BEIJING, 9 mar (Xinhua) -- Un funcionario surcoreano anunció el jueves que el presidente de EEUU, Donald Trump, ha acordado reunirse, antes de que termine el mes de mayo, con el máximo líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong Un, y que Pyongyang evitará realizar nuevos ensayos nucleares y de misiles.
A pesar de la última distensión entre Pyongyang y Seúl, en particular durante los Juegos Olímpicos de Invierno 2018 celebrados en el condado surcoreano de Pyeongchang, aún parecía imposible un encuentro en el futuro cercano entre los líderes de EEUU y la RPDC, dada la considerable frialdad que mostraron los representantes de ambos países en Pyeongchang.
Recientemente, Pyongyang había manifestado que no aceptaría la celebración de un diálogo directo con Washington con precondiciones, lo que hacía pensar en que una reunión entre la RPDC y EEUU no era inminente ni incluso posible.
En este sentido, la acordada cumbre Trump-Kim es, sin duda alguna, un notable progreso en lo que se refiere a la cuestión nuclear de la península coreana, y se merece el aplauso de todos, especialmente después de que las repetidas amenazas cruzadas entre Washington y Pyongyang a lo largo del año pasado alimentaran el miedo por una guerra nuclear en la región.
Lamentablemente, según demuestra la historia, a raíz de acontecimientos positivos aparecen a menudo factores perturbadores para echar por tierra la esperanza por una solución pacífica.
Como dos de las partes claves de la cuestión, Washington y Pyongyang necesitan emprender acciones concretas para materializar el diálogo propuesto, y hacer de él un éxito, con el fin de resolver cuanto antes el tema nuclear de la península coreana, a través de esfuerzos conjuntos con otras partes involucradas.
Deben al menos dejar a un lado su animosidad y falta de confianza mutua, abstenerse de provocaciones que puedan poner en peligro la celebración del acordado diálogo y estar preparados para realizar compromisos valientes.
Además de la voluntad política de ambas partes, la actual distensión entre Seúl y Pyongyang también está nutrida por factores como la suspensión de la RPDC de las actividades nucleares y de misiles y la suspensión de los ejercicios militares EEUU-República de Corea durante los Juegos Olímpicos de Invierno.
Para mantener el ímpetu en la península, las partes involucradas deberían escuchar la propuesta de China de suspensión por suspensión y seguir el "enfoque de doble vía" sobre el asunto.
China ha sugerido que la RPDC suspenda sus actividades nucleares y de misiles a cambio de la suspensión de los ejercicios militares conjuntos a gran escala de EEUU y la República de Corea. El enfoque de doble vía sugiere desnuclearizar la península y establecer un mecanismo de paz.
Como dijo el ministro de Exteriores de China, Wang Yi, ahora llega otro "momento de la verdad" para que las partes demuestren su resolución para acabar con este tema. "No debemos dejar pasar esta oportunidad", dijo Wang.
China, un parte clave en el asunto nuclear de la península coreana, siempre continuará haciendo esfuerzos hacia la desnuclearización y la paz duradera en la península.