RECUPERANDO EL PASADO
En un enorme tanque del Museo Provincial de Hainan, ubicado en Haikou, la capital, unas 500 planchas de la cubierta de una nave comercial que data de la dinastía Song del Sur (1127-1279) están siendo desalinizadas.
Trabajando con la mayor profesionalidad, personal del museo retira cada tablón del tanque uno por uno. Cada pieza es fotografiada y escaneada como parte de un ambicioso proyecto para construir una imagen virtual del barco.
El buque fue descubierto en 2007 en el arrecife de Huaguang, en el oeste de las islas Xisha. Los arqueólogos creen que la nave, con sus bodegas completamente llenas, navegaba rumbo al sureste asiático, cuando se hundió debido a una combinación entre una marea inusualmente alta y decisiones equivocadas por parte de la tripulación.
El barco, de 20 metros de largo y seis de ancho, es del tipo "Fu-chuan", según Bao Chunlei, director del equipo que trabaja en el proyecto de reconstrucción.
La palabra "fu" se refiere a la provincia suroriental china de Fujian, donde los barcos eran construidos, y "chuan" se traduce como "barco" en mandarín. Con el tiempo, este tipo de navíos, caracterizados por un fondo afilado, pasaron a denominarse con la palabra inglesa "junk", que podría derivarse del portugués "junco" o del "jong" de la lengua malaya.
Durante la dinastía Song, los Fu-chuan eran las mejores naves, y, por lo tanto, la primera opción para el comercio marítimo en la región.
Junto con los restos del naufragio fueron traídos de vuelta a la superficie más de 10.000 artefactos, entre ellos unos 7.500 tazones de porcelana, 700 platos y 2.500 cajas de polvos faciales para dama.
"También recuperamos piezas de hierro, pero es difícil identificarlas, pues están completamente corroídas", se lamenta Bao.
"Cuando hayamos completado la desalinización y el trabajo de reparación, esperamos poder reconstruir y restaurar el barco para exhibirlo ante el público", agregó.
Desde 1996, arqueólogos chinos han localizado más de 120 barcos hundidos en el Mar Meridional de China a profundidades de entre 20 y 60 metros. Cientos, quizás miles más, permanecen aún más lejos de la superficie.
Entre los marineros más diestros que surcaron estas aguas en la antigüedad, el eunuco Zheng He, un explorador y diplomático de la dinastía Ming, es tal vez el más famoso.
A comienzos del siglo XV, este navegante chino, quien era además musulmán, realizó siete viajes a los Mares Occidentales, nombre con el que se conocía entonces al Océano Índico, compartiendo las últimas tecnologías chinas, elaborando mapas y ayudando a resolver disputas territoriales, combatiendo, a la vez, la piratería a lo largo del recorrido.
Hoy en día aún se ven templos en memoria suya en muchas partes del sureste asiático.