BEIJING, 12 may (Xinhua) -- Una guerra comercial entre China y Estados Unidos sería devastadora para la economía global, y se necesitan estrategias constructivas para resolver las fricciones comerciales, señaló un informe conjunto emitido hoy por instituciones de expertos de China y de Estados Unidos.
Una manifiesta guerra comercial entre las dos mayores economías mundiales sería devastadora para la gente trabajadora de ambos países, además de ser destructiva para el futuro de toda la economía mundial, dice el informe preparado por el Foro de China Finance 40 (CF40) y el Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE, según siglas en inglés).
Los costos del conflicto pesarían mucho más que las actuales causas de disputa en las relaciones económicas entre China y Estados Unidos, y dañarán a las cadenas de productores y de oferta global, así como a los consumidores estadounidense, mucho más de lo que logrará o costará para China inicialmente, explica el informe.
"Espero que el presidente Trump... encuentre más caminos constructivos para manejar los asuntos comerciales", declaró el presidente del PIIE, Adam Posen, a Xinhua. "Algunas de las cosas que quiere no tienen sentido".
El déficit comercial bilateral no es un objetivo razonable o útil para la política comercial de Estados Unidos, dijo.
La estrategia unilateral de la administración Trump para las disputas comerciales es contraproducente, y el uso de amenazas con aranceles unilaterales como medio para lograr fines económicos es un error, afirma el informe.
Esta táctica es aún más contraproducente cuando se expresa de manera a controvertida con un tono arrogante hacia otro país soberano, establece el documento.
Las disputas económicas que pueden arreglar recurriendo a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y a otros mecanismos multilaterales deben arreglarse utilizando esos mecanismos, indica.
No hay ganador en una guerra comercial, y los esfuerzos para impedir una deben ser prioritarios para servir a los intereses de ambos, de China y de Estados Unidos, comentó Posen.
El informe también sugiere la expansión de la inversión directa transfronteriza bilateral como un medio para mejorar las relaciones económicas entre China y Estados Unidos a largo plazo, mientras los beneficios en la eficiencia y el empleo de esa integración económica serían sustanciales.
También indica que las empresas chinas tienen el derecho de competir con las compañías de Estados Unidos y tener éxito en sectores incluyendo el de alta tecnología, dado que el hecho de que China aspire a convertirse en un líder tecnológico en algunos campos no debe ser considerado como una amenaza para Estados Unidos.
