BEIJING, 6 feb (Xinhua) -- El repartidor Zhao Yunhong lleva los últimos cuatro años trabajando durante la Fiesta de la Primavera en Beijing.
Aunque su casa está a solo tres horas en coche de la capital china, en la ciudad de Chengde de la provincia vecina de Hebei, siente que es más necesario en su trabajo en el centro logístico de JD.com, un gigante del comercio electrónico del país.
Su esposa y dos hijos están celebrando la Fiesta de la Primavera, o el Año Nuevo Lunar chino, en su apartamento alquilado en la capital.
Los servicios de entrega rápida son esenciales para la generación de jóvenes chinos que crecieron con las compras en línea. Hacen clic, ordenan y luego tienen sus compras entregadas en la puerta de su casa.
Zhao, quien ha trabajado aquí durante varios años, tiene un vínculo personal con sus clientes en el barrio de Senlindadi en el norte de Beijing.
"A algunos de ellos los conocí cuando les llevé artículos de boda a sus apartamentos. Ahora les llevo pañales para sus retoños", apunta, y agrega que "extraño mi ciudad natal y el sentimiento del Año Nuevo Lunar ahí, pero trabajar duro y la sensación de ser necesario también me parecen importantes".
A medida que los chinos optan por las compras en línea, la industria se ha desarrollado. Las firmas china de entrega rápida gestionaron un récord de 50.710 millones de paquetes en 2018, un aumento interanual del 26,6 por ciento. Los ingresos empresariales crecieron un 21,8 por ciento y sumaron 603.840 millones de yuanes (88.700 millones de dólares).
China tiene aproximadamente más de tres millones de repartidores. Aunque la mayoría de ellos no trabaja durante las vacaciones públicas de siete días, una parte sigue en servicio.
La logística JD.com anunció que cerca de la mitad de sus empleados en estaciones importantes de Beijing está de servicio durante las vacaciones, y la firma les paga bonificaciones adicionales.
Los mensajeros son pagados por la cantidad de entregas que hacen. Algunos pueden ganar hasta 300 yuanes (44 dólares) al día, y la firma les duplica el salario diario por su trabajo durante las vacaciones.
Zhou Xiaolei, de 28 años y procedente de la provincia suroccidental de Yunnan, trabaja para SF Express, otro operador privado. Es el cuarto año que trabaja en ese puesto. También tomó la decisión de quedarse en Beijing durante las vacaciones. Está ahorrando para un apartamento en su ciudad natal y los bonos por trabajar durante las vacaciones son difíciles de rechazar.
"Seguiré trabajando por otros años. Quiero establecerme en mi ciudad natal y construir un hogar con mi esposa", explica.
Los repartidores traen comodidad y regalan tiempo a los clientes, especialmente a las familias ocupadas y a los ancianos. Se consideran un activo de una ciudad.
Liu Chang, una jubilada que vive sola en el sur de Beijing, se alegra de saber que puede pedir comestibles incluso durante el primer día del Año Nuevo Lunar, cuando algunos supermercados están cerrados.
Ella sufre un dolor crónico en la pierna, por lo que ir a la compra resulta un desafío.
"Honestamente, no puedo imaginar mi vida sin el servicio de entrega", concluye.
