ESPECIAL: Cubanos consideran injusta nueva política de Trump hacia la isla

Spanish.xinhuanet.com   2017-06-17 05:03:56

Por Raimundo Urrechaga

LA HABANA, 16 jun (Xinhua) -- La incertidumbre que reinaba en las calles de La Habana desde hace varios días sobre un cambio de política hacia la isla por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya terminó.

Muchos habaneros vieron este viernes cómo el jefe de Estado norteamericano revirtió buena parte de la política de acercamiento iniciada por su predecesor, Barack Obama, argumentando que no había traído beneficios al pueblo cubano y sólo al gobierno del presidente Raúl Castro.

Un viraje que muchos cubanos rechazan y consideran injusto debido a que durante más de dos años se habían concretado avances considerables en las relaciones políticas y económicas tras más de medio siglo de enemistad.

"Es un retroceso de la política anterior de hace 50 años. Hoy cumplió su promesa, y éstas nuevas restricciones lo que van a traer es una regresión en las relaciones económicas y sociales, y van a afectar tanto a Estados Unidos como a Cuba", manifestó a Xinhua, Reinaldo García, un trabajador estatal.

En su discurso en Miami, Trump declaró el fin del "acuerdo unilateral" de Obama hacia la isla, prohibió a empresas estadounidense comerciar con los negocios propiedad del ejército cubano y restringió los viajes de ocio de sus ciudadanos a esta nación caribeña permitidos por la administración Obama.

Para muchos cubanos, esta decisión responde a que el presidente estadounidense ha decidido alinearse con los sectores más radicales de la comunidad cubana en Estados Unidos y no con grupos empresariales, académicos y ciudadanos que favorecen el acercamiento con la isla.

"Pienso que es un error porque la nueva política no sólo va a perjudicar a Cuba sino a los Estados Unidos, porque con Obama se abrió una vía para recomenzar las relaciones. Ahora, en vez de desarrollar nuestros vínculos, Trump va a frenar todo lo alcanzado", afirmó Nancy García, una jubilada cubana.

La nueva política impide cualquier transacción financiera de firmas norteamericanas con el Grupo de Administración Empresarial (GAESA), un conglomerado estatal cubano que reúne numerosas empresas en sectores como el turismo, la alimentación, el comercio y la energía, entre otros.

Asimismo, la orden ejecutiva firmada por Trump revierte la posibilidad de que los ciudadanos norteamericanos puedan viajar de manera individual a Cuba dentro de 12 categorías, entre ellas el "contacto pueblo a pueblo" o el "intercambio cultural".

Ahora, bajo el nuevo Memorándum Presidencial de Seguridad Nacional, tendrán que unirse a grupos turísticos para visitar la isla, y el Departamento del Tesoro auditará tales justificaciones para viajar, cuando antes el viajero sólo tenía que dar su palabra.

"Una restricción de los viajes sería perjudicial. Hasta ahora la ampliación de los viajes y los vuelos había traído beneficios para muchos, y con una restricción anunciada por Trump hoy por supuesto que disminuirían los vuelos", dijo a Xinhua, Danilo Núñez, un conductor de taxis.

En los primeros cinco meses de este año 284.565 ciudadanos estadounidenses visitaron Cuba bajo las 12 categorías, una cifra que representa la cantidad total de norteamericanos que vinieron a la isla en todo 2016.

En su encendida intervención ante líderes del exilio cubano y representantes políticos de línea dura contra la isla, Trump reafirmó que mantendría el bloqueo económico contra esta nación caribeña.

Asimismo, retó al gobierno cubano a plantearle un nuevo acuerdo para la normalización de relaciones bilaterales que "convenga" a ambas partes, y condicionó los cambios en sus políticas hacia la Mayor de las Antillas si La Habana implementa "reformas concretas".

El presidente cubano, Raúl Castro, indicó este año que la isla está dispuesta a continuar cooperando y negociando los asuntos bilaterales pendientes con el nuevo gobierno de Estados Unidos, pero advirtió que La Habana no realizaría concesiones inherentes a su soberanía para tener mejores relaciones con Washington.

"De alguna manera es regresar al pasado, y afectará indudablemente a ambas partes. A su vez, es un recrudecimiento del bloqueo y limita las posibilidades de los empresarios norteamericanos que quieren invertir en Cuba", aseveró Eylín Solar, una joven trabajadora.

Las agencias y departamentos encargados tendrán hasta 90 días para redactar las regulaciones específicas y fijar una fecha en que entraría en vigor la nueva política.

"Son absurdas esas medidas realmente. Las posiciones de los gobiernos de Estados Unidos, a no ser las tomadas por Obama, han sido de confrontación con Cuba. Tristemente es la historia nuevamente", señaló a Xinhua, Yosvany Flores, un joven cubano.

La embajada de Estados Unidos en La Habana, que se reabrió en agosto de 2015, permanecerá abierta y no se afectarán los viajes de los cubano-estadounidenses ni las remesas familiares.

Trump tampoco revertirá la decisión de Obama de poner fin a la política de "pies mojados, pies secos" que permitía a los inmigrantes cubanos que llegaran a Estados Unidos permanecer en el país y eventualmente convertirse en residentes permanentes legales.

En diciembre de 2014, en el mayor cambio en las relaciones entre La Habana y Washington en cinco décadas, Obama anunció planes para normalizar los lazos con Cuba, una medida que suscitó el apoyo de la mayoría del pueblo norteamericano.

Desde entonces, ha habido mejoras en los lazos diplomáticos, sociales y comerciales entre los dos países, al tiempo que ha provocado un "boom" turístico en la nación caribeña.

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ESPECIAL: Cubanos consideran injusta nueva política de Trump hacia la isla

Spanish.xinhuanet.com 2017-06-17 05:03:56

Por Raimundo Urrechaga

LA HABANA, 16 jun (Xinhua) -- La incertidumbre que reinaba en las calles de La Habana desde hace varios días sobre un cambio de política hacia la isla por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya terminó.

Muchos habaneros vieron este viernes cómo el jefe de Estado norteamericano revirtió buena parte de la política de acercamiento iniciada por su predecesor, Barack Obama, argumentando que no había traído beneficios al pueblo cubano y sólo al gobierno del presidente Raúl Castro.

Un viraje que muchos cubanos rechazan y consideran injusto debido a que durante más de dos años se habían concretado avances considerables en las relaciones políticas y económicas tras más de medio siglo de enemistad.

"Es un retroceso de la política anterior de hace 50 años. Hoy cumplió su promesa, y éstas nuevas restricciones lo que van a traer es una regresión en las relaciones económicas y sociales, y van a afectar tanto a Estados Unidos como a Cuba", manifestó a Xinhua, Reinaldo García, un trabajador estatal.

En su discurso en Miami, Trump declaró el fin del "acuerdo unilateral" de Obama hacia la isla, prohibió a empresas estadounidense comerciar con los negocios propiedad del ejército cubano y restringió los viajes de ocio de sus ciudadanos a esta nación caribeña permitidos por la administración Obama.

Para muchos cubanos, esta decisión responde a que el presidente estadounidense ha decidido alinearse con los sectores más radicales de la comunidad cubana en Estados Unidos y no con grupos empresariales, académicos y ciudadanos que favorecen el acercamiento con la isla.

"Pienso que es un error porque la nueva política no sólo va a perjudicar a Cuba sino a los Estados Unidos, porque con Obama se abrió una vía para recomenzar las relaciones. Ahora, en vez de desarrollar nuestros vínculos, Trump va a frenar todo lo alcanzado", afirmó Nancy García, una jubilada cubana.

La nueva política impide cualquier transacción financiera de firmas norteamericanas con el Grupo de Administración Empresarial (GAESA), un conglomerado estatal cubano que reúne numerosas empresas en sectores como el turismo, la alimentación, el comercio y la energía, entre otros.

Asimismo, la orden ejecutiva firmada por Trump revierte la posibilidad de que los ciudadanos norteamericanos puedan viajar de manera individual a Cuba dentro de 12 categorías, entre ellas el "contacto pueblo a pueblo" o el "intercambio cultural".

Ahora, bajo el nuevo Memorándum Presidencial de Seguridad Nacional, tendrán que unirse a grupos turísticos para visitar la isla, y el Departamento del Tesoro auditará tales justificaciones para viajar, cuando antes el viajero sólo tenía que dar su palabra.

"Una restricción de los viajes sería perjudicial. Hasta ahora la ampliación de los viajes y los vuelos había traído beneficios para muchos, y con una restricción anunciada por Trump hoy por supuesto que disminuirían los vuelos", dijo a Xinhua, Danilo Núñez, un conductor de taxis.

En los primeros cinco meses de este año 284.565 ciudadanos estadounidenses visitaron Cuba bajo las 12 categorías, una cifra que representa la cantidad total de norteamericanos que vinieron a la isla en todo 2016.

En su encendida intervención ante líderes del exilio cubano y representantes políticos de línea dura contra la isla, Trump reafirmó que mantendría el bloqueo económico contra esta nación caribeña.

Asimismo, retó al gobierno cubano a plantearle un nuevo acuerdo para la normalización de relaciones bilaterales que "convenga" a ambas partes, y condicionó los cambios en sus políticas hacia la Mayor de las Antillas si La Habana implementa "reformas concretas".

El presidente cubano, Raúl Castro, indicó este año que la isla está dispuesta a continuar cooperando y negociando los asuntos bilaterales pendientes con el nuevo gobierno de Estados Unidos, pero advirtió que La Habana no realizaría concesiones inherentes a su soberanía para tener mejores relaciones con Washington.

"De alguna manera es regresar al pasado, y afectará indudablemente a ambas partes. A su vez, es un recrudecimiento del bloqueo y limita las posibilidades de los empresarios norteamericanos que quieren invertir en Cuba", aseveró Eylín Solar, una joven trabajadora.

Las agencias y departamentos encargados tendrán hasta 90 días para redactar las regulaciones específicas y fijar una fecha en que entraría en vigor la nueva política.

"Son absurdas esas medidas realmente. Las posiciones de los gobiernos de Estados Unidos, a no ser las tomadas por Obama, han sido de confrontación con Cuba. Tristemente es la historia nuevamente", señaló a Xinhua, Yosvany Flores, un joven cubano.

La embajada de Estados Unidos en La Habana, que se reabrió en agosto de 2015, permanecerá abierta y no se afectarán los viajes de los cubano-estadounidenses ni las remesas familiares.

Trump tampoco revertirá la decisión de Obama de poner fin a la política de "pies mojados, pies secos" que permitía a los inmigrantes cubanos que llegaran a Estados Unidos permanecer en el país y eventualmente convertirse en residentes permanentes legales.

En diciembre de 2014, en el mayor cambio en las relaciones entre La Habana y Washington en cinco décadas, Obama anunció planes para normalizar los lazos con Cuba, una medida que suscitó el apoyo de la mayoría del pueblo norteamericano.

Desde entonces, ha habido mejoras en los lazos diplomáticos, sociales y comerciales entre los dos países, al tiempo que ha provocado un "boom" turístico en la nación caribeña.

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