RIO DE JANEIRO, 17 oct (Xinhua) -- La lenta retomada de la economía brasileña, tras contraer su Producto Interno Bruto (PIB) en 7 puntos entre 2015 y 2016, ha encontrado otro obstáculo que impide una mayor expansión: la crisis económica que vive Argentina, el país vecino y su principal socio en Sudamérica.
A pesar de que la brasileña es la mayor economía de América Latina, aún siente los efectos de la peor recesión económica de su historia y hasta sus empresas han comenzado a notar los efectos de la crisis argentina, ya que en los últimos meses han caído las exportaciones.
Un ejemplo es la multinacional automotora Volskwagen, que se vio forzada a reducir su producción en la fábrica de Taubaté, en el interior del estado de Sao Paulo (sureste de Brasil) debido a la caída de las ventas en el país vecino. Ello provocó que la empresa diera vacaciones forzadas por segunda vez en tres meses a parte de sus empleados.
En Sao José dos Campos, en la región metropolitana de Sao Paulo, una empresa que produce tubos para el sistema de aire condicionado para automóviles también siente los efectos de la crisis en el país vecino: como suministradora para las montadoras brasileñas, vio como los pedidos cayeron un 15 por ciento desde agosto, y como exportadora de piezas a Argentina, ha visto cómo la devaluación del peso deja su producto prácticamente inaccesible para las empresas argentinas.
El economista Carlos Oliveira, de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), aseguró que con la crisis económica, Argentina debe dejar de comprar cerca de 200.000 vehículos fabricados en Brasil, lo que representa una caída del 11 por ciento en relación al año pasado, aunque se mostró confiado en que la industria brasileña está preparada para enfrentar la situación al haber diversificado sus socios comerciales.
"En función incluso de la propia crisis brasileña que pasamos y todavía estamos dejando atrás, y que tuvo su auge entre 2014 y 2015, hubo una caída en el sector automotor brasileño alrededor del 40 por ciento, y esto hizo con que las empresas automotoras brasileñas, las fabricantes de vehículos, se movieran para lograr nuevos mercados, algo que lograron", explicó Oliveira a Xinhua.
Un informe de la Cámara de Comercio Exterior (Camex) de Brasil calcula que la economía argentina se contraerá en un 1 por ciento este año y que ello supondrá una caída del 4,4 por ciento de las exportaciones brasileñas, equivalente a unos 770 millones de dólares.
El estudio identifica que el sector más perjudicado por la crisis argentina es el automotor, que el año pasado representó el 40,1 por ciento de las ventas externas de Brasil a Argentina, con un valor estimado de 11.160 millones de dólares.
La intención inicial era que este año Brasil exportara 900.000 vehículos al país vecino, aunque la cifra fue reducida a 700.000.
"Argentina es el tercer principal socio comercial de Brasil (tras China y Estados Unidos), representa entre el 7 y el 8 por ciento de nuestras exportaciones. Obviamente que el desempeño económico argentino está directamente relacionado al desarrollo comercial de Brasil", afirmó recientemente el secretario de Comercio Exterior del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil, Abrao Neto.