RIO DE JANEIRO, 1 jun (Xinhua) -- La Justicia brasileña decretó hoy el bloqueo de 800 millones de reales (unos 250 millones de dólares) de las cuentas bancarias de Joesley Batista, uno de los propietarios de la multinacional cárnica JBS, implicada en escándalo de corrupción que ha puesto en entredicho al presidente del país, Michel Temer.
Un tribunal de Sao Paulo aceptó una demanda ciudadana que había pedido bloquear 10.000 millones de reales (unos 3.125 millones de dólares) de los hermanos Joesley y Wesley Batista, socios de JBS.
Un grupo de ciudadanos presentó la denuncia contra los hermanos Batista por las operaciones financieras que realizó el grupo JBS el día antes de que se divulgara un polémico audio en el que Joesley Batista conversaba con Temer, ante el que detallaba todo tipo de corruptelas e irregularidades, lo que causó una gran crisis política en el país sudamericano.
El juez federal Tiago Bitencourt de David tan sólo aceptó el bloqueo de unos 250 millones de dólares de Joesley Batista y libró a su hermano Wesley, así como a la empresa JBS y su controladora, J&F. El bloqueo de los millones, según el juez, sirve para que el patrimonio sea preservado y pueda resarcir los cofres públicos en el futuro.
El día en el que se divulgó el audio, el real se hundió ante el dólar en la bolsa. Un día antes, Batista habría comprado unos 1.000 millones de dólares en el mercado y vendió un gran número de acciones de la empresa, consciente de la fuerte caída que sufriría el real y los títulos.
Tras conocerse las maniobras, la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) abrió una investigación por las sospechas de haber utilizado información privilegiada en los mercados cambiarios y accionarios.
La acción popular también acusa a JBS de haber aumentado su facturación en un 4.000 por ciento gracias a los créditos otorgados por el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), la entidad de fomento brasileño.
Los hermanos Batista pactaron con la Fiscalía detallar una amplia red de corrupción que supuestamente sobornó a más de 1.820 políticos de todo Brasil de 28 partidos diferentes, incluido Temer, quien ha negado cualquier tipo de delito y se ha aferrado al poder a pesar de la presión de la oposición para que renuncie.
