Por César Mariño y Gao Chunyu
TOCANCIPA, 17 marzo, 2021 (Xinhua) -- Trabajadores desmantelan un autobús en la planta de chatarrización de la empresa Diaco durante el proceso de chatarrización de una flota de autobuses, en el municipio de Tocancipá, Colombia, el 17 de marzo de 2021. Transmilenio, empresa que opera el transporte masivo en Bogotá, avanza en la chatarrización de la flota de autobuses de combustión por diésel que han sido reemplazados por los vehículos eléctricos de las marcas BYD y Yutong de China y que han consolidado en Colombia la flota eléctrica de buses más grande de Latinoamérica. (Xinhua/Jhon Paz)
BOGOTÁ, 17 mar (Xinhua) -- Transmilenio, empresa que opera el transporte masivo en Bogotá, avanza en la chatarrización de la flota de autobuses de combustión por diésel que han sido reemplazados por los vehículos eléctricos de las marcas BYD y Yutong de China y que han consolidado en Colombia la flota eléctrica de buses más grande de Latinoamérica.
Con el desmantelamiento de los últimos 60 buses de una flota que operaba en el noroccidente de la capital colombiana se completó la desactivación de 564 vehículos en un proceso de chatarrización que comenzó en 2012 y se ha desarrollado de manera paulatina junto con el cumplimiento de la vida útil de los vehículos.
De acuerdo a la Secretaría Distrital de Movilidad de Bogotá, este proceso de renovación ha hecho que Bogotá cuente con un transporte eficiente, limpio y de gran calidad.
"Las empresas chinas han sido fundamentales en la electrificación de la flota de Transmilenio y de nuevo hacen parte de esta renovación del modelo y del paradigma en el transporte sostenible", comentó a Xinhua Nicolás Estupiñán, secretario distrital de Movilidad de Bogotá.
La desintegración de los vehículos se realiza en la planta productora de acero Gerdau Diaco, ubicada en el municipio de Tocancipá del departamento de Cundinamarca, que procesa anualmente 350 mil toneladas de chatarra ferrosa y promueve la economía circular.
Allí todo el material ferroso es extraído de los vehículos para la posterior fabricación de elementos utilizados en el desarrollo de infraestructura urbana. Los demás materiales como plásticos y neumáticos se muelen y se reincorporan a otros procesos productivos de empresas que convierten el material granular en asfaltos y en la fabricación de canchas sintéticas.
Con la culminación de este ciclo, Transmilenio comienza también una era en la que busca sintonizarse con las grandes capitales del mundo donde la mayoría de su flota vehicular esté impulsada por energías limpias.
Se estima que, para finalizar 2021, estén operando en las diferentes rutas de la ciudad un total de 1.485 autobuses de cero emisiones, fabricados por marcas y que convertirán a Bogotá en la ciudad por fuera del país asiático con la flota eléctrica más grande del mundo.
"Es muy importante porque estamos dando pasos correctos con el fin de reducir el material particulado y también reducir los gases de efecto invernadero que producen estos buses (de combustión) para enfrentar también el cambio climático", señaló a Xinhua Felipe Ramírez, gerente general de Transmilenio.