ESPECIAL: Chile decide entre priorizar economía o profundizar reformas sociales

Spanish.xinhuanet.com   2017-12-16 08:03:05

Por Javier Ureta

SANTIAGO, 15 dic (Xinhua) -- Chile celebrará el próximo domingo la segunda ronda de unas elecciones presidenciales en las que el país sudamericano debe decidir entre priorizar el desarrollo económico con el candidato de derecha, Sebastián Piñera, o profundizar en las reformas sociales de la presidenta Michelle Bachelet con el aspirante de centroizquierda, Alejandro Guillier.

El escenario dibuja una incertidumbre incluso más potente de la habitual en las segundas vueltas de Chile: a horas de que los más de 14 millones de chilenos convocados a las urnas tomen su decisión, las encuestas hablan de un empate técnico entre los dos candidatos.

Exactamente 14 millones 308.151 ciudadanos residentes en Chile están llamados a los comicios, a los que hay que sumar los 39.137 que viven repartidos en 59 países del extranjero y que tienen derecho a votar por primera vez en la historia de Chile.

El próximo domingo, las 43.052 mesas electorales repartidas en 2.136 locales de votación recogerán las papeletas de los chilenos a partir de las 08:00 hora local, un horario que se prolongará hasta las 18:00, cuando los vocales procedan a cerrar las urnas para dar inicio al recuento.

Por la enorme extensión del territorio chileno, hasta las 11:00 horas del lunes no se tendrá un resultado final que informe si algún candidato supera el 50 por ciento de los votos y por tanto es proclamado presidente.

Estos comicios dan continuidad al hito que marcó la primera vuelta, que supuso el fin del sistema binominal, reemplazado por uno proporcional directo, una circunstancia que significó un aumento en el número de legisladores de la Cámara de Diputados (de 120 a 155) y el Senado (de 38 a 50); si bien, en la Cámara Alta en esta ocasión sólo se renuevan 25 escaños.

Estas elecciones presidenciales serán las primeras con inscripción automática en el censo electoral y voto voluntario, cambios que ya se aplicaron en las municipales de 2015, que registraron una abstención del 65 por ciento.

La alta abstención, que ya fue un grave problema en las elecciones municipales de 2015 y sobrevoló sin graves consecuencias la primera ronda, se presenta como la mayor amenaza para las votaciones del próximo domingo.

Sin embargo, un segundo paso por las urnas tan solo un mes después de la primera ronda y una decisión entre dos opciones tachadas de "convencionales" y "no renovadoras", pueden provocar que en este caso aumente la abstención.

Este escenario penalizaría especialmente a Alejandro Guillier, según los expertos, y aumentaría las posibilidades de Sebastián Piñera de llegar al palacio presidencial de La Moneda.

De acuerdo con las leyes electorales, el tener mayoría simple, es decir, más del 50 por ciento del total de los votos, es suficiente para proclamar al candidato como presidente de Chile.

Promesas como crear un millón de empleos más, crear un programa de reducción de gastos innecesarios en el sector público, o implantar medidas de disminución de gastos y rebaja de impuestos comparan el programa de Piñera con el que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca.

El candidato de la coalición de derechas Chile Vamos, igual que el actual presidente de Estados Unidos, apuesta por la clase media para triunfar.

"En estos cuatro años de Bachelet hubo buenas ideas pero no fueron bien ejecutadas. La clase media es la que siempre sale afectada, porque el rico sigue ganando plata suficiente y los más pobres han sido ayudados con los subsidios", decía en campaña su equipo económico.

De ganar Piñera, se completaría un doble ciclo entre él y Bachelet: la actual mandataria dirigió Chile entre 2006 y 2010; Piñera mandó de 2010 a 2014; Bachelet retomó el relevo de 2014 hasta la actualidad y ahora el candidato de Chile Vamos podría regresar al poder.

Enfrente está Alejandro Guillier, que en cuatro años ha pasado de ser un conocido rostro televisivo a luchar por la Presidencia del país gracias, en parte, a la familiaridad con la que los chilenos le perciben.

Guillier ha orientado la recta final de su campaña a presentarse como el heredero de la tradición de la centroizquierda chilena y de la administración Bachelet.

De hecho, en la última semana hizo referencias continuas a "profundizar" en las reformas de la actual presidenta, que en los últimos meses ha concluido un paquete de medidas sociales muy potentes.

Entre ellas se incluye la aprobación del matrimonio igualitario o la despenalización del aborto en caso de violación, malformación del feto o riesgo para la salud de la madre.

Los dos candidatos se medirán el próximo domingo en las elecciones que decidirán el destino de Chile para los próximos cuatro años, sin que nadie se atreva a apostar a ciencia cierta por la victoria de alguno de ellos. Fin

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ESPECIAL: Chile decide entre priorizar economía o profundizar reformas sociales

Spanish.xinhuanet.com 2017-12-16 08:03:05

Por Javier Ureta

SANTIAGO, 15 dic (Xinhua) -- Chile celebrará el próximo domingo la segunda ronda de unas elecciones presidenciales en las que el país sudamericano debe decidir entre priorizar el desarrollo económico con el candidato de derecha, Sebastián Piñera, o profundizar en las reformas sociales de la presidenta Michelle Bachelet con el aspirante de centroizquierda, Alejandro Guillier.

El escenario dibuja una incertidumbre incluso más potente de la habitual en las segundas vueltas de Chile: a horas de que los más de 14 millones de chilenos convocados a las urnas tomen su decisión, las encuestas hablan de un empate técnico entre los dos candidatos.

Exactamente 14 millones 308.151 ciudadanos residentes en Chile están llamados a los comicios, a los que hay que sumar los 39.137 que viven repartidos en 59 países del extranjero y que tienen derecho a votar por primera vez en la historia de Chile.

El próximo domingo, las 43.052 mesas electorales repartidas en 2.136 locales de votación recogerán las papeletas de los chilenos a partir de las 08:00 hora local, un horario que se prolongará hasta las 18:00, cuando los vocales procedan a cerrar las urnas para dar inicio al recuento.

Por la enorme extensión del territorio chileno, hasta las 11:00 horas del lunes no se tendrá un resultado final que informe si algún candidato supera el 50 por ciento de los votos y por tanto es proclamado presidente.

Estos comicios dan continuidad al hito que marcó la primera vuelta, que supuso el fin del sistema binominal, reemplazado por uno proporcional directo, una circunstancia que significó un aumento en el número de legisladores de la Cámara de Diputados (de 120 a 155) y el Senado (de 38 a 50); si bien, en la Cámara Alta en esta ocasión sólo se renuevan 25 escaños.

Estas elecciones presidenciales serán las primeras con inscripción automática en el censo electoral y voto voluntario, cambios que ya se aplicaron en las municipales de 2015, que registraron una abstención del 65 por ciento.

La alta abstención, que ya fue un grave problema en las elecciones municipales de 2015 y sobrevoló sin graves consecuencias la primera ronda, se presenta como la mayor amenaza para las votaciones del próximo domingo.

Sin embargo, un segundo paso por las urnas tan solo un mes después de la primera ronda y una decisión entre dos opciones tachadas de "convencionales" y "no renovadoras", pueden provocar que en este caso aumente la abstención.

Este escenario penalizaría especialmente a Alejandro Guillier, según los expertos, y aumentaría las posibilidades de Sebastián Piñera de llegar al palacio presidencial de La Moneda.

De acuerdo con las leyes electorales, el tener mayoría simple, es decir, más del 50 por ciento del total de los votos, es suficiente para proclamar al candidato como presidente de Chile.

Promesas como crear un millón de empleos más, crear un programa de reducción de gastos innecesarios en el sector público, o implantar medidas de disminución de gastos y rebaja de impuestos comparan el programa de Piñera con el que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca.

El candidato de la coalición de derechas Chile Vamos, igual que el actual presidente de Estados Unidos, apuesta por la clase media para triunfar.

"En estos cuatro años de Bachelet hubo buenas ideas pero no fueron bien ejecutadas. La clase media es la que siempre sale afectada, porque el rico sigue ganando plata suficiente y los más pobres han sido ayudados con los subsidios", decía en campaña su equipo económico.

De ganar Piñera, se completaría un doble ciclo entre él y Bachelet: la actual mandataria dirigió Chile entre 2006 y 2010; Piñera mandó de 2010 a 2014; Bachelet retomó el relevo de 2014 hasta la actualidad y ahora el candidato de Chile Vamos podría regresar al poder.

Enfrente está Alejandro Guillier, que en cuatro años ha pasado de ser un conocido rostro televisivo a luchar por la Presidencia del país gracias, en parte, a la familiaridad con la que los chilenos le perciben.

Guillier ha orientado la recta final de su campaña a presentarse como el heredero de la tradición de la centroizquierda chilena y de la administración Bachelet.

De hecho, en la última semana hizo referencias continuas a "profundizar" en las reformas de la actual presidenta, que en los últimos meses ha concluido un paquete de medidas sociales muy potentes.

Entre ellas se incluye la aprobación del matrimonio igualitario o la despenalización del aborto en caso de violación, malformación del feto o riesgo para la salud de la madre.

Los dos candidatos se medirán el próximo domingo en las elecciones que decidirán el destino de Chile para los próximos cuatro años, sin que nadie se atreva a apostar a ciencia cierta por la victoria de alguno de ellos. Fin

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