BEIJING, 19 feb (Xinhua) -- Al vetar a la cadena de televisión china en Reino Unido y criticar a Beijing por haber sacado del aire a BBC World News por violar la normativa, Londres ha dejado al descubierto su verdadera naturaleza al jugar un juego hipócrita de doble rasero en relación con la libertad de prensa.
El veto de Londres a la Red de Televisión Global de China (CGTN) es una opresión política basada en un franco prejuicio ideológico. En los últimos 18 años, la cadena china ha respetado estrictamente las leyes y reglamentos británicos, así como la ética profesional, y ha contribuido positivamente a fortalecer el entendimiento mutuo y los intercambios culturales y personales entre los pueblos chino y británico.
Sin embargo, el regulador de medios británico, Ofcom, inició a principios del año pasado una investigación sobre la cadena de televisión china, alegando el llamado "control editorial" y "naturaleza política" de CGTN, y luego revocó arbitrariamente la licencia de CGTN a principios de este mes, a pesar de la cooperación total de CGTN en la investigación.
La estratagema británica de presentarse como defensora de la libertad de prensa implosionó cuando atacó a Beijing por castigar a la BBC por informar de forma sesgada y, en ocasiones, incluso por fabricar noticias falsas.
En contraste con la defensa de los principios de objetividad y precisión por parte de CGTN, la BBC ha producido y emitido muchas veces noticias falsas con un fuerte sesgo ideológico contra China, y ha difundido información falsa sobre Xinjiang, Hong Kong y la pandemia del COVID-19 para desprestigiar y atacar a China.
Sobre Hong Kong, los reporteros de la BBC cerraron los ojos ante el salvajismo de los alborotadores y describieron las medidas de aplicación de la ley normales de la policía de Hong Kong como actos de brutalidad; sobre Xinjiang, basándose únicamente en varias imágenes de satélite no fotorealistas y en informes fabricados por activistas anti-China, los periodistas de la BBC inventaron noticias falsas para calumniar la política de China en Xinjiang; y sobre la pandemia, la BBC llegó incluso a explotar un vídeo de un simulacro antiterrorista como supuesta prueba de la violencia de China en la prevención de la epidemia.
Lo que han hecho el Gobierno británico y la BBC demuestra una vez más que la libertad de prensa, si se abusa de ella, sólo puede conducir a la libertad de desinformación.
El doble rasero hipócrita también atestigua la falta de valor de quienes atacan a China para informarse sobre este país. "El miedo a escuchar la verdad sobre China es la razón por la que Ofcom prohibió CGTN", escribió John Ross, ex director de Política Económica y Empresarial de Londres, en un artículo de opinión.
Como China ha dado enormes pasos en el desarrollo económico y "acaba de tener un gran éxito en la lucha contra la COVID-19 y en la recuperación económica en comparación con la situación en Reino Unido", "es crucial para quienes están a favor de una 'nueva Guerra Fría' que las personas en Reino Unido no entiendan la realidad sobre China", dijo.
Un problema más arraigado es su obsesión por la mentalidad centrada en Occidente. Martin Jacques, académico y comentarista político británico, advirtió en una ocasión que "nos consideramos de mente abierta, pero nuestro sentido de superioridad ha cerrado nuestras mentes".
Con una mentalidad tan cerrada y prepotente, es improbable que quienes apoyan la suma cero en Reino Unido y en otros lugares del mundo occidental tengan una visión objetiva de los progresos realizados en el mundo no occidental. Peor aún, el patrón de pensamiento al estilo de la Guerra Fría los impulsará a elegir la confrontación en lugar de la cooperación en un momento en el que la comunidad mundial necesita desesperadamente construir el entendimiento mutuo y cimentar la unidad frente a los crecientes desafíos globales.
La libertad de prensa nunca debe ser empleada para legitimar la información noticiosa sesgada o las noticias falsas, ni debe manipularse como excusa para cumplir con algunos propósitos ideológicos egoístas. Londres tiene que dejar de lado sus farsas de doble rasero, de lo contrario arruinará la libertad que dice proteger y promover.
