por Quan Xiaoshu, Yu Fei y Qu Ting
BEIJING, 19 jul (Xinhua) -- El primer satélite astronómico de rayos X de China, lanzado a mediados de junio, empezará a realizar observaciones de forma habitual en noviembre, si se cumplen los plazos, y los datos recabados se pondrán a disposición de científicos de todos el mundo, indicaron los principales diseñadores de su sistema de datos.
El Telescopio de Modulación de Rayos X Duros (HXMT, en sus siglas en inglés), también llamado Insight, pesa 2,5 toneladas y transmitió la primera serie de datos a la estación terrestre al segundo día de entrar en órbita. La información resultó ser de buena calidad, y a los 10 días el telescopio detectó una explosión de rayos gamma.
El HXMT porta una tríada de detectores (tres telescopios de rayos X de alta, media y baja energía, respectivamente) que cubren una amplia banda de energía que va de uno a 250 kiloelectronvoltios (keV). Con ellos, los científicos podrán entender mejor la evolución de los agujeros negros, los campos magnéticos fuertes y el interior de los púlsares.
"En los cinco primeros meses en órbita terminaremos de calibrar todos los instrumentos para que el Insight pueda empezar la observación regular", aseguró el subjefe de ingeniería de la división científica terrestre del HXMT, Song Liming, que también está adscrito al Instituto de Física de Alta Energía (IFAE), dependiente de la Academia de Ciencia de China .
Song y su equipo solicitaron el año pasado propuestas de observación de científicos de todo el país y diseñaron un plan de observación de un año tras evaluar 90 de esas peticiones llegadas de seis institutos de la Academia y 10 universidades.
"Tras empezar la observación regular, el telescopio pasará del 30 al 40 por ciento del primer año escrutando el plano galáctico, y el resto apuntando observaciones", detalló Qu Jinlu, subjefe de diseño de la división científica terrestre del HXMT y científico del IFAE.
"Hemos dividido el plano galáctico en 19 zonas celestes. El telescopio tardará más de dos horas en escanear cada una y unos dos días en completar el trabajo, si descontamos el tiempo preciso para evitar al sol", añadió.
El Insight registrará explosiones recurrentes, incluso periódicas, de orígenes conocidos, y tiene la habilidad de buscar nuevas fuentes que emitan breves destellos de rayos X.
"Si el telescopio detecta un nuevo origen, evaluaremos inmediatamente su valor científico para decidir si vale la pena apuntar una observación", explicó Qu.
Song avanzó que los expertos que han contribuido al proyecto del HXMT tanto en China como en el extranjero, y aquellos cuyas propuestas hayan sido incorporadas, podrán acceder y usar los datos de observación con carácter exclusivo durante un año, en consonancia con la práctica internacional.
"Pasado un año, los datos se abrirán al público. Hasta los estudiantes de primaria podrán descargar los datos, si les interesa", dijo.
"Procesaremos los datos iniciales para adaptarlos a los estándares internacionales y que los científicos de todo el mundo puedan analizarlos fácilmente para obtener nueva información, como el espectro de energía o la curva lumínica", agregó.
Antes de unirse a la división científica terrestre, Song investigaba la radiación de alta energía de los púlsares. "El mayor reto fue pasar de ser usuario a diseñador", recordó.
Como la mayoría de los astrónomos chinos, Song empleaba datos de satélites extranjeros para sus estudios, pero nunca había pensado en cómo construir un sistema de datos.
"¿Cómo hacemos para que nuestros datos sean accesibles para los usuarios? ¿Qué tipos de productos ofrecemos? Cuando empezamos a diseñar la división terrestre no sabíamos nada", rememoró.
Song y sus colegas viajaron al extranjero para aprender y empezaron preguntando muchas cuestiones "tontas". Alguna vez tuvieron, en todo caso, que averiguar ellos mismos las respuestas.
"Por ejemplo, no teníamos ni idea de dónde salían los datos de contexto de esos satélites extranjeros, lo que nos obligó a estudiar el problema desde el principio", apuntó. "Conseguimos desentrañar la estructura y los procedimientos detallados cuando construimos la división científica terrestre, lo que fue nuestro mayor logro y nos permitirá dar mejor apoyo a nuevos satélites en el futuro", anticipó.