KUNMING, 7 dic (Xinhua) -- Aunque en estos momento no hay turistas en el pueblo de Liyuan, en la provincia suroccidental china de Yunnan, los hostales y los restaurantes del camino están listos para recibir visitantes.
A la localidad, en la ribera del lago Cibi, que es la fuente del conocido lago Erhai de la ciudad de Dali, se le ha achacado verter aguas de desecho al lago. Por ello, 18 hostales fueron clausurados en marzo y solo se les permitirá reabrir cuando hayan instalado un sistema de tratamiento del agua.
"Al principio no entendía el cierre porque estamos a medias con la hipoteca. Los representantes del gobierno vinieron a hablar con nosotros varias veces", recuerda Yang Xiaoli, propietario de una de estas posadas.
"Ahora lo entiendo. Aunque no tengamos turistas en este momento, a largo plazo se protegerá el medio ambiente y vendrán más", razona.
Según el informe presentado ante el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) en octubre, China asumirá un enfoque integral para la preservación de sus montañas, ríos, bosques, terrenos de cultivo, lagos y praderas, implantará los más estrictos sistemas de protección ambiental y desarrollará modelos de crecimiento y modos de vida ecológicos.
China mejorará la prevención y el control de la contaminación del agua y emprenderá medidas extensivas para mejorar las cuencas de los ríos y las áreas costeras, anticipó el informe.
Las cifras de los gobiernos locales muestran que el total de vertidos de aguas residuales al lago Erhai y sus afluentes se había más que duplicado en 2016 respecto a 2004. Entre los principales contaminantes, los que más crecieron fueron los generados por la actividad de restaurantes y hostales.
Dali cerró en marzo casi 2.000 posadas y restaurantes en un área central en torno al lago Erhai, lo que dejó patente la firme voluntad del gobierno por enfrentarse a la contaminación del agua.
Li Peijun, subdirector del distrito de Eryuan, que gobierna el pueblo de Liyuan, dijo que a fecha de abril se habían clausurado 589 hostales, 221 de los cuales, situados en áreas no centrales, han vuelto a abrir sus puertas tras una inspección de vertidos.
Li indicó que el agua residual viene sobre todo del uso diario y agrícola. Ahora será recogida y procesada en un sistema de depuración y después almacenada en un depósito para su uso en la irrigación de terrenos de cultivo secos y las montañas circundantes.
Los 439 hogares de la aldea de Gusheng, también en Dali, han instalado sistemas de tratamiento del agua.
Los lugareños no estaban a gusto con el sistema al principio, pero con el tiempo empezaron a entenderlo y apoyarlo, aseguró el jefe local del Partido, He Qiaokun, que añadió que el gobierno municipal y expertos de la Universidad Tongji de Shanghai aportaron los conocimientos técnicos.
"Los residentes de Liyuan están más concienciados sobre la importancia de la protección del medio ambiente, han dejado de hacer barbacoas y tirar basura junto al lago", afirmó Yang. "Espero poder reabrir mi posada pronto con el nuevo sistema de tratamiento de aguas residuales", confió.