ESPECIAL: Acelerar recuperación económica será desafío del gobierno de Bolsonaro

Spanish.xinhuanet.com   2018-10-29 08:28:20

BRASILIA, 28 oct (Xinhua) -- La expectativa por una aceleración de la recuperación económica, con aumento del empleo y la solución a los problemas fiscales de Brasil serán los primeros desafíos del gobierno del presidente electo Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL).

El programa económico de campaña de Bolsonaro defendió una amplia apertura económica y estimular la iniciativa privada, pero los intereses de los sectores empresariales que lo apoyaron deben limitar esa promesa.

Aunque Bolsonaro llega con el apoyo del mercado financiero, los antecedentes estatistas del ex militar convertido al liberalismo despiertan desconfianzas.

La adhesión de la elite económica vino de la mano de la asociación del ahora presidente electo con el economista Paulo Guedes, un ultraliberal formado en la Universidad de Chicago que sueña con implementar un programa radical de reformas semejantes a las realizadas en países como Chile.

La agenda de Guedes incluye "privatizar todo", reformas tributaria y de pensiones, máxima apertura económica en el frente externo, autonomía formal del Banco Central y "Estado mínimo".

Los apoyos que Bolsonaro fue cosechando de diversos grupos de interés a lo largo de su camino hacia la presidencia indican, sin embargo, que muchas de esas propuestas deben encontrar fuertes resistencias en la propia coalición de gobierno.

La base de apoyo del nuevo gobierno está formada, además del mercado financiero, por empresarios del agronegocio y de la industria, iglesias evangélicas y las Fuerzas Armadas y de seguridad, todos con demandas propias y a veces contradictorias.

Esa heterogeneidad se manifestó en la campaña en varios episodios que llevaron a Bolsonaro a ordenar que tanto Guedes como su compañero de fórmula, el general Hamilton Mourao, salieran de escena para evitar declaraciones comprometedoras.

Por ese motivo, la sociedad y los agentes económicos ignoran cuál será la política económica del próximo gobierno, y sobre todo cómo hará para compatibilizar intereses opuestos.

Un foco de preocupación del mercado financiero es hasta qué punto estará comprometido con una agenda de reformas y con la salud de las cuentas públicas.

El sector industrial, por ejemplo, que formalizó el apoyo a Bolsonaro en la última semana, divulgó una declaración a través de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), rechazando frontalmente la apertura radical que propone Guedes, afirmando que representaría el cierre de empresas y perjuicios para la economía brasileña.

Otro ejemplo es la agenda de seguridad pública, que demandará inversiones en tecnología, infraestructura y salarios para las fuerzas policiales, lo que exige fondos que no están disponibles por las restricciones impuestas por el problema fiscal.

Para el economista José Luiz Pagnussat, miembro del Consejo Federal de Economía (Cofecon), la política económica del próximo gobierno estará condicionada por las negociaciones parlamentarias y por las demandas de los sectores que lo apoyaron.

"En el proceso decisorio en Brasil, la mayor parte de las cosas tiene que pasar por el Congreso Nacional, y el grupo que apoya a Bolsonaro no tiene esa visión tan radical en términos de perfil liberal. Entonces no podrá aprobar medidas tan agresivas como las que estaban siendo propuestas", explicó.

"El gobierno va a tender al liberalismo, con reducción de algunos ministerios, pero de la manera que fue colocada al inicio de la campaña. A lo largo de la campaña hubo rectificaciones, y a partir de ahora deberán ser mayores", dijo.

Para el economista, la retomada del crecimiento ocurriría con independencia de quién ganara la elección.

La economía brasileña está con una capacidad ociosa muy alta desde hace mucho tiempo, con expectativa de recuperación de la producción en todos los sectores, lo que apareció en los últimos datos de confianza empresarial.

"Hay un escenario de retomada fuerte de la producción. Eso significa que de los obstáculos en el área fiscal el que va a pesar más es el techo de los gastos, que es un limitador, y que no es compatible con la ausencia de algunas reformas, como la de pensiones", dijo.

Bolsonaro invitó a participar de su gobierno a las autoridades responsables por la cuestión fiscal en el gobierno Temer, como el secretario del Tesoro, Mansueto Almeida.

"La tendencia es que quienes están al frente del debate tienen noción clara de los datos, y la propia retomada del crecimiento y la producción puede facilitar la solución de ese problema", explicó.

Entre las medidas esperadas está la ampliación de concesiones de infraestructura y algunas privatizaciones, con participación del capital internacional.

"Si las ideas de Paulo Guedes fueran implementadas, habría una apertura radical de la economía, lo que no creo que ocurra", dijo Pagnussat.

La salida debe ser un término medio, es decir, una ampliación de la apertura económica brasileña, pero limitada por algunos intereses del sector productivo, comentó.

"Bolsonaro escuchará a los empresarios que lo apoyaron, pero también indicó que Paulo Guedes tendrá una fuerza en las decisiones. En el contexto de una elección, las decisiones son colectivas, y atendiendo a los intereses de quienes lo apoyaron. Lo que debe ocurrir es un equilibrio", consideró el experto.

Para cualquier sugerencia o consulta puede ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente correo
electrónico:spanish@xinhuanet.com
Noticias Relacionadas
  
FOTOS  >>
VIDEO  >>
  TEMAS ESPECIALES  >>
XI ASISTE A IV FORO ECONOMICO ORIENTAL
FOCAC
Xinhuanet

ESPECIAL: Acelerar recuperación económica será desafío del gobierno de Bolsonaro

Spanish.xinhuanet.com 2018-10-29 08:28:20

BRASILIA, 28 oct (Xinhua) -- La expectativa por una aceleración de la recuperación económica, con aumento del empleo y la solución a los problemas fiscales de Brasil serán los primeros desafíos del gobierno del presidente electo Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL).

El programa económico de campaña de Bolsonaro defendió una amplia apertura económica y estimular la iniciativa privada, pero los intereses de los sectores empresariales que lo apoyaron deben limitar esa promesa.

Aunque Bolsonaro llega con el apoyo del mercado financiero, los antecedentes estatistas del ex militar convertido al liberalismo despiertan desconfianzas.

La adhesión de la elite económica vino de la mano de la asociación del ahora presidente electo con el economista Paulo Guedes, un ultraliberal formado en la Universidad de Chicago que sueña con implementar un programa radical de reformas semejantes a las realizadas en países como Chile.

La agenda de Guedes incluye "privatizar todo", reformas tributaria y de pensiones, máxima apertura económica en el frente externo, autonomía formal del Banco Central y "Estado mínimo".

Los apoyos que Bolsonaro fue cosechando de diversos grupos de interés a lo largo de su camino hacia la presidencia indican, sin embargo, que muchas de esas propuestas deben encontrar fuertes resistencias en la propia coalición de gobierno.

La base de apoyo del nuevo gobierno está formada, además del mercado financiero, por empresarios del agronegocio y de la industria, iglesias evangélicas y las Fuerzas Armadas y de seguridad, todos con demandas propias y a veces contradictorias.

Esa heterogeneidad se manifestó en la campaña en varios episodios que llevaron a Bolsonaro a ordenar que tanto Guedes como su compañero de fórmula, el general Hamilton Mourao, salieran de escena para evitar declaraciones comprometedoras.

Por ese motivo, la sociedad y los agentes económicos ignoran cuál será la política económica del próximo gobierno, y sobre todo cómo hará para compatibilizar intereses opuestos.

Un foco de preocupación del mercado financiero es hasta qué punto estará comprometido con una agenda de reformas y con la salud de las cuentas públicas.

El sector industrial, por ejemplo, que formalizó el apoyo a Bolsonaro en la última semana, divulgó una declaración a través de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), rechazando frontalmente la apertura radical que propone Guedes, afirmando que representaría el cierre de empresas y perjuicios para la economía brasileña.

Otro ejemplo es la agenda de seguridad pública, que demandará inversiones en tecnología, infraestructura y salarios para las fuerzas policiales, lo que exige fondos que no están disponibles por las restricciones impuestas por el problema fiscal.

Para el economista José Luiz Pagnussat, miembro del Consejo Federal de Economía (Cofecon), la política económica del próximo gobierno estará condicionada por las negociaciones parlamentarias y por las demandas de los sectores que lo apoyaron.

"En el proceso decisorio en Brasil, la mayor parte de las cosas tiene que pasar por el Congreso Nacional, y el grupo que apoya a Bolsonaro no tiene esa visión tan radical en términos de perfil liberal. Entonces no podrá aprobar medidas tan agresivas como las que estaban siendo propuestas", explicó.

"El gobierno va a tender al liberalismo, con reducción de algunos ministerios, pero de la manera que fue colocada al inicio de la campaña. A lo largo de la campaña hubo rectificaciones, y a partir de ahora deberán ser mayores", dijo.

Para el economista, la retomada del crecimiento ocurriría con independencia de quién ganara la elección.

La economía brasileña está con una capacidad ociosa muy alta desde hace mucho tiempo, con expectativa de recuperación de la producción en todos los sectores, lo que apareció en los últimos datos de confianza empresarial.

"Hay un escenario de retomada fuerte de la producción. Eso significa que de los obstáculos en el área fiscal el que va a pesar más es el techo de los gastos, que es un limitador, y que no es compatible con la ausencia de algunas reformas, como la de pensiones", dijo.

Bolsonaro invitó a participar de su gobierno a las autoridades responsables por la cuestión fiscal en el gobierno Temer, como el secretario del Tesoro, Mansueto Almeida.

"La tendencia es que quienes están al frente del debate tienen noción clara de los datos, y la propia retomada del crecimiento y la producción puede facilitar la solución de ese problema", explicó.

Entre las medidas esperadas está la ampliación de concesiones de infraestructura y algunas privatizaciones, con participación del capital internacional.

"Si las ideas de Paulo Guedes fueran implementadas, habría una apertura radical de la economía, lo que no creo que ocurra", dijo Pagnussat.

La salida debe ser un término medio, es decir, una ampliación de la apertura económica brasileña, pero limitada por algunos intereses del sector productivo, comentó.

"Bolsonaro escuchará a los empresarios que lo apoyaron, pero también indicó que Paulo Guedes tendrá una fuerza en las decisiones. En el contexto de una elección, las decisiones son colectivas, y atendiendo a los intereses de quienes lo apoyaron. Lo que debe ocurrir es un equilibrio", consideró el experto.

010020070760000000000000011100001375654931