BEIJING, 8 ene (Xinhua) -- Mientras China aplasta "moscas" y atrapa "tigres" en su territorio, también emprendió una cacería de "zorros".
La operación "Cacería de zorros 2014", que concluyó el 31 de diciembre pasado, dio como resultado la detención de 680 zorros, como se les denomina a los funcionarios corruptos y sospechosos de delitos económicos que han huido del país, anunció hoy el Ministerio de Seguridad Pública.
La cacería de zorros busca "bloquear la última ruta de escape" de funcionarios corruptos luego de que la presión interna les ha reducido el espacio para el abuso de poder y la supervivencia.
De los capturados, 390 se entregaron por su cuenta; 208 están implicados en casos por montos superiores a 10 millones de yuanes (1,6 millones de dólares USA); y 117 han estado prófugos durante más de una década, uno de los cuales ha estado escapando de la justicia china durante 22 años.
Los fugitivos chinos fueron atrapados en 69 países y regiones, dijo el jefe adjunto de la policía, Meng Qingfeng. Más de 70 equipos policiales fueron enviados al extranjero para las operaciones de búsqueda. Un total de 332 sospechosos se entregaron después del ultimátum emitido por las autoridades chinas en octubre para que se entregaran antes del 1 de diciembre a cambio de recibir sentencias más indulgentes.
"Detrás de la cacería de fugitivos está la justicia judicial", declaró Meng. Si no pueden ser aprehendidos, las demandas de justicia judicial no serán nada, expresó.
Además de la captura de fugitivos, también se pudieron recuperar montos de dinero y propiedades.
"La exhaustiva cacería en ultramar se ha convertido en un enorme disuasivo para la corrupción" en China, afirmó Xu Yaotong, profesor de la Academia de Gobernanza de China. La operación no solamente capturó a numerosos delincuentes prófugos, sino que también descubrió información que condujo a la investigación de más sospechosos.
Los funcionarios y empresarios corruptos chinos tienen una larga historia de escapes a otros países.
Como ejemplo, se puede mencionar al jefe de una banda de contrabandistas, Lai Changxing, así como a Gao Shan, ex director de la sucursal Hesongjie del Banco de China, entre otros, que durante años evitaron recibir una sanción legal ocultándose en Canadá, Estados Unidos y la República de Corea, antes de ser atrapados finalmente y llevados de vuelta a China para enfrentar los cargos en su contra.
"La cacería internacional de funcionarios corruptos y sospechosos de delitos económicos es parte de la guerra contra la corrupción. No importa hacia dónde huyeron, no pueden escapar de la ley", afirmó Chen Zhijun, profesor de Derecho de la Universidad Popular de Seguridad Pública de China.
A medida que China acelera el combate a la corrupción, se espera que el número de funcionarios prófugos se incremente. Aunque no hay datos confiables, se sabe que muchos funcionarios han enviado a sus hijos e hijas al extranjero a vivir y estudiar, alimentando la especulación pública de que podrían estar tratando de buscar un refugio para sus familias antes de su posible caída ante la ley.
China firmó la Convención de la Organización de Naciones Unidas contra la Corrupción en 2005. Durante la reunión de APEC realizada en Beijing en noviembre, se adoptó la Declaración de Beijing sobre la Lucha contra la Corrupción, en la que los miembros de APEC se comprometieron a eliminar la corrupción a través de la extradición y asistencia judicial con medidas legales más flexibles con el fin de permitir recuperar las ganancias de los crímenes.
Hasta ahora, China ha establecido un total de 39 tratados de extradición, incluyendo 29 que han entrado en vigor; y 52 tratados de asistencia judicial penal, de los cuales 46 ya entraron en vigor.
La cooperación para la aplicación de la ley entre China y Estados Unidos, Canadá y Australia, los tres principales destinos de funcionarios fugitivos, está logrando un firme progreso.
No obstante y a pesar del éxito, la cacería internacional de sospechosos es una ardua tarea, mencionó Liu Dong, encargado de la operación "Cacería de zorros 2014".
Diferentes países tienen distintos sistemas judiciales, y el arresto de sospechosos requiere de una plena evidencia, comentó Liu. El costo humano y económico de la misión es alto.
Xu Yaotong sugiere que una mejor cooperación judicial con agencias homólogas de otros países reducirá los costos en dinero y tiempo.
La conclusión de la operación no significa el fin de la búsqueda global de China. En el futuro la policía tratará de mejorar la eficiencia, señaló Liu.
Evitar que los sospechosos huyan es más urgente antes que traerlos de vuelta, indicó Zhang Huide, profesor asociado de la Universidad Popular de Seguridad Pública de China.
Zhang pidió a las autoridades resolver los resquicio legales de entrada y salida, y continuar mejorando el manejo de pasaportes con un sistema de identificación de alta tecnología para evitar que los funcionarios corruptos que pretenden huir utilicen identidades falsas.