Por Raúl Menchaca
Imagen del 23 de noviembre de 2017 de un hombre observando una imagen del fallecido expresidente cubano, Fidel Castro, en un recinto de la calle Obispo en el municipio de Habana Vieja en la ciudad de La Habana, capital de Cuba. A pesar de ser el blanco de más de 600 planes de atentados, solo la vejez acabó con la vida del expresidente cubano Fidel Castro, de cuya muerte este sábado cumple el primer aniversario. Castro fue un enconado adversario de Estados Unidos, país que planificó buena parte de esos intentos de magnicidio, pero murió tranquilamente en su casa en las afueras de La Habana a los 90 años de edad y convertido en un símbolo de resistencia dentro y fuera de Cuba. Tengo un chaleco moral, es fuerte. Ese me ha protegido siempre", dijo Castro a periodistas en 1979, mientras mostraba el pecho durante un viaje a Estados Unidos para intervenir en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El desafío que significó instaurar un gobierno socialista a 150 kilómetros de las costas de Estados Unidos, le ganó a Fidel Castro el encono de una decena de administraciones estadounidenses. Muchos de esas tentativas de asesinato han sido reveladas por los servicios secretos cubanos, además de antiguos conspiradores, agentes, políticos estadounidenses o escritores. Los intentos de la eliminación física, que otorgaron a Castro un singular récord difícil de igualar, se acrecentaron en los primeros años de la llegada al poder del líder, como detalló el periodista cubano Luis Báez en el libro "El mérito es estar vivo", publicado en 2005. (Xinhua/Joaquín Hernández)
LA HABANA, 25 nov (Xinhua) -- Cuba recuerda hoy al ex presidente Fidel Castro, en el primer aniversario de su muerte, con una jornada de veladas que se extenderán durante una semana por varias ciudades de la isla.
Castro, quien falleció de causas naturales el 25 de noviembre de 2016, a los 90 años de edad, recibirá un homenaje popular la tarde de este sábado en la escalinata de la Universidad de La Habana, sitio donde, dijo, "me hice revolucionario".
La muerte del comandante en jefe sorprendió a los cubanos a pesar de que el ex mandatario había abandonado el poder en 2006 tras una grave crisis de salud y apenas tenía presencia pública.
No obstante, el líder histórico de la revolución cubana mantenía una presencia política discreta, pero decisiva, a través de la columna "Reflexiones".
El fallecido líder revolucionario publicó más de 400 textos en esa columna, en la que escribía de manera sistemática sobre asuntos internacionales e históricos.
En vida, el ex presidente cubano pidió que ninguna calle, plaza o edificio, llevara su nombre, ni se erigieran estatuas o monumentos en su honor en la isla, voluntad que fue convertida en ley por la Asamblea Nacional (parlamento unicameral).
No obstante, el hecho de haber marcado profundamente la historia más reciente de Cuba, hace que el ex presidente sea recordado en la cotidianeidad cubana, donde la frase "Yo soy Fidel", nacida de manera espontánea durante los funerales, se ha convertido en algo habitual.
Tras la muerte de Castro se declararon nueve días de luto nacional y un largo cortejo fúnebre con sus cenizas se trasladó en un viaje de tres días desde La Habana hasta la oriental provincia de Santiago, segunda ciudad en importancia de la isla y donde nació la revolución cubana.
Los restos del líder revolucionario reposan en el cementerio de Santa Ifigenia, donde una enorme piedra de granito con una placa que dice solamente "Fidel" resguarda las cenizas del ex guerrillero.
"A lo largo de su vida, Fidel elaboró un método de análisis que le permitió afrontar, en cada instante, los desafíos de la complejidad", aseguró la académica Graziella Pogolotti al evaluar la estatura política del líder revolucionario.
Pogolitti consideró que Castro asimiló los fundamentos del marxismo "para desentrañar la naturaleza de las fuerzas en pugna tras la dominación imperial", pero "lo hizo siempre de manera creativa y antidogmática al no perder de vista las especificidades del mundo al que pertenecemos".
La también ensayista y directora de la habanera Fundación Alejo Carpentier destaca la labor de Castro, "siempre cuidadoso restaurador de consensos" y "así, junto a él, durante más de medio siglo, atravesamos la amenaza del exterminio en la Crisis de Octubre y las consecuencias del derrumbe del socialismo europeo".
El primer aniversario luctuoso de Castro coincide con el proceso electoral en la isla que deberá concluir a inicios del año próximo con la salida del poder del actual presidente Raúl Castro, de 86 años.
Se espera que el primer vicepresidente, Miguel Díaz Canel, un ingeniero de 57 años, asuma la dirección del aparato estatal cubano, aunque Raúl Castro conservará su puesto como primer secretario del Partido Comunista de Cuba.
Desde su llegada al poder hace poco más de una década, Raúl Castro impulsó el "proceso de actualización del modelo económico cubano", una serie de reformas cuyo objetivo es alcanzar "un socialismo próspero y sostenible".
Sin embargo, las reformas han tenido un freno en los últimos años por el retroceso de la economía cubana, la cual, según las proyecciones oficiales, en 2017 debía crecer un dos por ciento y que en julio último se reajustó a una previsión de crecimiento del uno por ciento.
Además, Cuba enfrentó la creciente hostilidad de la administración estadounidense, encabezada por el presidente Donald Trump, quien hace unas semanas decretó intensificar el bloqueo que desde hace más de medio siglo Estados Unidos mantiene contra la isla.
La actual hostilidad de Estados Unidos hacia Cuba es una expresión más de las diferencias históricas entre ambos países, las cuales tuvieron como principal protagonista a Fidel Castro, quien en vida fue un enconado adversario de una decena de presidentes estadounidenses.
