BEIJING, 18 abr (Xinhua) -- Los precios de las viviendas se mantuvieron en general estables en las principales ciudades de China en marzo, como resultado de las restricciones a la compra aplicadas por el gobierno, según datos oficiales publicados hoy miércoles.
Los precios de las viviendas nuevas se suavizaron en las ciudades de primer nivel del país con la continuidad de las restricciones a la compra impuestas por el gobierno para contener la demanda especulativa, informó hoy el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
Los precios de la vivienda nueva en las ciudades de primer nivel se redujeron un 0,6 por ciento interanual en marzo, descenso que fue del 0,1 por ciento en el caso de la vivienda usada.
El mercado inmobiliario también está dando muestras de un crecimiento más moderado en las ciudades de segundo nivel, en las que el alza interanual de los precios de la vivienda nueva se redujo 0,2 puntos porcentuales respecto al mes anterior.
Los precios de la vivienda nueva bajaron en términos interanuales en nueve de las 15 grandes ciudades consideradas "mercados candentes". En comparación con el mes anterior, disminuyeron en siete de las 15, y en Tianjin y Hefei se mantuvieron sin cambios respecto a febrero.
"Los precios de la vivienda fueron estables, en términos generales, por el efecto continuado de los controles del mercado", dedujo el estadístico del BNE Liu Jianwei.
Los datos vinieron después de que el BNE publicara el martes que la inversión de China en el promoción inmobiliaria se amplió un 10,4 por ciento interanual en el primer trimestre del año, acelerándose desde el alza del siete por ciento registrada en 2017.
La inversión total en el sector de los bienes raíces se situó en 2,13 billones de yuanes (339.200 millones de dólares) en el primer trimestre, de acuerdo con el BNE.
"Crecer más del 10 por ciento superó las expectaciones del mercado", admitió Xia Dan, investigador sénior del Banco de las Comunicaciones, que apuntó que la construcción de viviendas para el alquiler o baratas contribuyó parcialmente al crecimiento.
Los drásticos incrementos de los precios de la vivienda de los últimos años, especialmente en las grandes ciudades, alimentaron la preocupación por la creación de una burbuja de activos. Para moderar la especulación, los gobiernos locales implantaron o ampliaron restricciones a las adquisiciones de casas e incrementaron los pagos de entrada mínimos para suscribir hipotecas.
China está dando rápidos pasos, además, para implementar un mecanismo de regulación inmobiliaria a largo plazo que asegure la oferta mediante múltiples fuentes, proporcione apoyo al alojamiento mediante canales variados y estimule tanto las adquisición como el alquiler.
El informe sobre la labor del gobierno de este año reiteró que "las casas son para vivir, no para especular".
"Apoyaremos que la gente compre casas para su uso personal y desarrollaremos el mercado del alquiler y de la copropiedad", indica el documento.
Por el momento, 51 compañías estatales de alquiler de viviendas se han establecido de forma experimental en 12 ciudades, donde se han creado plataformas de administración y servicios de alquiler dirigidas por el gobierno.
El gobierno se comprometió para 2018 a mantener la estabilidad y la coherencia de la política inmobiliaria y a acelerar el establecimiento de un mecanismo de regulación a largo plazo.
"China no flaqueará en sus esfuerzos por implementar una regulación del mercado inmobiliario y mantendrá la coherencia y estabilidad de las medidas políticas en 2018", prometió el ministro de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural, Wang Menghui.
