RESUMEN: Tormenta Elsa abandona Cuba y avanza hacia Florida

spanish.xinhuanet.com| 2021-07-06 12:30:38
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LA HABANA, 5 jul (Xinhua) -- La tormenta tropical Elsa abandonó este lunes el territorio de Cuba, donde aún se sienten fuertes lluvias y vientos, y se encamina ahora hacia Florida, en el sur de Estados Unidos.

El meteoro salió al mar a las 22:00 horas locales (02:00 GMT) por un punto sin precisar entre La Habana y la vecina provincia de Mayabeque, luego de atravesar la isla de sur a norte en una trayectoria transversal hacia el oeste de unas ocho horas por la también occidental provincia de Matanzas.

En una evaluación preliminar, el presidente Miguel Díaz-Canel escribió en su cuenta en la red social Twitter que tras chequear con las provincias el paso de la tormenta "no ha habido grandes afectaciones" desde Guantánamo, en el extremo este del país, hasta Cienfuegos, en el centro-sur.

"El occidente recibe ahora los embates, pero nos vamos a recuperar", afirmó el mandatario, quien encabezó una reunión del Órgano Económico-Social del Consejo de Defensa Nacional.

El Instituto de Meteorología alertó que la tormenta, que no tiene un centro definido, está conformada por una enorme gran masa de nubes, con lluvias fuertes y vientos, por lo que se espera que en las próximas horas las precipitaciones se mantengan sobre las regiones occidental y central.

El más conocido de los meteorólogos cubanos, José Rubiera, advirtió en televisión que el fenómeno "tiene un acumulado de lluvias muy fuerte".

Según estimados preliminares, los mayores daños de Elsa se concentran en las redes eléctricas, sobre todo en la oriental provincia de Granma y las centrales Sancti Spíritus y Cienfuegos, así como en Matanzas, territorios donde se cortó el suministro de energía.

Las lluvias, sin embargo, fueron beneficiosas para los embalses del país, que aumentaron el acumulado de agua, en especial la presa Zaza, la mayor de la isla, que ha recibido unos 9,2 millones de metros cúbicos.

El paso del fenómeno meteorológico, que avanzó lentamente por los mares al sur de Cuba desde el extremo oriental hasta occidente, obligó a evacuar a unas 150.000 personas, sobre todo de zonas costeras.

Elsa llegó cuando el país vive un duro rebrote de la COVID-19, que este lunes marcó un nuevo record de fallecidos en un día, con 21 decesos, a los que se sumaron otros 3.075 infectados.

"La protección contra Elsa no puede significar desprotección contra la COVID-19", dijo el primer ministro Manuel Marrero, en una reunión con las autoridades de La Habana.

En la capital, donde se espera un fuerte azote de las precipitaciones, las autoridades aplicaron un paquete de medidas que incluyó la evacuación de unas 4.000 personas que viven en áreas vulnerables, la suspensión de la circulación de personas y vehículos, incluido el transporte público, y el cierre anticipado de comercios y oficinas.

Además se decidió un monitoreo constante a los embalses habaneros, que aunque solo tenían un 23 por ciento de llenado, son pequeños, y cualquier desproporción en las precipitaciones, pudiera hacerlos rebasar.

"En el caso de La Habana nos conviene mucho (que llueva), siempre y cuando no sean lluvias muy intensas que generen inundaciones", dijo el especialista del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Argelio Fernández.

El meteoro, que alcanzó vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora para ser considerado un huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson de 5, se debilitó ligeramente en la mañana del sábado y pasó ser una tormenta tropical.

Elsa fue el primer huracán de esta temporada ciclónica en el Caribe, que se extiende desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, aunque antes se formaron en el área las tormentas tropicales Ana, Bill, Claudette y Danny.

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