el filósofo chino Confucio.

Ante los reportes que circulan sobre una posible reunión entre Barack Obama y el Dalai Lama, es tiempo de recordar al presidente de Estados Unidos las palabras que expresó en Beijing hace aproximadamente tres meses.

La tarde del 11 de noviembre, el presidente de China, Xi Jinping, y el visitante mandatario de Estados Unidos discutieron la construcción de una nueva relación entre China y Estados Unidos en Yingtai, en el complejo de la dirigencia china Zhongnanhai, en el centro de Beijing.

Durante sus discusiones, Obama afirmó que tenía un mejor entendimiento del deseo del pueblo chino de unidad y estabilidad nacionales.

Lo discutido no debe ser olvidado, ya sea accidental o intencionalmente. Ni las palabras del líder estadounidense deben ser olvidadas al día siguiente.

Posteriormente, en otra reunión con Obama, el presidente Xi subrayó seis prioridades en el desarrollo de un nuevo tipo de relaciones entre grandes potencias. Una de ellas es que es inevitable tener diferencias, pero las dos partes siempre deben recurrir al diálogo y no actuar en contra de los intereses fundamentales del otro.

El presidente de Estados Unidos subrayó que su país reconoce al Tíbet como parte de la República Popular China y que no apoya la independencia de la región.

Los asuntos relacionados con el Tíbet tienen que ver con los intereses fundamentales de China y con sus sentimientos nacionales.

Obama se había reunido en tres ocasiones con el Dalai Lama, un exiliado político que se dedica a actividades secesionistas contra China en nombre de la religión, antes de las discusiones en el complejo Zhongnanhai.

A pesar de la prédica del Dalai Lama sobre la paz, la tolerancia y la benevolencia, su principal objetivo político siempre ha sido buscar la independencia del Tíbet.

Después de la reunión en Yingtai, el líder estadounidense debió haber entendido que cualquier reunión con el Dalai Lama dañará las relaciones entre China y Estados Unidos y lastimará los sentimientos del pueblo chino.

La postura de China sobre el asunto ha sido clara, y en el pasado ha presentado gestiones solemnes al respecto. China se opone con firmeza a cualquier reunión entre el líder de cualquier país y el Dalai Lama de cualquier forma.

El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Obama, debe adherirse a sus compromisos relacionados con el Tíbet y resolver apropiadamente los asuntos generales correspondientes teniendo en mente las relaciones entre China y Estados Unidos.

Las discusiones sostenidas en Yingtai profundizaron el entendimiento mutuo y condujeron a un importante progreso en una amplia gama de áreas, incluyendo los acuerdos recíprocos de visa y las medidas para la construcción de confianza entre los ejércitos de los dos países.

Más acciones positivas de ese tipo son bienvenidas con el objetivo de seguir impulsando las relaciones entre los dos grandes países.