COMENTARIO: La "pesadilla" es incompatible con el futuro de las relaciones China-EEUU

Actualizado 2015-01-29 21:50:38 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 29 ene (Xinhua) -- Mientras Estados Unidos se prepara para otra carrera presidencial, analistas estadounidenses comienzan a predecir el curso futuro de las relaciones China-EEUU.

Un artículo firmado en la revista The Diplomat asegura que Hillary Clinton, candidata ampliamente anticipada a la presidencia, es una figura fuerte sobre las relaciones con China, dado su papel anterior como secretaria de Estado.

Más adelante predice que los lazos bilaterales entre ambos países enfrentarán "un ambiente de mayor confrontación", y que el año 2016 "podría convertirse en el comienzo de una pesadilla" para China.

Dadas las diferencias entre los dos pesos pesados, los altibajos son inevitables y algo simplemente natural, pero el escenario de una pesadilla es una arriesgada conjetura. La interacción China-EEUU, que evoluciona hacia un nuevo tipo de relaciones entre grandes potencias, no es probable que retroceda por un cambio en el timón.

Tras décadas de cooperación mutuamente beneficiosa, las dos principales economías del mundo disfrutan de un crecimiento de los intereses comunes en todas las áreas. Ni siquiera un líder fuerte puede alterar las bases fundamentales de los vínculos bilaterales.

Quien sea que llegue a la Casa Blanca en 2016 será lo suficientemente clarividente para aprovechar la corriente principal de las relaciones China-EEUU. Sólo trabajando con Beijing, Washington podrá proteger sus interese a largo plazo y continuar desempeñando un papel protagónico en los asuntos globales.

Una postura de confrontación, por el contrario, tendrá un trascendental impacto negativo. La denominada política de "pivotar hacia Asia" de Washington ha envalentonado realmente a varios países asiáticos para enfrentarse a China en diversas disputas territoriales, causando la inestabilidad regional.

Sin embargo, los dos países comparten más consensos que diferencias. Actualmente exploran vínculos más estrechos mediante la mejora de la cooperación militar, la negociación de un histórico tratado de inversión bilateral y la facilitación de los intercambios de estudiantes y turistas.

En lugar de una supuesta "prueba", 2016 brindará nuevas oportunidades para desarrollar las relaciones bilaterales, y el nuevo presidente estadounidense encontrará un socio más fuerte en el liderazgo más maduro de China.

No obstante, la percepción pública a veces se desvía de la realidad de los lazos bilaterales. Los políticos estadounidenses son adeptos a los ataques verbales contra China en las campañas electorales como una maniobra política, pero dicha retórica electoral no puede tomarse como promesas de acción una vez que llegan a la Casa Blanca.

Mientras, quienes escriben las noticias y los observadores realizarán varios pronósticos sobre el camino futuro de los vínculos China-EEUU. Lamentablemente, la pura verdad no consigue titulares llamativos como el del artículo en The Diplomat.

Pero la verdad es la verdad. Pese a las dudas y fricciones ocasionales, los dos países trabajarán juntos para elevar la cooperación bilateral a un nuevo nivel.

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