BEIJING, 31 may (Xinhua) -- El "Espíritu de Shanghai" es el conjunto de valores que apoyan la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que ha inspirado solidaridad y continuará guiando a los Estados miembros para buscar la construcción de una "comunidad de destino".
La XVIII Cumbre de la OCS se celebrará entre el 9 y el 10 de junio en Qingdao, en la provincia oriental china de Shandong. Será la primera cumbre tras su expansión para dar entrada a India y Pakistán como miembros plenos en la Cumbre de Astaná, en Kazajistán, en 2017.
El "Espíritu de Shanghai", que se caracteriza por la confianza mutua, el beneficio recíproco, la igualdad, las consultas, el respeto a las diversas civilizaciones y la búsqueda del desarrollo común, ha estimulado a los Estados miembros para cooperar y garantizar el desarrollo de la organización.
Al adherirse al principio, la OCS ha experimentado un proceso de desarrollo extraordinario y se ha convertido en una organización regional integral con una vasta influencia desde su creación en 2001.
La OCS se ha expandido para pasar de ser una organización dedicada a la cooperación en materia de seguridad y estabilidad regionales a una plataforma que sirve para la amplia cooperación en política, economía, seguridad, intercambios entre pueblos, contacto externo y el establecimiento de mecanismos.
Los logros de la organización muestran el poder de unión del "Espíritu de Shanghai", que está consagrado en la Carta de la OCS.
Guiada por este espíritu, la organización se ha convertido en un modelo para una nueva forma de relaciones internacionales caracterizadas por el respeto mutuo, la equidad, la justicia, y la cooperación de beneficio mutuo.
Dentro de la OCS, los Estados miembros, sean grandes o pequeños, ricos o pobres, tienen el mismo peso en los asuntos internos, y llegan a consensos y logran un crecimiento compartido a través de la discusión y la colaboración, en vez de seguir el enfoque de que el vencedor se lo lleva todo.
Los Estados miembros de la OCS van más allá de las diferencias en sus sistemas sociales, ideología y modelos de desarrollo y ofrecen una estrategia para resolver los problemas del mundo en un contexto de profundos y complejos cambios.
Con la inclusión de India y Pakistán, los ocho Estados miembros de la organización representan más del 60 porciento del territorio euroasiático, tienen cerca de la mitad de la población mundial y generan más del 20 por ciento del PIB global.
Tras la expansión, los miembros de la OCS deben fomentar la cohesión, seguir adelante con la cooperación y enriquecer el "Espíritu de Shanghai" para consolidar el futuro de la organización.
