Por Raúl Menchaca
Imagen del 30 de diciembre de 2017, de una mujer caminando frente a letreros que anuncian el Año Nuevo 2018 y los años transcurridos desde la Revolución cubana, en La Habana, Cuba. (Xinhua/Joaquín Hernández)
LA HABANA, 31 dic (Xinhua) -- Una serie de viejas tradiciones, algunas tan disparatadas como darle la vuelta a la manzana con una maleta, marcan el fin de año en Cuba, donde las celebraciones de este domingo son un momento de festividad familiar.
Acostumbrados al jolgorio y la alegría, muchos cubanos se toman muy en serio las costumbres de fin de año que tienen un lugar especial en el imaginario colectivo, sobre todo como parte de las tradiciones populares que cada diciembre reaparecen entre las familias.
"Ya tengo preparada la maleta para darle la vuelta a la manzana, porque el año próximo quiero ir a España", dice entre risas Maribel Ortega, una habanera que confiesa seguir muchos de los rituales de este día.
Quienes desean viajar el año que comienza dan la vuelta a la manzana, exactamente a las 12 de la noche del 31 de diciembre, con el supuesto equipaje a cuestas, pero esa es solo una de las acciones, a veces descabelladas, que hacen algunos de cara al nuevo año.
Imagen del 30 de diciembre de 2017, de personas caminando frente a La Bodeguita del Medio, previo a las celebraciones de Año Nuevo en La Habana, Cuba. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Otra costumbre que ha resistido el paso del tiempo es lanzar hacia la calle un cubo con agua, también a la medianoche, "para que se lleve todo lo malo".
La versión más ortodoxa de esa práctica indica que este día hay que limpiar primero la casa, siempre desde adentro hacia afuera, y guardar el agua sucia de la limpieza para hacer en la noche el singular despojo.
Llevar dinero dentro del zapato o pisotear un billete de alta denominación a la medianoche, dicen que garantiza prosperidad económica el año siguiente.
Una práctica también delirante, que emplean sobre todo las mujeres, es utilizar al revés una prenda interior de color rojo, que debe colocarse al derecho a las 12 de la noche, algo que supuestamente garantiza suerte en el amor para los venideros 365 días.
Las más puristas, además de una prenda interior roja, utilizan otra verde, que ayuda a mejorar la salud.
Imagen del 30 de diciembre de 2017, de personas caminando junto a un letrero que anuncia el Año Nuevo 2018, en la Plaza Vieja en La Habana Vieja, La Habana, Cuba. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Entre las parejas es usual quitarse los anillos de compromiso, echarlos en una copa y brindar para traer felicidad a ambos y, si además los aros son de oro, de seguro llegará también la bonanza económica.
Los aspirantes a matrimonio, incluso los hombres, aprovechan la creencia de que resulta efectivo sentarse y pararse 12 veces, cuando llega la medianoche, mientras comen seis uvas verdes y otras tantas moradas, lo que además ayudará a hacer realidad los sueños y anhelos.
En muchas familias está arraigada la costumbre de confeccionar un muñeco con ropas usadas, al que se le introducen tiras de papel donde apuntan aquello que desean olvidar o eliminar de sus vidas, antes de prenderle fuego para arrasar con todo lo malo.
El último día del año resulta común ver a la familia y a los amigos reunidos deseándose "salud, dinero y amor" o siendo aún más audaces con la frase "año nuevo, vida nueva", que de cualquier manera expresa el mismo deseo de lograr metas mayores en la vida.
Imagen del 30 de diciembre de 2017, de una mujer caminando frente a un letrero que anuncia el Año Nuevo 2018, en La Habana, Cuba. (Xinhua/Joaquín Hernández)
Pero quizás la costumbre más extendida entre las tradiciones cubanas es la cena familiar, que incluye cerdo asado acompañado del congrí, un plato confeccionado con arroz y frijoles negros.
Además de las ensaladas de vegetales, en la mesa de fin de año no puede faltar la yuca o mandioca, regada con mojo, así como los tostones, que no son más que plátanos verdes fritos y aplastados.
Los postres típicos son los buñuelos, aunque también aparecen el dulce de coco, las mermeladas y las frutas en almíbar con queso.
En cuanto a las bebidas, cerveza, rones y vinos son lo más socorrido, aunque no faltan los refrescos para los niños y para quienes no gustan de la ingesta alcohólica.
Por encima de estrecheces o dolores personales, cada 31 de diciembre los cubanos en general tratan de ratificar los lazos de unidad de la familia.
Se trata de una importante práctica que pervive en una isla cuya nacionalidad nació de una amalgama de culturas, expresada cada noche de Año Viejo. Fin