BEIJING, 12 dic (Xinhua) -- La legislación para reducir los impuestos que está pendiente del Congreso de Estados Unidos es posiblemente la mayor reforma tributaria en tres décadas y ha suscitado preocupación entre los economistas y empresarios chinos sobre su potencial impacto.
A pesar de que se considera que el efecto inmediato para China de la reforma fiscal será bastante limitado, la gente está siendo cautelosa.
Una cosa está clara. La bajada de impuestos de EE. UU. no afectará a la agenda de China de reducir los costos empresariales, abrir más su mercado y continuar la reforma fiscal.
¿QUÉ ES?
El Senado estadounidense aprobó el 2 de diciembre un proyecto republicano cuya principal medida es una drástica reducción de impuestos para corporaciones, con una bajada del tipo impositivo del 35 al 20 por ciento, el nivel más bajo en tres décadas.
El impuesto sobre los ingresos personales se reducirá, el sistema tributario se simplificará y se aplicará una tasa menor a las compañías estadounidenses que transfieran los activos del exterior.
La Cámara de Representantes aprobó en noviembre su propia versión de la iniciativa, que tiene diferencias significativas con la del Senado. Los republicanos del Congreso están trabajando para llegar a un acuerdo sobre la legislación final antes de Navidad.
El proyecto ha generado muchas críticas, ya que los mayores beneficiarios serán los individuos y las corporaciones más ricas, mientras que para los ingresos medios los impuestos se reducirán en un primero momento, pero aumentarán en los próximos años.
"El proyecto se inclina mucho hacia los individuos y las corporaciones ricas, y no ayudará tanto a la clase media", dijo Darrel West, alto analista de Brookings Institution, un grupo de estudios con sede en Washington, a Xinhua
EL IMPACTO
Algunos economistas han advertido de que un entorno empresarial más atractivo en EE. UU. podría suponer desafíos para la posición competitiva de China, en un momento en el que sus costos de mano de obra están aumentando.
La legislación ofrecerá un recorte de impuestos a las empresas estadounidenses que lleven a Estados Unidos los beneficios diferidos que mantienen en el extranjero y los dividendos recibidos de las compañías en el ultramar estarán exentos de impuestos, lo que provoca preocupaciones sobre una salida de capitales.
"(No hay) que preocuparse por que más empresas decidan instalar sus negocios en Estados Unidos, ya que hay muchos elementos, incluidos los costos generales, a mayores de los tipos impositivos, que conforman el entorno empresarial general del país", señaló Zhou Yuan, director gerente de Boston Consulting Group.
Los analistas señalaron que el impacto será limitado, debido a que los esfuerzos de China para bajar los costos empresariales y crear un entorno justo para los negocios atraerán a más empresas extranjeras.
China ha puesto en marcha una serie de medidas para relajar o eliminar las restricciones a la inversión exterior en sus mercados financieros. El último paso dado en este sentido permite que las empresas foráneas posean hasta un 51 por ciento de las acciones en las empresas mixtas de valores, fondos o futuros, y el límite se irá suprimiendo a lo largo de tres años.
¿QUÉ HACER?
Zhu Guangyao, viceministro de Hacienda de China, indicó en un foro celebrado recientemente que el país "tomará medidas proactivas" en respuesta a la reforma fiscal de Estados Unidos.
"No se puede ignorar el impacto externo del cambio en la política tributaria de la economía más grande del mundo", apuntó.
Zhu dijo que China debe establecer políticas sobre la base de la coordinación con otros países para promover la productividad general de la mano de obra y beneficiar al pueblo.
Según Liu Shangxi, director de la Academia de Ciencias Fiscales de China, el país debe continuar implementando la reforma del impuesto sobre el valor agregado (IVA) en respuesta al proyecto estadounidense.
"Una de nuestras actuales prioridades es profundizar en la reforma del IVA, que tiene como objetivo un sistema más orientado por el mercado para la distribución de recursos y construir un entorno de inversión justo para las empresas", agregó.
La reforma del IVA, que sustituye al impuesto empresarial que se aplicó durante 60 años, es la reforma tributaria más importante en dos décadas y tiene como fin simplificar el procedimiento y evitar dobles tributaciones.
La reforma se ensayó en Shanghai en 2012 y se expandió a todo el país en mayo de 2016. Ha logrado un sólido progreso y ha supuesto un ahorro de 1,7 billones de yuanes (alrededor de 257.000 millones de dólares) en impuestos a las empresas.
"China debe simplificar más los tramos del IVA para estimular una competencia justa en el mercado, lo que, en cierto sentido, reduce los impuestos para muchas empresas", concluyó Liu.
¿QUÉ HACER?
Zhu Guangyao, viceministro de Hacienda de China, indicó en un foro celebrado recientemente que el país "tomará medidas proactivas" en respuesta a la reforma fiscal de Estados Unidos.
"No se puede ignorar el impacto externo del cambio en la política tributaria de la economía más grande del mundo", apuntó.
Zhu dijo que China debe establecer políticas sobre la base de la coordinación con otros países para promover la productividad general de la mano de obra y beneficiar al pueblo.
Según Liu Shangxi, director de la Academia de Ciencias Fiscales de China, el país debe continuar implementando la reforma del impuesto sobre el valor agregado (IVA) en respuesta al proyecto estadounidense.
"Una de nuestras actuales prioridades es profundizar en la reforma del IVA, que tiene como objetivo un sistema más orientado por el mercado para la distribución de recursos y construir un entorno de inversión justo para las empresas", agregó.
La reforma del IVA, que sustituye al impuesto empresarial que se aplicó durante 60 años, es la reforma tributaria más importante en dos décadas y tiene como fin simplificar el procedimiento y evitar dobles tributaciones.
La reforma se ensayó en Shanghai en 2012 y se expandió a todo el país en mayo de 2016. Ha logrado un sólido progreso y ha supuesto un ahorro de 1,7 billones de yuanes (alrededor de 257.000 millones de dólares) en impuestos a las empresas.
"China debe simplificar más los tramos del IVA para estimular una competencia justa en el mercado, lo que, en cierto sentido, reduce los impuestos para muchas empresas", concluyó Liu.
