MADRID, 4 may (Xinhua) -- El presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, afirmó hoy viernes que con el fin del grupo separatista vasco Euskadi Ta Askatasuna (ETA) no desaparece el daño que causó la organización, que el jueves anunció de manera oficial su disolución.
"No desaparece el daño que ETA ha causado ni lo hará la deuda de gratitud que todos tenemos con las víctimas del terrorismo", declaró Rajoy desde el Palacio de la Moncloa (sede del Ejecutivo) en Madrid.
Sostuvo que "las democracias responden a los crímenes con la justicia", además de valorar "la perseverancia de los españoles y la fe democrática" frente al terror.
"No es día de pasar página ni de bajar los brazos. Siempre velaremos porque nada de lo que pasó vuelva a suceder ni nadie reescriba este pasaje de nuestra historia", dijo.
Rajoy insistió en que no es una jornada de celebración, sino de homenaje a los más de 850 asesinados por el grupo y a los centenares de heridos, secuestrados y extorsionados.
Anunció además que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, convocará a una reunión extraordinaria del Pacto Antiterrorista para analizar la situación.
Desde su fundación en 1959, ETA cometió asesinatos en nombre de la independencia de Euskal Herria (país del euskera), territorio que comprende el País Vasco (norte de España).
El debate en la sociedad española se centra en si se debe modificar la política penitenciaria, al mantener la dispersión de los presos de ETA en cárceles de toda España o por el contrario se les debe acercar al País Vasco.
Mientras que Rajoy y las asociaciones de víctimas apuestan por la dispersión, otros sectores de la sociedad, como el Partido Socialista vasco (que sufrió decenas de atentados de ETA), abogan por acercar los presos de la organización a sus hogares para no victimizarse.
Las palabras del presidente del gobierno español llegan como respuesta al acto del fin de ETA escenificado este viernes en la localidad francesa de Cambo-Les-Bains, próxima a la frontera con España.
En el lugar se dieron cita personajes como el abogado sudafricano, Brian Currin, en representación del Grupo Internacional de Contacto; el principal negociador británico en Europa, Jonathan Powell; el ex líder del partido nacionalista irlandés Sinn Fein, Gerry Adams, y algunos partidos nacionalistas vascos.
Mediadores internacionales emplazaron en el acto a todas las partes a la "reconciliación" tras el fin de ETA.
