GOYANG, Corea del Sur, 27 abr (Xinhua) -- El presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el máximo líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong Un, comenzaron este viernes por la mañana conversaciones formales en la parte surcoreana de la aldea fronteriza de Panmunjom en la tercera cumbre intercoreana de la historia.
Tras la ceremonia oficial de bienvenida, que incluyó una inspección de la guardia de honor surcoreana, los dos líderes se desplazaron a una sala de conferencias en el segundo piso de la Casa de la Paz, un edificio surcoreano dentro de Panmunjom, para celebrar una reunión en la que hablarán sobre la paz y la prosperidad en la península coreana
Kim hizo historia al convertirse en el primer líder de la RPDC en pisar territorio del Sur desde el fin de la Guerra de Corea (1950-1953).
Los dos líderes se estrecharon sonrientes la mano a ambos lados de la Línea de Demarcación Militar (LDM), que separa el Norte del Sur y está señalada solo por una losa de hormigón que apenas se eleva del suelo.
Las dos anteriores cumbres intercoreanas tuvieron lugar en la capital de la RPDC, Pyongyang, en 2000 y 2007 respectivamente.
Tras cruzar la LDM y pasar al lado surcoreano, Kim invitó a Moon a hacer lo propio y entrar en el lado de la RPDC.
A continuación regresaron a la parte surcoreana de Panmunjom agarrados de la mano para celebrar su histórica reunión, la primera cumbre intercoreana en más de una década.
El líder de la RPDC dijo a su homólogo surcoreano en sus declaraciones previas a las conversaciones matutinas que ha llegado el momento de "escribir una nueva historia" en las relaciones intercoreanas y también en la paz y prosperidad.
Antes de iniciar la reunión, Kim escribió en el libro de visitas que "una nueva historia comienza ahora" así como "el punto de partida de la historia y una era de paz", según el servicio de prensa conjunto de la cumbre intercoreana.
Kim dijo a Moon que espera lograr un buen resultado a través de la discusión franca de los temas de interés mutuo y no con propuestas que ambas partes no puedan cumplir.
En respuesta, Moon propuso mantener "conversaciones francas y llegar a un acuerdo valiente" como regalo para todo el pueblo coreano y la gente que quiere la paz.
Además, elogió a Kim por su decisión de cruzar la frontera a la parte surcoreana y subrayó que, en el momento en que lo hizo, Panmunjom dejó de ser un símbolo de división para convertirse en un símbolo de paz.