Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 9 dic (Xinhua) -- Con la tradicional pasión que aflora en la isla cada diciembre, los cubanos se lanzaron hoy sobre las salas cinematográficas tras la apertura oficial del 39 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que tiene por escenario La Habana.
Ni la llegada del primer frente frío de la temporada invernal, ni las lluvias asociadas al cambio de estación, impidieron las largas colas ante los principales cines habaneros que acogen a casi un centenar de filmes que compiten por los codiciados Premios Coral.
"Reservo las vacaciones para estos días", dijo a Xinhua la joven Leticia Alvarez, trabajadora de un ministerio cubano y fanática confesa de una cinematografía "que está muy cerca de nuestras realidades".
Alvarez no es la única amante del llamado "séptimo arte" que hace fila en el céntrico cine Yara, donde está también Julián Estévez, un joven universitario, quien recorrió los casi 100 kilómetros que separan a La Habana de la cercana provincia de Matanzas para asistir a las funciones.
Estévez se muestra entusiasmado con la programación del Festival, pero se queja de que en esta edición todo está circunscrito a La Habana, porque "no hay subsedes y para ver lo que nos interesa tenemos que venir a la capital".
El hecho de que solo los cines habaneros tengan tecnología de proyección digital obligó a los organizadores a programar toda la muestra en La Habana, algo que va en detrimento de un público acostumbrado a participar en las subsedes que tradicionalmente se establecían en otras provincias de la isla.
Pero ni siquiera esos inconvenientes han menguado el entusiasmo de los cubanos por el cine, una verdadera tradición cultural que eclosiona cada diciembre cuando llega la más prestigiosa competencia cinematográfica de la región.
"Uno de los objetivos que nos corresponde enfrentar ante la invasión de tanta chatarra cultural que se consume a diario (...), es proponer y sostener una programación de altísima calidad, que estimule al espectador inteligente y contribuya a formarlo", dijo el pasado viernes en la inauguración del Festival el director de la cita, Iván Giroud.
Durante los diez días de programación se exhibirán 404 títulos, 94 de ellos en concurso, los cuales abordan temas como la migración, deterioro del medio ambiente, políticas públicas, activismo ecológico, desafíos de los pueblos indígenas de América o la violencia de género.
Asimismo, Giroud destacó que la tercera parte de las películas programadas están dirigidos por mujeres, "una quimera en cualquier otra latitud en una industria dominada por hombres" .
De los 94 filmes en concurso, 19 son largometrajes de ficción, 18 óperas primas, 23 documentales, 18 cortos y 16 animados, todos en opción a las distintas categorías de los Premios Coral, que se entregarán el próximo 18 de diciembre.
Los largometrajes en competencia son cinco argentinos, cinco brasileños, tres de México, dos chilenos, dos cubanos, uno de Colombia y otro de República Dominicana.
En la inauguración de la cita cinematográfica, realizada en el habanero Teatro Karl Marx, se entregó un Coral de honor, por su extensa trayectoria fílmica, al cineasta brasileño Carlos Diegues, de 77 años, una de las figuras más representativas del llamado "Cinema novo".
Diegues no pudo acudir a la cita a recibir el galardón por "motivos profesionales y personales", pero envió un mensaje de agradecimiento en un vídeo en el que destacó la importante labor del Festival durante casi cuatro décadas para promocionar el cine de América Latina.
Basada en la novela "Un padre de cine", del chileno Antonio Skármeta, y dirigida por Selton Mello, la cinta "O filma da mina vida" (La película de mi vida), producida por Diegues fue el largometraje escogido para inaugurar el Festival.
Entre los invitados de esta edición destaca el cineasta estadounidense James Ivory, de quién se proyectará un ciclo con sus títulos más conocidos, como "Una habitación con vistas", "Jefferson en París", "El divorcio" o "La condesa rusa".
Esa última cinta está basada en una novela del británico de origen japonés Kazuo Ishiguro, último Premio Nobel de Literatura, quién adaptó el guión para la gran pantalla.
El Festival retoma este año el ciclo "Clásicos restaurados", en el que se podrá ver en alta calidad "Lucía" (1968) de Humberto Solás y considerada como uno de los clásicos del cine cubano, y "Se permuta" (1983) del cubano Juan Carlos Tabío.
Además también se restauraron "Canoa" (1976) y "Los motivos de luz" (1985) del mexicano Felipe Cazals, además de "Rodrigo No futuro" (1989) del colombiano Víctor Gaviria.
Cazals y Gaviria forman parte de los invitados especiales en La Habana y además conforman el jurado de los largometrajes de ficción para los Premios Coral. Fin