RIO DE JANEIRO, 26 nov (Xinhua) -- Tras caer consecutivamente durante 15 años, la desigualdad en Brasil creció en 2017 en comparación con 2016, reflejo de la crisis económica en el país, según un estudio divulgado hoy que sitúa Brasil como el 9º país más desigual del mundo.
Los datos, divulgados por la ONG Oxfam Brasil en base a las cifras oficiales del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), muestran que en 2017, el 50 por ciento de los más pobres de la población brasileño tuvieron una retracción del 3,5 por ciento en sus rendimientos laborales.
La renta media de la mitad más pobre de Brasil fue de 787 reales (263 dólares), menos de un salario mínimo, mientras que el 10 por ciento de la población más rica tuvo un crecimiento de casi el 6 por ciento en sus rendimientos laborales, con una media de 9.519 reales mensuales (2.440 dólares).
"Vivimos una crisis económica reciente muy severa que generó una ola de desempleo. Esta ola redujo la renta general de Brasil, sobre todo la renta de la base de la pirámide social, los primeros a sufrir en tiempos de crisis. Y como efecto, hubo un aumento de la desigualdad de la renta de trabajo, un aumento de la pobreza y la estancación de la equiparación de renta entre géneros", explicó Rafael Georges, el autor del informe.
El número de pobres en Brasil también creció entre 2016 y 2017 y llegó a los 15 millones de personas, el 7,2 por ciento de la población, lo que representa un 11 por ciento más que en 2016, cuando había 13,3 millones de pobres. Se considera pobre la persona con una renta de hasta 1,90 dólares por día, conforme el criterio del Banco Mundial.
Según Georges, desde el punto de vista estructural, Brasil tiene que aprender la "dura lección" de que las conquistas sociales se pierden muy rápidamente. La distancia entre los más ricos y pobres disminuyó desde 2002, hasta el año pasado, que volvió a crecer.
"En 2017, volvimos a los mismos niveles de 2012 en términos de porcentaje de la población en la pobreza. La menor tasa fue en 2014, en 2015 subió un poco y en 2016 y 2017 saltó. En dos años, retrocedimos cinco. Este movimiento nos recuerda que es importante adoptar medidas estructurales", comentó.
"Brasil aprendió a luchar la desigualdad mediante el incremento de renta, lo que es importante, pero la renta no es todo. Es importante garantizar una infraestructura social mediante la oferta de servicios de salud y educación, principalmente, con el aumento de inversiones en estas áreas", defendió Georges.
Para tener más inversiones sociales, el informe sugiere cambios en el actual sistema tributario brasileño que permitan al país avanzar de dos a cinco años en la reducción de desigualdades, teniendo en cuenta la media anual desde 1988.
"La cuestión fiscal es fundamental. No se puede hacer políticas sociales sin que las cuentas estén equilibradas. La cuestión fiscal no es puramente fiscal, es social por encima de todo", indicó el informe. Fin