ESPECIAL: Madre e hija deciden destino del café cubano

Actualizado 2018-06-22 05:20:11 | Spanish. xinhuanet. com

CUBA-GUANTANAMO-CAFE

Imagen del 12 de junio de 2018, de Francisca Holder (i) y Elba Vicente (d), madre e hija, laborando en la producción de café en la provincia de Guantánamo, Cuba. Francisca Holder y Elba Vicente son madre e hija, pero más allá de la relación familiar, ambas son determinantes en el destino de la producción de café en la provincia cubana de Guantánamo. Son de las pocas catadoras de café que hay en Cuba y comparten profesión en la estatal Empresa Procesadora de Guantánamo, que bajo la marca Alto Serra comercializa el grano en el mercado internacional, fundamentalmente en Europa y Asia. (Xinhua/Roberto Moro)

Por Raúl Menchaca

GUANTANAMO, Cuba, 21 jun (Xinhua) -- Francisca Holder y Elba Vicente son madre e hija, pero más allá de la relación familiar, ambas son determinantes en el destino de la producción de café en la provincia cubana de Guantánamo (este).

Son de las pocas catadoras de café que hay en Cuba y comparten profesión en la estatal Empresa Procesadora de Guantánamo, que bajo la marca Alto Serra comercializa el grano en el mercado internacional, fundamentalmente en Europa y Asia.

Francisca, una mujer de más de 70 años, se encarga de probar la bebida desde hace 45, y es la única cubana con rango internacional en la cata de café, una profesión a la que llegó casi por casualidad en 1973.

"Para mí representó un orgullo, porque realmente fue algo muy novedoso, muy nuevo, teniendo en cuenta que en esos momentos nos existían catadores mujeres, apenas había otras dos en Latinoamérica", rememora.

La catadora no esconde su satisfacción al hablar de una especialidad que la obliga a tomar hasta 30 tazas diarias para comprobar la calidad del producto final de la empresa, que procesa buena parte de la producción de la isla.

El panorama ha cambiado mucho y la otra mujer, Elba, la hija de Francisca, acaba de diplomarse como catadora en Costa Rica, y por eso la madre la llama, medio en broma y medio en serio, "La sucesora".

"En cierto modo, ella me enseñó a hacer algo que es novedoso, es decir que es novedoso en el sentido de que no la realizan muchas personas en el mundo", dice Elba, quien conserva el mismo aire coqueto de su madre.

La joven catadora es también consciente de la importancia de su trabajo, pues la empresa procesa todo el café que se produce en Guantánamo y en la cercana provincia de Holguín, para después comercializarlo en el extranjero a través de la estatal CubaExport.

La empresa tiene un peso determinante en las exportaciones cubanas del grano, pues le corresponde vender en el extranjero de 60 a 65 por ciento de la producción cafetalera del país.

El grano de la variedad arábiga, que se vende bajo la marca Alto Serra, es considerado de calidad élite a partir de plantaciones con cultivo extensivo que se localizan en las montañas del oriente cubano, generalmente entre 900 y 1.800 metros sobre el nivel del mar.

Esas zonas altas, donde el clima es un poco más fresco que en el resto de Cuba, proporcionan mejores propiedades organolépticas al café, por eso las catadoras dicen que hay que utilizar los cinco sentidos en las pruebas, que no dependen sólo del paladar, sino del olfato, la vista y el tacto, e incluso del oído al revolver la mezcla.

Pero además de la efectividad de las catadoras, la Empresa Procesadora de Guantánamo posee un moderno equipamiento que permite que en una jornada de trabajo de ocho horas se procesen 16 toneladas de café, cifra tres veces superior a las cinco toneladas que antes manipulaban con una tecnología más antigua.

Esa entidad fue la primera del Grupo de Agricultura de Montaña del país en recibir la certificación que se otorga por implementar el Sistema Integrado de Gestión de la calidad, por el cumplimiento sistemático de normas internacionales en el beneficio del café durante todo el procesamiento y hasta la exportación.

Aunque Guantánamo es la segunda provincia cubana que más café cosecha por detrás de Santiago de Cuba, es sin embargo la que más vende al exterior, gracias a marcas bien posicionadas en el mercado internacional como Extra Turquino Especial, Turquino, Serrano Superior, Caracolillo y Alto Serra.

Buena parte de ese éxito se debe al particular talento de Francisca y Elba, dos mujeres, madre e hija, que deciden los destinos del café cubano.

 
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ESPECIAL: Madre e hija deciden destino del café cubano

Spanish.xinhuanet.com 2018-06-22 05:20:11

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Imagen del 12 de junio de 2018, de Francisca Holder (i) y Elba Vicente (d), madre e hija, laborando en la producción de café en la provincia de Guantánamo, Cuba. Francisca Holder y Elba Vicente son madre e hija, pero más allá de la relación familiar, ambas son determinantes en el destino de la producción de café en la provincia cubana de Guantánamo. Son de las pocas catadoras de café que hay en Cuba y comparten profesión en la estatal Empresa Procesadora de Guantánamo, que bajo la marca Alto Serra comercializa el grano en el mercado internacional, fundamentalmente en Europa y Asia. (Xinhua/Roberto Moro)

Por Raúl Menchaca

GUANTANAMO, Cuba, 21 jun (Xinhua) -- Francisca Holder y Elba Vicente son madre e hija, pero más allá de la relación familiar, ambas son determinantes en el destino de la producción de café en la provincia cubana de Guantánamo (este).

Son de las pocas catadoras de café que hay en Cuba y comparten profesión en la estatal Empresa Procesadora de Guantánamo, que bajo la marca Alto Serra comercializa el grano en el mercado internacional, fundamentalmente en Europa y Asia.

Francisca, una mujer de más de 70 años, se encarga de probar la bebida desde hace 45, y es la única cubana con rango internacional en la cata de café, una profesión a la que llegó casi por casualidad en 1973.

"Para mí representó un orgullo, porque realmente fue algo muy novedoso, muy nuevo, teniendo en cuenta que en esos momentos nos existían catadores mujeres, apenas había otras dos en Latinoamérica", rememora.

La catadora no esconde su satisfacción al hablar de una especialidad que la obliga a tomar hasta 30 tazas diarias para comprobar la calidad del producto final de la empresa, que procesa buena parte de la producción de la isla.

El panorama ha cambiado mucho y la otra mujer, Elba, la hija de Francisca, acaba de diplomarse como catadora en Costa Rica, y por eso la madre la llama, medio en broma y medio en serio, "La sucesora".

"En cierto modo, ella me enseñó a hacer algo que es novedoso, es decir que es novedoso en el sentido de que no la realizan muchas personas en el mundo", dice Elba, quien conserva el mismo aire coqueto de su madre.

La joven catadora es también consciente de la importancia de su trabajo, pues la empresa procesa todo el café que se produce en Guantánamo y en la cercana provincia de Holguín, para después comercializarlo en el extranjero a través de la estatal CubaExport.

La empresa tiene un peso determinante en las exportaciones cubanas del grano, pues le corresponde vender en el extranjero de 60 a 65 por ciento de la producción cafetalera del país.

El grano de la variedad arábiga, que se vende bajo la marca Alto Serra, es considerado de calidad élite a partir de plantaciones con cultivo extensivo que se localizan en las montañas del oriente cubano, generalmente entre 900 y 1.800 metros sobre el nivel del mar.

Esas zonas altas, donde el clima es un poco más fresco que en el resto de Cuba, proporcionan mejores propiedades organolépticas al café, por eso las catadoras dicen que hay que utilizar los cinco sentidos en las pruebas, que no dependen sólo del paladar, sino del olfato, la vista y el tacto, e incluso del oído al revolver la mezcla.

Pero además de la efectividad de las catadoras, la Empresa Procesadora de Guantánamo posee un moderno equipamiento que permite que en una jornada de trabajo de ocho horas se procesen 16 toneladas de café, cifra tres veces superior a las cinco toneladas que antes manipulaban con una tecnología más antigua.

Esa entidad fue la primera del Grupo de Agricultura de Montaña del país en recibir la certificación que se otorga por implementar el Sistema Integrado de Gestión de la calidad, por el cumplimiento sistemático de normas internacionales en el beneficio del café durante todo el procesamiento y hasta la exportación.

Aunque Guantánamo es la segunda provincia cubana que más café cosecha por detrás de Santiago de Cuba, es sin embargo la que más vende al exterior, gracias a marcas bien posicionadas en el mercado internacional como Extra Turquino Especial, Turquino, Serrano Superior, Caracolillo y Alto Serra.

Buena parte de ese éxito se debe al particular talento de Francisca y Elba, dos mujeres, madre e hija, que deciden los destinos del café cubano.

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