ZHEJIANG, julio 17, 2017 (Xinhua) -- Imagen del 22 de junio de 2017, de un trabajador revisando la línea de producción de lácteos en una compañía en el condado de Pingyang de la ciudad de Wenzhou, en la provincia de Zhejiang, en el este de China. La economía de China mantuvo un crecimiento sostenido en la primera mitad del año, en la que el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 6,9 por ciento interanual hasta unos 38,2 billones de yuanes (5,6 billones de dólares estadounidenses), según los datos del Buró Nacional de Estadísticas (BNE) publicados el lunes. Este registro supera de largo el objetivo anual del gobierno, fijado en el 6,5 por ciento. El PIB se mantuvo estable en el segundo trimestre con un 6,9 por ciento de incremento, misma tasa que en los primeros tres meses de 2017. (Xinhua/Xu Yu)
NUEVOS MOTORES DE CRECIMIENTO
También se está logrando progreso en la reforma estructural del lado de la oferta y en el cambio de motor de crecimiento del país, indicó el BNE.
El sector servicios, que ya representa el 54,1 por ciento de la economía en general, creció 7,7 por ciento interanual en el primer semestre, superando el incremento de 3,5 por ciento de las industrias primarias y el 6,4 por ciento de las industrias secundarias, muestran datos del BNE.
En el mismo período, la contribución de la demanda interna al crecimiento del producto interno bruto (PIB) ascendió a 96,1 por ciento, es decir 0,3 puntos porcentuales superior al nivel del primer trimestre, una tendencia acorde con los esfuerzo de China para el cambio de modalidad de crecimiento.
Por su parte, la utilización de capacidad industrial fue de 76,4 por ciento en el primer semestre, 3,4 puntos porcentuales más que el año pasado.
En términos de la reducción de las reservas del mercado inmobiliario, la superficie de viviendas no vendidas se redujo 9,6 por ciento a finales de junio.
El crecimiento de la inversión en desarrollo inmobiliario continuó desacelerándose a 8,5 por ciento entre enero y junio, por debajo del 8,8 por ciento de los primeros cinco meses del año, agregándose a la evidencia de que el mercado inmobiliario de China está perdiendo impulso en medio de las medidas de enfriamiento del gobierno para sofocar potenciales burbujas de activos.