BEIJING, 13 dic (Xinhua) -- La primera visita de Estado a China del presidente surcoreano, Moon Jae-in, que comienza este miércoles, llega en un momento en el que los lazos entre los dos países han estado mejorando gracias a intensivas interacciones bilaterales de alto nivel en las últimas semanas.
Anteriormente las relaciones chino-surcoreanas se habían visto congeladas por el despliegue de un polémico sistema antimisiles por parte de Seúl.
La visita proporciona una buena oportunidad para que ambos reparen su dañada confianza mutua, lo cual es no solo crucial para revitalizar las relaciones bilaterales, sino también para la paz y la estabilidad de la península coreana.
Seúl ha argumentado que el despliegue, en su territorio, del sistema antimisiles estadounidense THAAD tiene como objetivo protegerse de posibles ataques de misiles por parte de la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Sin embargo, es ahora consenso global que ese sistema no puede garantizar la seguridad de la Repúblic de Corea, ya que es más posible que Pyongyang elija misiles de baja altitud para blancos cercanos, por motivos de precisión y coste.
Pero una cosa es segura, y es que el sistema THAAD, desplegado en territorio surcoreano, capaz de espiar vastas zonas de China y Rusia, es de hecho una amenaza potencial para la paz regional.
China ha sido consistente en su oposición al despliegue del sistema THAAD, pero valora la promesa del gobierno surcoreano de no añadir nada más al sistema existente y de no participar en el sistema de defensa antiaérea liderado por EEUU, o desarrollar una alianza militar con EEUU o Japón.
Aunque se ha lidiado en parte con la atmósfera nociva desprendida por el sistema THAAD, el futuro de las relaciones bilaterales está todavía atado a que Seúl cumpla sus promesas sobre el asunto.
China y la República de Corea son también partes clave del asunto nuclear de la península coreana, con sus intereses comunes superando sus diferencias.
Como dijo el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, las partes involucradas deben prestar atención a la propuesta china de "doble suspensión" y estar dispuestas a dar el primer paso para retirar a la península coreana de la confrontación, allanando el camino para la reanudación de las conversaciones.
La iniciativa "suspensión por suspensión" pide a la RPDC paralizar su actividad nuclear y de misiles, y a EEUU y la República de Corea acabar con sus ejercicios militares a gran escala.
La cada vez más volátil situación en la península de Corea podría llevar a un escenario catastrófico que ni Seúl ni Beijing desean ver. Esta es la razón más convincente para reforzar la comunicación y la cooperación en base al respeto de los intereses fundamentales y las preocupaciones principales del otro, y compensar el tiempo perdido en el desarrollo de los lazos bilaterales durante el año pasado.
