ESPECIAL: Cuba preserva su tradición culinaria

Actualizado 2017-08-06 04:36:54 | Spanish. xinhuanet. com

Por Raúl Menchaca

(1)CUBA-HABANA-INDUSTRIA-GASTRONOMIA

LA HABANA, agosto 5, 2017 (Xinhua) -- Dos hombres consumen un plato tradicional cubano en un restaurante del sector privado, en La Habana, Cuba, el 5 de agosto de 2017. Cuba ha logrado preservar su tradición culinaria, al colocar sus platos típicos entre el gusto de la población nacional y de los visitantes extranjeros. "Hemos logrado preservar la auténtica cocina tradicional cubana", aseguró a Xinhua el chef internacional Jorge Luis Méndez, quien consideró que la comida "permite a los pueblos expresar lo que son". Méndez afirmó que la culinaria de la isla "se ha ido enriqueciendo a través de los años con las diferentes arribazones voluntarias y obligadas. Los africanos, los chinos, inclusive la propia presencia de Europa del Este en nuestra alimentación, eso contribuyó a enriquecer el diapasón nuestro de comida". Esas influencias de las cocinas española, africana y hasta aborigen aparecen en el listado que incluye el ajiaco (sopa) a la criolla, los frijoles negros, el tamal en cazuela y en hojas, las frituras de maíz y de malanga, el sándwich cubano, los "moros y cristianos" (frijoles y arroz), el congrí oriental y la yuca con mojo. También las masas de cerdo fritas, la pierna de cerdo asada, el picadillo a la criolla, la llamada ropa vieja, el chilindrón de carnero, el arroz con leche, el boniatillo, los buñuelos, los cascos de guayaba en almíbar, el coco rallado, el casabe, los tostones, el arroz con pollo, el aporreado de pescado y el café. Para la isla, que experimenta un "boom" turístico, resulta imprescindible preservar la culinaria nacional que puede llegar a convertirse en otro incentivo para los vacacionistas, más allá del sol y de las playas cubanas. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 5 ago (Xinhua) -- Cuba ha logrado preservar su tradición culinaria, al colocar sus platos típicos entre el gusto de la población nacional y de los visitantes extranjeros.

"Hemos logrado preservar la auténtica cocina tradicional cubana", aseguró a Xinhua el chef internacional Jorge Luis Méndez, quien consideró que la comida "permite a los pueblos expresar lo que son".

Méndez afirmó que la culinaria de la isla "se ha ido enriqueciendo a través de los años con las diferentes arribazones voluntarias y obligadas. Los africanos, los chinos, inclusive la propia presencia de Europa del Este en nuestra alimentación, eso contribuyó a enriquecer el diapasón nuestro de comida".

Esas influencias de las cocinas española, africana y hasta aborigen aparecen en el listado que incluye el ajiaco (sopa) a la criolla, los frijoles negros, el tamal en cazuela y en hojas, las frituras de maíz y de malanga, el sándwich cubano, los "moros y cristianos" (frijoles y arroz), el congrí oriental y la yuca con mojo.

También las masas de cerdo fritas, la pierna de cerdo asada, el picadillo a la criolla, la llamada ropa vieja, el chilindrón de carnero, el arroz con leche, el boniatillo, los buñuelos, los cascos de guayaba en almíbar, el coco rallado, el casabe, los tostones, el arroz con pollo, el aporreado de pescado y el café.

Por su parte, el chef cubano, Ernesto Bello, afirma que ni siquiera en casa ha logrado desprenderse de su condición profesional, para beneplácito de su familia.

"En casa hago sobre todo platos de la culinaria cubana", dice este hombre de 49 años, quien no oculta su pasión por la cocina, una profesión que aprendió casi por casualidad, pero que con el paso del tiempo lo llevó a cocinar en grandes restaurantes habaneros como El Tocororo, La Finca o La Moraleja.

Bello asegura que la cocina cubana tiene potencialidades inmensas "porque es el resultado de una mezcla de culturas que en definitiva es lo que somos como nación".

Por eso no es de extrañar que esa mixtura se refleje en la lista de 25 platos más consumidos en la isla y publicada por la Federación de Asociaciones Culinarias de Cuba (FAC).

Esa tradición culinaria pasa de generación en generación y está presente, de una u otra forma, en la mesa cubana, pese a dificultades económicas, agregó la FAC.

Estos platos representan a los cubanos en eventos y demostraciones en el extranjero, al tiempo que son los más demandados tanto por turistas nacionales como foráneos.

"Siempre será la prioridad número uno, continuar diversificando y elevando la calidad en la prestación de los servicios en sentido general, pero en particular de la gastronomía", dijo el ministro cubano de Turismo, Manuel Marrero, al inaugurar a inicios de julio último el IX Festival Varadero Gourmet.

Para llevar adelante ese propósito, el ministro pidió "que cada casa tenga su sello, que cada cocinero le ponga su sazón y que cada cantinero le ponga su toque al coctel que está preparando".

"Cuba ya es una referencia. Un país donde se puede ir a comer. Yo creo que también ello es algo muy importante", aseguró Marrero.

Ese criterio es corroborado por el maestro de cocina, Pedro Manuel Serrano, quien trabaja en un restaurante de Varadero desde hace 27 años.

Serrano afirmó que "la cocina cubana le gusta a los turistas por la creatividad con que hacemos en la elaboración y variedad de platos".

Para la isla, que experimenta un "boom" turístico, resulta imprescindible preservar la culinaria nacional que puede llegar a convertirse en otro incentivo para los vacacionistas, más allá del sol y de las playas cubanas.

Cuba espera recibir este año a cuatro millones 200.000 turistas, cifra superior a los cuatro millones 35.577 vacacionistas alcanzados en 2016, cuando ese rubro creció 14,5 por ciento con respecto a 2015.

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Por Raúl Menchaca

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LA HABANA, agosto 5, 2017 (Xinhua) -- Dos hombres consumen un plato tradicional cubano en un restaurante del sector privado, en La Habana, Cuba, el 5 de agosto de 2017. Cuba ha logrado preservar su tradición culinaria, al colocar sus platos típicos entre el gusto de la población nacional y de los visitantes extranjeros. "Hemos logrado preservar la auténtica cocina tradicional cubana", aseguró a Xinhua el chef internacional Jorge Luis Méndez, quien consideró que la comida "permite a los pueblos expresar lo que son". Méndez afirmó que la culinaria de la isla "se ha ido enriqueciendo a través de los años con las diferentes arribazones voluntarias y obligadas. Los africanos, los chinos, inclusive la propia presencia de Europa del Este en nuestra alimentación, eso contribuyó a enriquecer el diapasón nuestro de comida". Esas influencias de las cocinas española, africana y hasta aborigen aparecen en el listado que incluye el ajiaco (sopa) a la criolla, los frijoles negros, el tamal en cazuela y en hojas, las frituras de maíz y de malanga, el sándwich cubano, los "moros y cristianos" (frijoles y arroz), el congrí oriental y la yuca con mojo. También las masas de cerdo fritas, la pierna de cerdo asada, el picadillo a la criolla, la llamada ropa vieja, el chilindrón de carnero, el arroz con leche, el boniatillo, los buñuelos, los cascos de guayaba en almíbar, el coco rallado, el casabe, los tostones, el arroz con pollo, el aporreado de pescado y el café. Para la isla, que experimenta un "boom" turístico, resulta imprescindible preservar la culinaria nacional que puede llegar a convertirse en otro incentivo para los vacacionistas, más allá del sol y de las playas cubanas. (Xinhua/Joaquín Hernández)

LA HABANA, 5 ago (Xinhua) -- Cuba ha logrado preservar su tradición culinaria, al colocar sus platos típicos entre el gusto de la población nacional y de los visitantes extranjeros.

"Hemos logrado preservar la auténtica cocina tradicional cubana", aseguró a Xinhua el chef internacional Jorge Luis Méndez, quien consideró que la comida "permite a los pueblos expresar lo que son".

Méndez afirmó que la culinaria de la isla "se ha ido enriqueciendo a través de los años con las diferentes arribazones voluntarias y obligadas. Los africanos, los chinos, inclusive la propia presencia de Europa del Este en nuestra alimentación, eso contribuyó a enriquecer el diapasón nuestro de comida".

Esas influencias de las cocinas española, africana y hasta aborigen aparecen en el listado que incluye el ajiaco (sopa) a la criolla, los frijoles negros, el tamal en cazuela y en hojas, las frituras de maíz y de malanga, el sándwich cubano, los "moros y cristianos" (frijoles y arroz), el congrí oriental y la yuca con mojo.

También las masas de cerdo fritas, la pierna de cerdo asada, el picadillo a la criolla, la llamada ropa vieja, el chilindrón de carnero, el arroz con leche, el boniatillo, los buñuelos, los cascos de guayaba en almíbar, el coco rallado, el casabe, los tostones, el arroz con pollo, el aporreado de pescado y el café.

Por su parte, el chef cubano, Ernesto Bello, afirma que ni siquiera en casa ha logrado desprenderse de su condición profesional, para beneplácito de su familia.

"En casa hago sobre todo platos de la culinaria cubana", dice este hombre de 49 años, quien no oculta su pasión por la cocina, una profesión que aprendió casi por casualidad, pero que con el paso del tiempo lo llevó a cocinar en grandes restaurantes habaneros como El Tocororo, La Finca o La Moraleja.

Bello asegura que la cocina cubana tiene potencialidades inmensas "porque es el resultado de una mezcla de culturas que en definitiva es lo que somos como nación".

Por eso no es de extrañar que esa mixtura se refleje en la lista de 25 platos más consumidos en la isla y publicada por la Federación de Asociaciones Culinarias de Cuba (FAC).

Esa tradición culinaria pasa de generación en generación y está presente, de una u otra forma, en la mesa cubana, pese a dificultades económicas, agregó la FAC.

Estos platos representan a los cubanos en eventos y demostraciones en el extranjero, al tiempo que son los más demandados tanto por turistas nacionales como foráneos.

"Siempre será la prioridad número uno, continuar diversificando y elevando la calidad en la prestación de los servicios en sentido general, pero en particular de la gastronomía", dijo el ministro cubano de Turismo, Manuel Marrero, al inaugurar a inicios de julio último el IX Festival Varadero Gourmet.

Para llevar adelante ese propósito, el ministro pidió "que cada casa tenga su sello, que cada cocinero le ponga su sazón y que cada cantinero le ponga su toque al coctel que está preparando".

"Cuba ya es una referencia. Un país donde se puede ir a comer. Yo creo que también ello es algo muy importante", aseguró Marrero.

Ese criterio es corroborado por el maestro de cocina, Pedro Manuel Serrano, quien trabaja en un restaurante de Varadero desde hace 27 años.

Serrano afirmó que "la cocina cubana le gusta a los turistas por la creatividad con que hacemos en la elaboración y variedad de platos".

Para la isla, que experimenta un "boom" turístico, resulta imprescindible preservar la culinaria nacional que puede llegar a convertirse en otro incentivo para los vacacionistas, más allá del sol y de las playas cubanas.

Cuba espera recibir este año a cuatro millones 200.000 turistas, cifra superior a los cuatro millones 35.577 vacacionistas alcanzados en 2016, cuando ese rubro creció 14,5 por ciento con respecto a 2015.

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