LA HABANA, 23 jul (Xinhua) -- Cuba rechazó este martes un artículo de la revista científica JAMA de Estados Unidos sobre anomalías cerebrales en las víctimas de los supuestos ataques acústicos a diplomáticos de ese país en La Habana y pidió a Washington poner fin a la manipulación del tema.
En declaraciones a medios de la isla la subdirectora para EEUU del ministerio de Relaciones Exteriores, Johana Tablada, reiteró que no existen evidencias de agresión sónica contra la embajada del país norteamericano en la capital cubana, incidente que el gobierno de Donald Trump anunció en febrero de 2017 y a lo que se sumó después Canadá.
La publicación Journal of American Medical Association (Diario de la Asociación Médica Americana) publicó un estudio que determinó "diferencias grupales en todo el cerebro, especialmente en un área llamada cerebelo", implicada en los síntomas clínicos que reportaron las personas afectadas, como equilibrio, movimiento ocular, mareo, entre otros.
Según la investigación realizada por especialistas de la Universidad de Pennsylvania, también se observaron diferencias de conectividad en las áreas auditiva y visuoespacial del cerebro.
Tablada subrayó que los propios autores del informe reconocen que los cambios detectados son mínimos, sus conclusiones son inciertas y no pueden detectar las causas de los mismos.
En igual sentido se pronunció el director del Centro de Neurociencias de Cuba, Mitchell Valdés, quien aseveró que el escrito no permite llegar a conclusiones claras ni demuestra lo que se planteaba en un texto anterior sobre que se había producido daño cerebral en los diplomáticos norteamericanos estacionados en La Habana.
Sin negar que puedan existir individuos enfermos, Valdés subrayó que la única forma de esclarecer el estado de salud de los afectados es mediante la discusión científica transparente y los intercambios diáfanos y desprejuiciados.
Tablada demandó a Washington poner fin a la manipulación y utilización de los alegados problemas de salud de sus diplomáticos, tras enfatizar que sigue sin aparecer una sola razón que sustente el cierre de los servicios consulares, la expulsión de los diplomáticos cubanos en Washington, las alertas engañosas de viajes y todas las medidas injustas contra Cuba.
"La única evidencia es que Cuba es un país seguro para los diplomáticos estadounidenses y de cualquier país, como lo es para los cubanos y los millones de viajeros de todas partes que nos visitan", aseveró.
Reiteró la disposición de su país a desarrollar un diálogo respetuoso para cooperar en este y otros temas de beneficio de ambas naciones.
En febrero de 2017, Washington notificó a Cuba que desde noviembre de 2016 varios empleados de su embajada en la isla comenzaron a experimentar síntomas anormales como zumbidos en los oídos, vértigo, dolor de cabeza y cansancio extremo.
Según el Departamento de Estado, más de una veintena de personas entre diplomáticos y familiares sufrieron alguna de esas dolencias que, según aseveró entonces, se debían a un "ataque" llevado a cabo por el gobierno cubano mediante armamento sonoro.
El incidente sirvió de justificación a Trump para endurecer su política hacia la isla, luego de un fugaz acercamiento con la administración de Barack Obama tras más de medio siglo de tensiones.
Cuba niega la existencia del supuesto "ataque" acústico contra el personal de la embajada de EEUU y acusa a Washington de mentir.
Agencias especializadas estadounidenses y cubanas, como el Buró de Investigaciones Federales (FBI) y la Dirección de Investigación Criminal y la Criminalística, coincidieron en que no existe evidencia alguna de ningún tipo de ataque o acto contra los diplomáticos en La Habana.